Redacción
Islandia es el lugar perfecto para el avistamiento de ballenas. Las frías aguas costeras albergan una diversa vida marina. Durante los meses de verano, en particular, las costas se convierten en una auténtica zona de alimentación para numerosas especies de grandes mamíferos marinos, lo que ofrece a los visitantes la oportunidad de observar a estas magníficas criaturas en su hábitat natural.
Pocos lugares en el mundo ofrecen oportunidades de avistar ballenas comparables a las de la costa islandesa.
Las excursiones de avistamiento de ballenas están ampliamente disponibles en todo el país. Salen excursiones diarias desde el Puerto Viejo de Reikiavik, así como desde varias localidades del oeste y el norte de Islandia. Húsavík, en el norte de Islandia, ha sido, en cierto modo, pionera en el avistamiento de ballenas, tanto a nivel nacional como internacional, pero todos los operadores turísticos de avistamiento de ballenas siguen estrictos códigos de conducta en cuanto al respeto a los animales.
Las excursiones de avistamiento de ballenas están disponibles en todo el país.
Los tours ofrecen una oportunidad única de observar ballenas en su hábitat natural, sin importar el punto de partida. Entre los cetáceos más comunes se encuentran las ballenas jorobadas, las ballenas minke, las orcas, los rorcuales comunes, los cachalotes e incluso el animal más grande del planeta: la ballena azul.
Junto a las grandes ballenas, es frecuente avistar delfines de hocico blanco, marsopas comunes y focas, y ocasionalmente tiburones peregrinos. Además, un paseo en barco ofrece una excelente oportunidad para observar aves marinas en sus zonas de alimentación, como frailecillos, alcatraces, gaviotas y charranes árticos, todo ello según la temporada.
El momento óptimo para el avistamiento de ballenas
La mejor época para ver ballenas en Islandia es de abril a septiembre, cuando se avistan con frecuencia varias especies de cetáceos. Si bien las excursiones de avistamiento de ballenas son menos frecuentes en los meses de invierno, ofrecen la ventaja de disfrutar de paisajes hermosos y desolados: montañas nevadas, puestas de sol e incluso la posibilidad de ver la aurora boreal.