Por Antonio de Lorenzo
España se viste de fiesta en todos los rincones cuando llega el otoño. Hoy seleccionamos para ustedes algunos de los momentos más festivos de nuestro país. Ya terminando el verano les invitamos a conocer algunas festividades populares peninsulares.
Las Fiestas de San Mateo y de la Vendimia en Logroño
Las fiestas tienen una fuerte raíz en la tradición vitivinícola, y es por ello que uno de los eventos más simbólicos es el acto de pisar las primeras uvas del año, en pleno paseo del Espolón logroñés, también pasean por las calles y barrios de la ciudad los Gigantes y Cabezudos , figuras típicas de estas fiestas mateas. Y otro de los momentos destacados de las fiestas es la Ofrenda del Primer Mosto.
La gastronomía también juega un papel esencial en las fiestas. Logroño es conocido por su riqueza culinaria. Las celebraciones incluyen concursos gastronómicos, degustaciones populares y la presencia de peñas que organizan comidas al aire libre en distintos puntos de la ciudad; la calle Laurel, es famosa por la abundancia de locales donde las barras de los mostradores aparecen repletas de “tapas” de todos los olores y sabores que hacen las delicias de propios y extraños, y que acompañan los vinos tintos, claretes y blancos más refrescantes.
Las cuadrillas de “peñas” populares llevan color y la alegría a todos los rincones de la capital en un desfile constante a través de sus ruidosas bandas musicales y el desfile colorista de sus activos blusones.
Las corridas de toros siempre están presentes en las fiestas otoñales, gracias al prestigio de los toreros y sus pandillas y también del de los toros más se selectos que presentan para la lidia de las luminosas tardes otoñales riojanas.
Los fuegos artificiales constituyen el broche de oro de cada jornada de fiestas, iluminando el cielo de Logroño en espectáculos pirotécnicos que congregan a miles de personas en las calles, plazas y barrios logroñeses.
En definitiva, las Fiestas de San Mateo y de la Vendimia de Logroño son una exaltación de la cultura, el vino y la tradición riojana, donde los actos religiosos y las actividades festivas se entrelazan en una atmósfera única. Estas fiestas son una oportunidad para que tanto locales como visitantes disfruten de lo mejor de Logroño, su hospitalidad, su gastronomía y, por supuesto, sus vinos, que son la verdadera riqueza de la región.
Las fiestas del Pilar de Zaragoza
Las Fiestas del Pilar llevan a la capital aragonesa a miles de visitantes que , junto a los “maños”, de la interpretación de la jota y de otros bailes tradicionales, son una de las manifestaciones festeras más destacadas en torno al 12 de octubre, fecha en la que se conmemora el Día de la Virgen del Pilar, patrona de la ciudad, de Aragón y de la Hispanidad. Durante la semana que duran las fiestas, Zaragoza se convierte en el epicentro de actividades culturales, religiosas y de entretenimiento que atraen tanto a locales como a miles de visitantes de toda España y de otros países.
El origen de esta festividad se remonta a la leyenda cristiana que relata la aparición al apóstol Santiago de la Virgen María, sobre un pilar, mientras este predicaba en Hispania. Desde entonces, la devoción a la Virgen del Pilar ha crecido, y su basílica es hoy uno de los templos más emblemáticos de la cristiandad. La tradición religiosa constituye el eje central de la fiesta, con Ofrenda de Flores y también Ofrenda de Frutos y Feria de la Cerveza. Pero no todos son actos religiosos. El programa festivo abarca un abanico de actividades para todos los públicos, desde conciertos y espectáculos de teatro, desfiles de gigantes y cabezudos, ferias, exposiciones y actuaciones deportivas. El Pregón tiene lugar en el parque de las Delicias y la plaza del Pilar.
En los últimos años, las Fiestas del Pilar han crecido en proyección internacional y se han adaptado a los nuevos tiempos. Además de los actos tradicionales, se incluyen propuestas más modernas como festivales de música electrónica, arte urbano y nuevas tecnologías. La participación ciudadana y el ambiente de convivencia hacen de estas fiestas un acontecimiento inolvidable, uniendo la devoción religiosa con la celebración popular en una fusión única que refleja el alma de Zaragoza y de sus habitantes.
Fiestas de Otoño en Jerez (Cádiz)
Las Fiestas de Otoño combinan elementos religiosos, folklóricos y culturales que reflejan el espíritu de esta tierra vitivinícola. Uno de los actos centrales es la “Pisá de la Uva” , un acto de gran tradición local que finaliza con la ofrenda a la Virgen de la Merced. Durante estos días, Jerez se llena de alegría y animación con una amplia variedad de actividades. Destacan las catas de vino, visitas a las bodegas, que se complementan con otros actos populares, culturales y religiosos.
Debemos resaltar el vistoso desfile de caballos y enganches, uno de los actos más vistosos de estas fiestas otoñales y el famoso paso de las “cobras”, de la yeguada del Hierro del Bocado, compuesta de una decena de yeguas llevadas a la mano.
En definitiva, las Fiestas de Otoño de Jerez son una celebración del vino, del arte ecuestre y del flamenco, tres pilares fundamentales de la identidad jerezana, enmarcadas en un ambiente festivo que cada año atrae a millares de visitantes.
Acabar como el Rosario de la Aurora
La expresión «acabar como el Rosario de la Aurora» se utiliza en España para describir una situación que termina de forma caótica, con peleas, desorden y de mala manera. Aunque hoy en día se emplea coloquialmente para referirse a cualquier conflicto que se descontrola. El dicho pudo haberse originado entre la Gran Vía de San Francisco y la Cuesta de las Descargas, en el Madrid primitivo. La historia es ésta: entre las advocaciones marianas que acoge la basílica de San Francisco el Grande, la de Nª Sª de la Aurora posee, o poseía, junto a la puerta que da a la calle del Rosario. Por esa puerta, a principios del siglo XIX, sacaban la imagen un punto antes del alba los auroros, o miembros de la hermandad que formaban procesión en esa calle y, como era de noche, portaban grandes faroles. En cierta ocasión se encontró esta procesión con la de la cofradía del Henar y no pudiendo pasar a la vez, por no dar de sí la calle: los cofrades discutieron sobre quien cedería el paso; no se pusieron de acuerdo, las voces subieron de tono y yéndose de las palabras a las manos acabaron a farolazos. Parece que desde entonces se dijo lo de “acabar como el Rasario de la Aurora”.
El dicho pudo haber nacido, también en un pueblo de Cádiz, donde asimismo tubo Cofradía del Rosario y sucedió algo similar. Y algo semejante se cuenta como ocurrido en Sevilla, durante el siglo XVIII, aunque también se asocia a otras ciudades. Donde estalló una disputa entre los organizadores del rosario y algunos vecinos que se quejaban del ruido que éstos ocasionaban a esas horas tan tempranas.
Hoy en día, la expresión ha perdido su conexión directa con los rosarios y se utiliza más bien como una forma metafórica de hablar de cualquier situación que acaba mal, especialmente si involucra una disputa o enfrentamiento.
Ávila. Romería de la Virgen de Sonsoles.
Hay tres romerías al santuario de la Virgen de Sonsoles; el primer domingo de octubre (La Ofrenda Chica); después La Ofrenda Grande; y finalmente La Colilla. La segunda es la más multitudinaria, con baile de la bandera ante la imagen de la Virgen, jotas castellanas, dulzainas y tamboriles.
Romería de Torrijos (Toledo)
Una carreta de bueyes, profusamente adornada, conduce la imagen de la Virgen de La Estrella hasta el santuario del Cristo de Torrijos, a unos dos kilómetros de Valenciana de la Concepción; caballistas, romeros a pie, carros y carrozas la acompañan, tanto a la ida como a la vuelta, ya al anochecer.
Elorrio (Vizcaya). Los Errebombillos.
Hay dos versiones acercas del origen de esta festividad norteña; una lo refiere a la batalla de Lepanto y el regreso de los elorrianos que sobrevivieron a ella; la otra con la revisión anual de armas y tropas. Por la mañana disparan salvas en los distintos cruces de la villa y en la casa del alcalde; el mismo estruendo acompaña la procesión verpertina en honor de Nuestra Señora del Rosario, tras la cual se baila el aurresku.
Otero de Sanabria (Zamora). Romería de los Remedios.
A la romería de la Santísima Virgen de los Remedios, patrona de la Comarca de Sanabria, acuden gentes de todos los pueblos de la zona e incluso del cercano Portugal, concentrándose en un prado de gran belleza. En el santuario, del siglo XVII, se oficia una misa concelebrada por unos veinte sacerdotes, en la que toman parte los ofrecidos, que agradecen a la Virgen sus favores.
Primer domingo de octubre en Benidorm (Alicante). Moros y cristianos.
En torno al primer fin de semana del mes de octubre tiene lugar el Benidorm, encuentros populares entre moros y cristianos, que cuentan, el jueves, con “entracta de filaes”; el viernes, diana, estafetas y embajada mora y cristiana; el sábado, entrada de ambos bandos; y el domingo, parlamento de paz, ofrenda de flores a San Jaime y retreta. Todo un espectáculo musical, muy vistoso y de participación muy popular.
Las Palmas de Gran Canaria. Fiesta de la Virgen del Pilar.
“Los papagüevos”, así denominabann a los gigantes en la isla canaria, anuncian con un pasacalles el inicio de las fiestas, que se prolongan un par de semanas, en torno al 12 de octubre, en procesión por los barrios Guanarteme y Chile, que constituyen su escenario. La víspera hacen ofrenda a la Virgen, procesión y fuegos artificiales en la playa de Las Canteras, que casi siempre se acompaña con un emotivo remojón.
Peñas de San Pedro (Albacete). Auroros.
Salen a las cuatro de la madrugada y se recogen tras rezar el Rosario por las calles y la misa, ya casi al amanecer. Los cofrades impregnan las noches de todos los domingos de octubre con sus cantos; en muchas casas les abren las puertas y les reconfortan con café, licores y pastas.