martes, octubre 8, 2024

Impresionante procesión del Silencio en Almonacid de Zorita

Redacción

Por primera vez en la noche de Viernes Santo, salía la recién creada Cofradía del Santo Sepulcro, que portaron, a hombros, la imagen del sepulcro, durante los casi tres kilómetros de recorrido de la procesión del silencio.

El de Viernes Santo es uno de los días que Almonacid de Zorita vive con más intensidad, probablemente, junto al 8 de septiembre, día de la Virgen de la Luz, y el día del Corpus Christi, los que más de todo el año. El del viernes, no lo fue menos, con sus dos procesiones, el Vía Crucis matutino y la El Santo Entierro, vespertino, en las que intervino, como a lo largo de la Semana Santa, la Banda de Cornetas y Tambores de Almonacid. La integran dos trompetas, que llegan desde Valencia desde hace más de 25 años, además de 15 tambores y 5 cornetas, todos ellos locales.

Igualmente adquieren un protagonismo especial en este día las cofradías almorcileñas: la Hermandad de Jesús Nazareno, creada en 1983, hace ahora cuarenta años, si bien empezó a salir en la Semana Santa de 1984, que viste hábito y capuchones morados; la Cofradía de la Virgen de la Soledad, sólo de mujeres, presente en Almonacid desde tiempo inmemorial, con hábito negro y capuchones blancos; y la recién creada, en 2023, Cofradía del Santo Sepulcro, formada por 35 animosos jóvenes, con hábito blanco y capuchón rojo.
En el Vía Crucis matutino, los fieles portaron los pasos de ‘La oración del huerto’, ‘Jesús atado a la columna’ y ‘El Cristo del Gran Poder’. Los cofrades -sesenta y tres en la actualidad- de la Hermandad de Jesus Nazareno desfilaron, respetuosamente y siempre en silencio, siguiendo y precediendo a las imágenes.

Por la noche, muy puntual, a partir de las diez de la noche, salía de nuevo a las calles la Procesión del Silencio, en el que es, sin duda, el momento más emocionante de la Semana Santa de Almonacid.

Los fieles sacaron, desde la Ermita de la Virgen de la Luz, toda la imaginería de la Semana Santa, de manera que a los tres pasos que habían salido por la mañana, se unieron la talla de la ‘Virgen de la Soledad’ y la del ‘Santo Sepulcro’.

Así, precedidos por la banda de cornetas y tambores de Almonacid, desfilaban, por este orden los pasos de ‘La oración del huerto’, ‘Jesús atado a la columna’, ‘El Cristo del Gran Poder’, ‘El Sepulcro’, llevado a hombros y siguiendo el paso por los miembros de la nueva cofradía, y, por último, la ‘Virgen de la Soledad’. Así, la Procesión del Silencio se extendía a lo largo de casi trescientos metros, recorriendo el mismo itinerario que la procesión verpertina de la Virgen de la Luz, por las calles de Natalio Gumiel Morago, siguiendo por el callejón del Matadero, calle de Luis Fernández de Heredia Rojo, Travesía de la Iglesia y calle Cervantes, para llegar a la Plaza del Coso, calle del Gobernador, y del Conde de Saceda, de vuelta hasta la Ermita, en un recorrido de en torno a dos kilómetros por las calles de Almonacid. El silencio sólo lo rompían las bellas notas musicales del amplio repertorio de marchas procesionales de la Banda de Cornetas y Tambores. No faltó un detalle, ni siquiera el del incensario portátil con el que Mariano Fuentes Roll se encargó de perfumar el ambiente. Al terminar la procesión, el párroco local, Javier García Toledano, daba las gracias a Almonacid por la brillantez de los actos, y también a la nueva cofradía.

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