viernes, marzo 29, 2024

De las columnas a primera (con Javi Calleja)

Texto y Fotos: Patricia Galván

Domingo, 14:00 h. Estadio Butarque en Leganés. El equipo local recibe a un Levante que está rozando el ascenso a primera con Javi Calleja a la cabeza. No, esto no es una crónica deportiva de un encuentro que comenzó con el equipo valenciano marcando el primero y que terminó con un empate a 2. Esto no es la crónica de cómo el míster madrileño ha hecho ilusionarse a su equipo, a la directiva, a la afición y a medio Valencia. Es la crónica de la ilusión de 130 ‘agustinos’ –entre grandes y pequeños- que hoy se han estrenado como ‘Callejeros’.
Y todo porque una tarde cualquiera en un whatsapp de la promoción de COU del 97 del colegio San Agustín, alguien escribió: “22 de enero de 2023 en Leganés. Montamos ahí ‘El fondo Calleja’”.

A partir de ese momento la maquinaria se puso en marcha. Solo hacía un mes que nos habíamos vuelto a ver. Orlas por aquí, fotos en las escaleras por allí, una organización de ‘chapeau’ que incluyó photocall, copas y hasta chapa con nuestros nombres. Porque en 25 años pasan muchas cosas… La vida… Trabajos, bodas, noviazgos, separaciones, hijos, bienvenidas, despedidas y un denominador común: ilusión.

Ha sido lo que hemos respirado estos meses de preparativos. De miles de whatsapps, de risas, de bodegones a la hora del aperitivo, de ‘Macho Levante’, de ‘me apunto’, de ‘habrá que hacer una pancarta’, de ‘habrá que elegir un nombre para la peña’, de ‘somos de Calleja’ (y ahora también del Levante). Madridistas, colchoneros, racinguistas, seguro que también algún que otro culé infiltrado que no se ha atrevido a decir ‘esta boca es mía’, todos a una para animar a un equipo de Segunda que bien merece subir a Primera.

Y una de las frases que surgió entre los cientos, miles, millones de mensajes fue: ‘Con Javi Calleja, de las columnas a Primera’. Las columnas, ese rinconcito enfrente del colegio San Agustín que ha sido testigo del primer día en un colegio nuevo, del primer amigo, del primer amor, de las primeras pellas, de los primeros apuntes, de las primeras fiestas. Las columnas: ese rinconcito donde tantos y tantos hemos soñado que seríamos pilotos, abogados, empresarios, fisios, médicos, ingenieros, periodistas, farmacéuticos…

Donde Javi Calleja seguramente soñó, no solo con jugar en el Bernabéu (al fin y al cabo solo había que asomarse por la ventana de clase para verlo), sino con llegar a ser un grande con las botas puestas y también ahora como ‘míster’.

Bufandas, bocatas y ¿qué cantamos?

En las últimas semanas todo ha ido rodado. La lista comenzó con 10, siguió con 50 y después de varios bailes de números, terminó con 130. “Una centena, tres decenas y cero unidades”, escuché decirle el otro día a mi hija, emocionada porque este iba a ser su primer partido ‘de verdad’. Y tan de verdad. Porque no ha faltado detalle: pancarta, bufandas, bocatas, gildas, pelotazos, avituallamiento previo al encuentro y risas, muchas risas. También emoción, mucha emoción. La misma con la que hemos vivido estos meses, la misma con la que nos acostamos el sábado, la misma con la que nos hemos levantado este domingo, la misma con la que hemos recibido al autobús del Levante. La misma, pero elevada al cuadrado, cuando hemos visto a Javi Calleja bajar de ese autobús. ¡Estaba pletórico!

Hemos cantado todos a una “Javi Calleja, lleva al Levante a Primera”, hemos animado a los granotas, hemos vibrado con el primer gol, hemos aprendido que hasta un empate a 2 sabe a victoria. A esa victoria que nada tiene que ver con llevarse unos puntos a casa. Sino que tiene que ver con mirarle de cara a la vida, con saber que si caes habrá siempre una mano tendida para levantarte. Tiene que ver con sumar un día inolvidable más en ese lugar donde tenemos todo aquello que nos ha tocado el corazón. Ha sido que el Levante se haya llevado un punto más para seguir pensando en ascender, ha sido estar juntos, ha sido olvidarnos por unas horas de lo que no nos deja ver nuestras victorias diarias. Ha sido repetir mil veces ‘¡qué planazo!’, ha sido repetir dos mil ‘¡cómo nos lo hemos pasado!’, ha sido repasar el día en la cabeza cada momento. Ha sido un ‘estoy en casa’. Ha sido VIVIR. Ha sido un ¡GRACIAS! Esto solo ha sido el comienzo, y todo empezó con un mensaje: “22 de enero de 2023 en Leganés. Montamos ahí ‘El fondo Calleja’”.

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