Redacción
Consejos para mantenerla a raya
Con la salud no se juega. Una cuestión de “equilibrio entre mente, cuerpo y alma”, tal y como proclama la filosofía oriental, doctrina con más de treinta siglos de antigüedad que presta atención, por partes iguales, al bienestar físico y emocional.
Dos expertas en terapias orientales nos dan las claves para conseguir ese equilibrio y vivir una vida más plena y feliz. Spoiler: es más fácil de lo que parece y está al alcance de casi todos.
Hablar de salud está de moda. La pandemia hizo un click en nuestra escala de prioridades, posicionándola muy por encima del amor, el trabajo, las relaciones sociales y lo material. Como decía Schopenhauer, «con buena salud, todo es una fuente de placer; sin ella, ninguna cosa, sea lo que sea, es agradable. La salud es el elemento más importante en la felicidad humana». Pero hablar de salud no es simplemente hablar de un cuerpo proporcionado y unas analíticas dentro de los parámetros, sino de un equilibrio entre cuerpo, mente y alma (o conciencia) que, por ende, implicará un buen estado físico y mental que, a su vez, conllevará el vivir una vida plena y armónica. Una vida saludable, productiva y longeva.
La salud es un derecho universal. Un término que va ligado, indiscutiblemente, a la salud mental, asunto que ocupa y preocupa a una sociedad cada vez más globalizada, dominada por la desigualdad y la incertidumbre. Precisamente el próximo jueves 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental – etiquetada por los expertos como “el gran enemigo silencioso” -, cuyo objetivo es concientizar acerca de esta “epidemia” en todo el mundo. Con cifras que van en aumento especialmente entre la población más joven, la depresión y la ansiedad encabezan la lista.
Según un estudio publicado por la OMS (Organización Mundial de la Salud), “una de cada ocho personas en el mundo padece un trastorno mental. Enfermedad que aumenta el riesgo de otras enfermedades y contribuye a lesiones no intencionales e intencionales. La depresión continúa ocupando la principal posición entre los trastornos mentales, y es dos veces más frecuente en mujeres que hombres”.
The Organic Spa, referente como mejor centro de terapias orientales de España (Lagasca, 90, Madrid. www.theorganicspamadrid.com), lleva más de una década ejerciendo la sabiduría oriental a través de sus demandados masajes y rituales llegados del continente asiático. Una doctrina con más de treinta siglos de antigüedad que presta atención, a partes iguales, al bienestar físico y emocional. “Somos cuerpo, mente y alma, y no puede haber salud sin un equilibrio entre los tres”, declara Sulawan Pathumset, terapeuta tailandesa al mando del staff desde hace más de una década. “Muchos de nuestros clientes habituales afirman que venir aquí al menos una vez a la semana debería ser prescrito por los médicos. Los efectos curativos, relajantes y estimulantes del masaje oriental son evidentes e inmediatos. Sobre el sistema nervioso, afecta a los neurotransmisores del cerebro y aumenta la secreción de endorfinas (analgésicos naturales), reduciendo los niveles de cortisol. Son una verdadera terapia contra el estrés, la ansiedad, las preocupaciones y el dolor físico y emocional”.
CLAVES PARA MANTENER A RAYA LA SALUD FÍSICA Y MENTAL
Conciliación entre la vida personal y la profesional.
Sueño reparador (8 horas diarias).
Alimentación consciente a través de la dieta mediterránea, rica en verduras, legumbres, cereales y frutas de temporada, y libre de procesados, azúcar, grasas trans y alcohol.
Ejercicio a diario, a ser posible en la naturaleza o un parque.
Exposición solar (con sentido común).
El tabaco, cuanto más lejos, mejor.
Masajes terapéuticos regularmente, siempre en manos de profesionales.
Reír.
Abrazar.
Dar las gracias. Practicar la gratitud.
Escuchar música.
Contacto con animales (está demostrado científicamente que son terapéuticos. Convivir con uno o varios animales disminuye el estrés, la ansiedad y la depresión; mejora la salud cardiovascular y las habilidades emocionales y sociales).
Contacto con la naturaleza.
Hablarse a uno mismo en positivo. Cuando lleguen pensamientos negativos, “cancela” y dirige la mente a cosas positivas.
Vida social activa, huyendo de relaciones tóxicas.
Practicar hobbies a menudo.
Tener una vida sexual saludable.