miércoles, abril 24, 2024

¿Cuándo es necesario realizar una endodoncia?

Por DR. XAVIER MARTÍ BOSCH. ODONTOLOGÍA Y ESTOMATOLOGÍA EN BARCELONA, miembro de topdoctors

Una endodoncia es lo que coloquialmente decimos “matar el nervio de un diente”. Consiste en extirpar totalmente la parte noble del diente (la pulpa) y reemplazarlo por un material de relleno que aísle el interior del periodonto y el hueso alveolar de la cavidad oral. Sirve para conservar el diente cuando la pulpa se ha visto afectada de forma irreversible en forma de inflamación o incluso, en el peor de los casos, necrosis.

Si la conservación del diente es viable, es mejor realizar la endodoncia

Una endodoncia se realiza mediante sistemas químicos desinfectantes de la cámara pulpar y del sistema de conductos radiculares combinados con sistemas mecánicos de limas, ya sean manuales o rotatorias. También, se ha descrito en la literatura la posibilidad de uso de sistemas de láser.

En todo caso, es recomendable cuando este diente pueda formar parte de una rehabilitación dento-soportada, es decir, que se apoye de forma fija en otros dientes mediante coronas de recubrimiento total o fundas.

¿Cuál es la duración de un tratamiento de endodoncia?

Desde que sentamos el paciente en el sillón, administramos la anestesia local, esperamos su efecto y efectuamos la intervención el tiempo global, ronda en torno a una hora de sesión.

Si no ocurren contratiempos, el diente puede permanecer en boca tras recibir un tratamiento de endodoncia un período largo de tiempo.

¿Es dolorosa una endodoncia?

Durante la intervención no debiera ser nada dolorosa, pues para ello está la anestesia local. Es a posteriori, cuando la zona intervenida se despierta, cuando se podría experimentar algo de dolor, perfectamente llevadero gracias a la existencia de los antiinflamatorios.

¿Cuáles son los pasos de una endodoncia?

El primer paso sería un buen diagnóstico, para lo cual necesitamos hacernos preguntas en torno a un dolor espontáneo o provocado por estímulos térmicos de frío o calor, así como disponer de unas radiografías periapicales para visualizar el interior del diente y del hueso alveolar donde se encuentra el diente.

El segundo paso sería anestesiar correctamente el paciente para que la intervención de la endodoncia sea totalmente en ausencia de dolor.

El tercer paso sería aislar el campo operatorio para evitar contaminación del diente por parte de la cavidad oral durante la intervención.

A partir de ahí, ya vendría la intervención propiamente dicha, cuyos pasos son:

Apertura de cámara para poder acceder de una forma fiable y segura al sistema de cámara pulpar y conductos radiculares.

Tomar la medición de la longitud del nervio existente en el diente en cuestión, auxiliados por una radiografía del diente con una lima de endodoncia dentro del conducto radicular.

Preparación biomecánica: mediante limas manuales o rotatorias ir extirpando toda la pulpa de todos y cada uno de los conductos radiculares del diente a tratar. Estas limas son crecientes en grosor, y entre lima y lima irrigación mediante desinfectantes para ir consiguiendo el objetivo que es la desvitalización del diente.

Conometría: realizar una radiografía para comprobar que, una vez se da por finalizada la instrumentación, tenemos una correcta longitud de trabajo.

Sellado apical y de todo el sistema de conductos radiculares: para asegurar un perfecto aislamiento de la zona apical del diente respecto al hueso alveolar y el medio oral.

Radiografía final de tratamiento: previa a la reconstrucción del diente, para verificar que todo el tratamiento ha sido efectuado de forma satisfactoria.

Reconstrucción del diente: para culminar el tratamiento de conservación del diente.

¿Es mejor realizarse una endodoncia o extraer la muela?

Siempre hay que valorar individualmente cada paciente y jamás hacer generalizaciones, pues la decisión definitiva sobre qué es mejor, conservar o extraer, depende de diversos factores:

El estado del diente en cuestión.
El estado general de la boca y del paciente.
La situación económica.
Si bien la economía debería ser el último aspecto a tener en cuenta, muchas veces pasa por delante del resto, pues es la decisión del paciente.

No obstante, si es viable la conservación del diente, siempre es mejor realizar la endodoncia que la extracción, ya que para masticar siempre es mejor un diente natural que un diente artificial, sea fijo o sea removible.

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