viernes, abril 19, 2024

Paloma Mariscal: «En esta profesión siempre hay que tener confianza, pero sin dar nunca nada por hecho»

Texto: Sandra De Arriba / Fotos: P.M.

Nacida en Málaga, formada como actriz principalmente en Londres y residente en Madrid, Paloma Mariscal es una actriz con gran pasión que valora esta profesión desde lo más personal.

Paloma ha actuado en multitud de cortometrajes y ha realizado bastantes anuncios publicitarios tanto en Inglaterra como en España. En teatro, ha trabajado entre otras, en obras como Las Bacantes, Despertar de primavera, Anatomía de un Vencejo y Ni gatas ni tranvías. En televisión, como destacados, ha formado parte de la serie Gigantes de Movistar Plus, La otra Mirada y Mercado Central de TVE, Alta Mar de Netflix, y Flipante Noa de Disney Channel.

En la actualidad, es una de las actrices y productoras de la obra de teatro “Dime que todo está bien”, una actuación de comedia que se representa en el Teatro Lara de Madrid.

¿Cuándo y cómo comienzas en el mundo de la actuación?

Comencé estudiando Administración de Empresas, pero en el segundo año me cambié al grado de Comunicación Audiovisual y lo de actriz lo tenía en mi cabeza como algo secundario. Mis padres me decían lo típico de que no era la profesión que más salidas tenía, y en el fondo a mí me daba miedo. Pero con 22 años, mi deseo por la actuación floreció y decidí irme a Inglaterra. Mientras encontraba un trabajo, mis padres me ayudaban económicamente y al mismo tiempo que estudiaba y aprendía a hablar inglés, empecé en una escuela de arte dramático. Allí en Londres estuve residiendo tres años y de ese tiempo, fue cuando me vine a Madrid, y cuando considero que realmente comienzo mi carrera como actriz.

¿Cómo describirías tu vida desde que te introdujiste en este mundo? ¿En qué has notado los mayores cambios?

Desde muy pequeña fui una persona bastante insegura y muy tímida, pero al mismo tiempo siempre fui una niña muy expresiva. A causa de esa combinación de timidez y expresividad, los profesores me recomendaron comenzar a actuar, fue a raíz de ese momento que se me sembró el gusanillo de la actuación y paradójicamente fue así como empecé. Con el paso del tiempo, por supuesto he ido ganando confianza.

¿Cuál es la lección más importante que has aprendido en esta profesión?

La lección más importante que he aprendido a lo largo de estos años es que siempre hay que tener confianza, pero sin dar nunca nada por hecho. Hay que seguir trabajando día a día, regando las relaciones con todos y cada uno de los compañeros, y apoyando al grupo en general. Tanto en el cine como en la televisión, el hecho de que un director de casting te llame en varias ocasiones, no quiere decir que lo vaya a hacer siempre, por eso hay que estar con los pies en la tierra, pero cultivando y sembrando cada día.

¿Cómo definirías tu carrera? Tu trayectoria dentro del mundo de la actuación

Diría que mi carrera se va cocinando poco a poco. Creo que me queda mucho camino, confío en que me llegue la “buena oportunidad” porque considero, sobre todo en audiovisual, que no la he tenido todavía. Creo que he sembrado muchísimo y tengo la confianza de que en algún momento como se suele decir, va a sonar la flauta, por eso a mi carrera la definiría como “muy cerca”.

¿Cómo te caracterizarías a ti misma como actriz?

Creo que tengo algo muy genuino y mío que poco a poco va saliendo cada vez más. Considero que tengo mucha verdad y honestidad frente a cámara y trabajo para ello día a día. Con mucha verdad me quiero referir a que lo que digo suena de verdad, porque hablo desde mí.

¿En cuántos castings has participado? ¿Qué consejos darías para hacer un buen casting?

A raíz de la pandemia el tema de los castings ha cambiado mucho. Desde entonces, yo hago más Self Tapes, que es como la ronda previa a los castings presenciales. También ahora se lleva mucho contratar a una coach para que te ayude, y he de decir, que, en mi opinión, de cara a hacer un casting correcto la ayuda de esta persona profesional es un antes y un después que marca una gran diferencia. Por eso considero que el mayor consejo que puedo dar es que la preparación se realice con la ayuda de un coach.

¿Cuándo tienes un momento difícil, cómo consigues sacar adelante la actuación?

Compagino todo esto con otro trabajo, y para mí la clave cuando estoy mal es volcarme en el trabajo. No dejo que los momentos malos me arrastren, y aunque por supuesto me permito estar mal, trato de mantener siempre la continuidad.

¿Utilizas algún truco antes de cada actuación? ¿Cuáles en ese caso?

Por ejemplo, en la obra de teatro en la que estoy ahora, comienzo yo la función con un monologo, y justo antes de salir hago respiraciones muy profundas y me visualizo a mí misma durante la función con mucha fluidez. Los nervios son muy mentales y por eso en el momento justo antes de entrar, trato de visualizarme disfrutando y me autoconvenzo de que nada va a salir mal.

Has trabajado en la televisión y en el teatro ¿con cuál te quedarías si tuvieras que elegir?

Es muy complicado elegir, tengo el corazón partido. En televisión no he tenido la suerte de hacer gran cosa, pero he hecho episódicos y los he disfrutado mucho. Diría que en televisión y cine me gusta mucho hacer drama, pero en el teatro, por ejemplo, la comedia me encanta. Son códigos muy diferentes, desde la proyección de la voz hasta los gestos. En cámara, por ejemplo, cualquier gesto es enorme, y sin embargo en el teatro, es necesario ir acompañado de gestos, por lo que me atrevería a decir que es casi lo opuesto.

¿Qué te está aportando la obra “Dime que todo está bien? ¿Qué es lo que la diferencia del resto de tus trabajos?

A nivel teatro, es sin duda la más longeva en la que he estado, y el hecho de poder seguir con un mismo proyecto durante mucho tiempo es muy bonito y gratificante. El texto de la obra es del director y autor Marcos Fernández Alonso, una persona con la que he conseguido que se produzca una simbiosis. Personalmente me encanta lo que escribe a unos niveles muy profundos y eso hace que para mí a nivel personal sea muy reconfortante. También en este tipo de comedias que son muy de texto, es muy bonito ver que cada día y cada público es un mundo. Es muy curioso, hay veces que la función no está yendo especialmente bien y la gente se ríe muchísimo, y hay otras veces que la función está saliendo maravillosa y la gente no te acompaña con su risa. Realmente, la reacción del público afecta mucho a los actores y a mí sin duda es algo que me produce fascinación. Desde luego que esta obra es muy especial, continuamos desde el primer día siendo el mismo equipo, y hemos superado todos los contratiempos de la pandemia.

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