Redacción
El mundo entero conoce Nueva York. El cine nos llevó a recorrer la Quinta Avenida con Audrey Hepburn, en un “Desayuno con diamantes”. Y, los tacones de Marilyn Monroe arañaron las alfombras del lujoso Waldorf Astoria, el mismo hotel en el que vivió Frank Sinatra. Y, aunque el mítico alojamiento neoyorkino desaparezca, reconvertido en apartamentos de lujo, continuará su existencia como uno de los mitos de la ciudad de los rascacielos.
Sentirse protagonista de una película americana es fácil, en Nueva York, basta con recorrer el inmenso Central Park y juguetear con las ardillas o atravesar el Puente de Brooklyn. Placeres gratuitos que ningún visitante puede perderse.
Manhattan
Concentra el noventa por ciento de las visitas de Nueva York. Más de cien millones de personas han sido testigo de las espectaculares vistas que ofrecen los dos miradores de El Empire State Building. Durante el siglo XX, este magnífico edificio fue conocido como el más alto del mundo. Sus 381 metros de altura, 443 si tenemos en cuenta su antena, ofrecen una postal espectacular y no solo desde su interior. Tampoco se queda atrás la original figura del Chrysler Building. Sin duda, La noche Neoyorkina ofrece unas maravillosas vistas también en Times Square, con sus miles de luces y sus carteles publicitarios.
Pero, Nueva York ofrece muchas experiencias de interés. Escuchar una misa Gospel en Harlem, donde se asienta una buena parte de la comunidad afroamericana o buscar graffitis en el Bronx, la cuna del rap y el hip hop. Sin olvidar Little Italy, el barrio en el que comenzaron a instalarse los primeros inmigrantes italianos y que actualmente se encoge ante la extensión del gran China Town, el populoso distrito chino de Nueva York. En contraposición a estos, se alzan el SoHo (con estupendas boutiques, restaurantes y galerías de arte) y TriBeCa (la zona de moda de Manhatan).
Islas del río Hudson
La famosísima Estatua de la Libertad se encuentra en un islote al Sur de Manhattan. Desde su base es fácil observar otra pequeña porción de tierra situada muy cerca. Ellis es conocida también, como la puerta del “paraíso”. En esta pequeña isla se encontraba el Centro Federal de Inmigración. Millones de inmigrantes tuvieron que permanecer en ella antes de comenzar una nueva vida en Estados Unidos.