martes, septiembre 10, 2024

El cineasta español Luis Prieto estrena su última película «Estación Rocafort»

Redacción/ Fotos: Sarah Webster

El 6 de septiembre estrena la película española de terror Estación Rocafort

Luis Prieto estudió cine en Hollywood donde ha dirigido taquillazos como “Kidnap” con Halley Berry o “El engaño” con
John Malkovich. Fue nominado al Goya al mejor corto de ficción con “Bamboleho” y dirigió el taquillazo italiano, “Ho voglia di te
(tengo ganas de ti). Mientras tanto, ha rodado episodios para diversas series como “StarUp” (número 1 en Netflix), “Vampire
Academy
”, “White Lines” o “Snatch”. En la actualidad, vive entre Londres, Los Ángeles y Madrid donde el próximo 6 de
septiembre estrena su próxima película, esta vez 100% española, Estación Rocafort. protagonizada por Natalia Azahara y
Javier Gutiérrez. Una cinta de terror que se adentra en las entrañas del metro de Barcelona de la mano de Laura (Natalia
Azahara), una joven que hace poco ha empezado a trabajar allí. Le han asignado la vieja y tranquila estación Rocafort, pero no
tardará en descubrir que esta parada alberga una leyenda que la empezará a perseguir: allí ha muerto mucha gente en
extrañas circunstancias a lo largo de los años y nadie parece estar interesado en saber la verdad. Laura pedirá ayuda a Román
(Javier Gutiérrez), un curtido expolicía que alberga sus propios demonios relacionados con el caso de Laura y que tratará de
averiguar qué es lo que está pasando. Poco a poco, Laura descubrirá que sea lo que sea que pasa allí abajo sigue sucediendo y
no va a quedarse en la estación Rocafort. Irá a por ella, y a por todos los que la rodean.

Hablamos con Luis Prieto de esta aventura cinematográfica y de cómo es volver a rodar en el país que le vio nacer.

¿Qué es lo que más le ha gustado de dirigir este género?

La película se inspira en la leyenda maldita de la estación de metro Rocafort en Barcelona, un lugar con una atmósfera inquietante que, desde su construcción, ha estado asociada a numerosas muertes escalofriantes y fenómenos extraños. Es una historia oscura, perfecta para una película de terror.

Luis Prieto es un director de cine con una trayectoria más entregada al thriller psicológico que al cine de terror. ¿Ha podido aportar algo de este género a esta película? ¿Qué ha sido?

Me considero un director bastante versátil, capaz de trabajar en géneros que van desde el thriller hasta la comedia romántica. Sin embargo, he dirigido varios thrillers y hay una constante en todos ellos: en algún momento, la historia adquiere un ritmo frenético que atrapa al espectador y no lo deja escapar. El thriller más trepidante que he dirigido hasta ahora es “Secuestrado”, con Halle Berry, pero incluso mi último thriller, “Shattered”, con John Malkovich y Frank Grillo, que se inclina más hacia el thriller psicológico, mantiene ese ritmo que engancha al espectador. En “Estación Rocafort”, el público encontrará un thriller psicológico de terror donde la línea entre ambos géneros se desdibuja.

La película está concebida como una montaña rusa: te atrapa en la historia y te lleva por un camino minado de sustos, sorpresas y suspense. No somos meros espectadores; participamos activamente en la experiencia, y aún más cuando se comparte en grupo. (¿Quién quiere subirse a una montaña rusa solo?) Me gusta contar historias colocando al espectador en los zapatos del protagonista, permitiéndole vivir la historia en primera persona. Esta idea transforma el acto de ver la película en un viaje donde el espectador se convierte en un participante activo. En un thriller psicológico de terror como es «Estación Rocafort«, este enfoque es crucial, ya que amplifica enormemente la fuerza de la película.

Pregunta obligada 1: ¿Cómo le llegó el proyecto?

Los productores Adrián Guerra y Vicente Canales me propusieron hacer una película basada en la leyenda negra de la estación de metro Rocafort, y de inmediato imaginé las posibilidades de crear un thriller psicológico de terror sobre una estación de metro maldita. La idea de hacer una película de este género me resultaba muy atractiva; después de todo, mis primeros pasos en el cine se remontan a cuando, a los 12 años, filmaba películas de terror mudas en Super 8mm con mis amigos.

Pregunta obligada 2: ¿Qué destacaría de Estación Rocafort para aquellos espectadores que no les atraiga tanto el género de terror?

«Estación Rocafort» es, ante todo, un thriller psicológico que juega con la percepción de la realidad a través de un enfoque subjetivo, creando una atmósfera de constante tensión. La película profundiza en el viaje interior de sus protagonistas, explorando sus miedos y deseos más ocultos.

Al sumergirse en el conflicto interno de los personajes, la película mantiene al espectador en un estado continuo de incertidumbre y emoción, al estilo de los mejores thrillers de suspenso. Además, «Estación Rocafort» ofrecerá al espectador una experiencia propia de una película internacional, con un nivel de producción que evocará el cine de Hollywood, pero hecha en España.

Sus protagonistas: un veterano Javier Gutiérrez y una actriz nobel, Natalia Azahara. ¿Cómo ha sido trabajar con ambos? ¿Qué destacaría de cada uno a la hora de dirigirlos?

Javier Gutiérrez es un actor excepcional que irradia una empatía increíble con el espectador, independientemente del papel que interprete. El público lo adora, y creo que eso se debe en gran parte a su generosidad. Lo da todo: al público, a la película y a sus compañeros de trabajo. Esa generosidad se refleja en su actuación, lo que hace que nos guste tanto como persona. Además, fuera del escenario, es una persona maravillosa, y trabajar con él es un verdadero placer. Y Natalia es la versión joven de lo mismo. A pesar de su corta carrera, tiene un talento increíble y es también una persona encantadora con la que es un gusto trabajar. Es muy intuitiva y conecta con el material de una manera profundamente emocional. Ha sido toda una revelación: me ha sorprendido constantemente con matices y detalles que no esperaba en una actriz tan joven.

Gran parte de su trayectoria cinematográfica está en EEUU, pero ahora, varios medios hablan de que está enfocado en España. ¿Tiene nuevos proyectos en el país que le vio nacer?

La mayor parte de mi carrera como director la he desarrollado en el extranjero. Primero fue en Italia, donde rodé varias comedias románticas que tuvieron mucho éxito en taquilla. Luego, en Inglaterra, donde dirigí mi primera película en inglés, que fue muy bien recibida en festivales y se estrenó en cines en los Estados Unidos. Eso me llevó a Hollywood, donde he realizado la mayor parte de mi trabajo. Cuando volví a España para rodar «White Lines«, realmente lo disfruté, y he regresado para rodar aquí cuando he tenido la oportunidad, aunque casi siempre se ha tratado de proyectos estadounidenses. Ahora, con «Estación Rocafort«, por primera vez he dirigido una película 100% española. La verdad es que me gustaría pasar más tiempo en mi país… Creo que «Estación Rocafort» marca mi regreso a casa, y afortunadamente, parece que ese mensaje está llegando a los productores. Paso mucho tiempo en España, pero normalmente de vacaciones… Ahora, es posible que eso cambie.

¿Cómo se ve España y su producción cinematográfica habiendo coronado la Meca de los EE.UU?

¡Lo veo muy bien! Cuando me fui a estudiar cine a Los Ángeles hace 25 años, la situación del cine en España era muy diferente. Hoy, todo ha cambiado. Se están desarrollando proyectos muy interesantes en las plataformas, y hay productores que están llevando al cine películas de gran calidad, enfocadas en el mercado internacional, que logran competir con las producciones de Hollywood. En aquel entonces, sentía que el cine español no estaba aprovechando la ventaja de rodar en una de las lenguas más habladas del planeta. Ahora, esa situación ha evolucionado, y tampoco hay miedo de rodar en inglés. Todos son conscientes de que, con un buen trabajo, se puede lograr una repercusión internacional. Por eso, me parece un momento perfecto para regresar.

Y para terminar; ¿Podría decirnos qué pregunta le gustaría que le hiciéramos que aún no le han hecho?…. ¿Y su respuesta?

Hay una pregunta que me hacen con frecuencia, y creo que este es un buen momento para responderla. La pregunta es: ¿Realmente vale la pena irse al extranjero, considerando lo bien que se vive aquí?

Y aquí va la respuesta:

Sí, vale mucho la pena. Trabajar en el extranjero, especialmente en un lugar como Hollywood, ofrece una experiencia invaluable. Creo que todos los directores españoles que hemos logrado establecer una carrera allí —entre los más destacados, Jaume Collet-Serra y J.A. Bayona— hemos descubierto cosas que ni siquiera imaginábamos posibles. Esto también se aplica a los directores de fotografía españoles que trabajan en Hollywood, como Juanmi Azpiroz o Flavio Laviano. Aprendes en primera persona de maestros del cine (desde actores hasta técnicos) y luego incorporas esas enseñanzas a tu propio trabajo… es lo opuesto a conformarte con lo que ya sabes. De esta manera, se aprende muchísimo y se superan muchas manías, miedos y complejos. Te abre los ojos a un horizonte que antes ni siquiera habías imaginado.

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