Texto: Guillermo Navarro Lou
No hay mejor plan para desconectar de la rutina y recargar las pilas que estar en contacto con la naturaleza, y si encima juntamos eso con turismo cultural se puede plantear como uno de los mejores fin de semana posibles. Pues eso es lo que podemos encontrar en Cuenca, unión de historia y naturaleza.
Esta mezcla de naturaleza con historia la convierte en la ciudad de escapada turística perfecta. La ciudad se ha construido entre las gargantas u hoces de los ríos Júcar y Huécar, y poca broma, pero tiene título de ciudad Patrimonio de la Humanidad por toda su riqueza monumental. No te vas a querer perder todo lo que puedes hacer en una escapada de fin de semana a Cuenca y su sierra.
Primero comenzaremos hablando de la ciudad en sí, que es como un viaje en el tiempo a la Edad Media (en el buen sentido), merece la pena ver su impresionante casco antiguo y sus calles. La principal y más famosa es la calle Alfonso VIII que destaca por sus coloridas casas. Hay alguna cuesta que otra, pero se puede recorrer en un día. En el casco antiguo que quizás sea un poco más caro el hospedaje que en la parte más “moderna” de la ciudad, pero la zona y las calles tienen mucho más encanto.
Algo dentro de la ciudad que merece visita obligatoria también son las casas colgadas y el puente de San Pablo (sí, sí, colgadas, no colgantes, cuidado con esto que si no se enfadan), se encuentran literalmente colgando de las rocas y se rumorea que se construyeron en el siglo XIV, pero desafortunadamente solo 3 son visitables.
Aunque nunca haya probado estos platos, siempre me ha atraído la gastronomía conquense, los platos más típicos son: el morteruelo conquense, ajoarriero, atascaburras, zarajos o el gazpacho pastor y el salchichón de chocolate de postre. Predominan también mucho las carnes de caza, así que, los amantes de la carne estarán en su salsa.
Y antes de salir a explorar otros rincones de la provincia fuera de la capital, no nos podemos olvidar de la Catedral de Cuenca y la plaza Mayor. La catedral de estilo gótico es considerada como una de las 10 más bonitas de España y fue ordenada por el rey Alfonso VIII después de conquistar la ciudad en el 1177 y sobre una mezquita árabe. Otros sitios para visitar son: El Arco de Bezudo, el barrio de San Miguel y el de San Martín con los “rascacielos” de Cuenca.
Dejando a un lado la capital de la provincia, hay que recomendar una visita a su sierra, denominada Serranía de Cuenca. Posee una barbaridad de pasajes en los que merece la pena detenerse a gozar de la naturaleza.
Para comenzar, empezamos mencionando el más bonito que es la Ciudad Encantada, es como un laberinto natural, con varias rocas con formas peculiares por culpa de la erosión del agua, viento y hielo y se les ha puesto nombre en base a la forma que se le haya quedado. Realmente es como una ciudad construida por la naturaleza, parece que en cualquier momento va a aparecer un hada.
También merece la pena ver el nacimiento del río Júcar y el río Cuervo, donde el agua parece que sale de la propia roca como si fuera un truco de magia. En los meses de invierno, esta agua se congela y deja unos carámbanos de hielo enormes, que lo convierte en un espectáculo para la vista.
En este artículo es imposible mencionar todos los pasajes a visitar, pero no te puedes olvidar de visitar el Ventano del Diablo (uno de los miradores más espectaculares de toda la provincia de Cuenca), los Ojos de Mora (que cuenta con una leyenda), las vistas desde los miradores del picón del tío Cogote, la Laguna de Uña, los Callejones de las majadas y el parque Arqueológico de Segóbriga.
Al contar con una densidad de población baja, hace que haya muy poca contaminación lumínica y por tanto de noche se ven las estrellas súper nítidas, que para quién le guste, es precioso. Muchos pueblos de la provincia han obtenido el sello “Starlight” algunos ellos son: Beamud, Uña, Valdemeca, Huélamo, Tragacete, Las Majadas, Vega del Codorno, Poyatos, Mariana, Sotorribas, Villalba de la Sierra, Zarzuela, Portilla, Ribatajada, Arcos de la Sierra, Castillejo de la Sierra.
Si lo que buscamos es un contacto con la naturaleza más deportivo, hay numerosas rutas de senderismo por toda la provincia, como: la ruta de los Callejones de Las Majadas, las rutas a los márgenes de los ríos Júcar y Húecar, la senda de la laguna de uña, la ruta del Escalerón y la Raya, y por dentro de la ciudad la ruta al castillo, que está en el punto más alto e igual se hacen un poco pesaditas las cuestas, pero al llegar arriba merecerá absolutamente la pena las vistas.
Y para los valientes, la subida al Cerro de la Mogorrita, que es la cumbre más alta de la provincia de Cuenca con 1.866 metros de altitud, así que no hace falta que te diga las vistas que hay desde aquí arriba… espectaculares.
Disfrutar de nuestro tiempo libre no tiene precio ni tampoco lo tiene realizar actividades al aire libre en la sierra de Cuenca; definitivamente Cuenca es el lugar perfecto para hacer una escapada de fin de semana.