Texto: Jesús Molina. Médico estomatólogo. Clínica Barragán
No hace muchos años que el acudir a una Clínica dental suponía acercarse al especialista de referencia, o al profesional que trataba a la familia y, una vez allí, se procedía a buscar la ficha en papel donde, evidentemente a mano sobre dibujo de la boca, se anotaban los tratamientos y las intervenciones que se hacían al paciente.
Ahora, a día de hoy, ya nos parece normal el acudir al odontólogo y ver que tus datos y tratamientos están informatizados con todas las medidas de seguridad legalmente establecidas , con custodia de confidencialidad por el sistema de protección de datos que la ley establece, tanto con los estudios radiológicos como fotos y exploraciones periodontales.
La digitalización de las radiografías nos permite una mayor rapidez en el diagnostico y permite bajar la radiación que se emite al paciente, pues los sensores radiológicos digitales requieren diez veces menos radiación que la radiografía convencional.
Pero el avance tecnológico que vamos a describir brevemente hoy es la digitalización en los procesos esenciales del día a día en los tratamientos odontológicos.
En primer lugar abordamos la gran cantidad de toma de medidas (impresiones) que se hacía antes de estos nuevos sistemas electrónicos, con pastas de impresión que pueden provocar nauseas y lo cómodo y rápido que en la actualidad , con los escáneres y las cámaras intraorales, nos permite mandar al laboratorio por vía telemática las medidas del paciente, acelerando los procesos de fabricación por parte del laboratorio dental, ahorrando intermediarios y costosos costes de envío por mensajería y evitando errores humanos que se producían tras la elaboración con vaciados en escayola y réplicas, al margen de retrasos por los trasportes de las medidas y las pruebas del laboratorio dental.
Los sistemas actuales que se implementan en los laboratorios dentales poseen ahora maquinaria digitalizada y con la cual se procesan las prótesis con fresadoras automáticas, con programas informáticos, que diseñan la forma de las coronas en función del la medida y de la articulación del paciente, llegando a realizar ajustes extremadamente precisos en forma, tamaño y color.
En segundo lugar, hacer especial mención del gran avance de la ortodoncia digital que nos permite escanear toda la boca con cámaras intraorales y hacer el estudio en tres dimensiones de los problemas de ortodoncia y, además, elaborar los tratamientos de ortodoncia prescindiendo de los brackets y los molestos aparatos de ortodoncia elaborando férulas trasparentes, cómodas de llevar y que se van cambiando a lo largo del tiempo del tratamiento hasta llegar a la correcta posición de los dientes como objetivo final del tratamiento.
Reducen el número de visitas al ortodoncista y eso sí, requiere paciencia y meticulosidad a la hora de ir cambiando las férulas y el rigor de ponérselas todos los días, Pudiéndoselas retirar a la hora de comer o de estar de cara al público si lo requiere en determinado momento.
Abundando en lo anterior, se realizan los estudios cefalométricos por ordenador además de los patrones y pautas de tratamiento.
Así se averigua el patrón de cara del paciente y el problema de oclusión ya sea de origen dentario u óseo.
Con el estudio se planifica el plan de tratamiento y se trasfiere los datos al ordenador para la confección de férulas trasparentes de corrección.
En tercer lugar, en el área de los implantes, la digitalización nos permite estudiar en tres dimensiones el hueso disponible del paciente y, además, sin usar ni bisturís ni tratamientos agresivos, colocar los implantes guiados por la informática que nos indica de mejor manera y más fiable, donde y en que área es mejor colocar los implantes.
Con esto se evita estar expuestos a invadir aéreas problemáticas a la hora de colocar los implantes.
También podemos trabajar con el escáner del cráneo en su conjunto y posicionar los implantes donde se detecte mejor calidad de hueso en el paciente y evitando dañar estructuras adyacentes. Esto se refleja en una pantalla de ordenador para así, una vez comprobado, pasar luego los parámetros al cirujano odontólogo.
Las simulaciones digitales antes y después del tratamiento, permiten al odontólogo tener la idea exacta de cómo va quedar el tratamiento y explicárselo al paciente pormenorizadamente obteniendo, además, su visto bueno.
En definitiva, todos estos nuevos procesos tecnológicos logran llevar a la odontología a una mayor precisión en los tratamientos y satisfacción del paciente y personal sanitario.
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