viernes, octubre 4, 2024

Tercera campaña de excavaciones en la Alquería de La Graja en Higueruela arroja un hallazgo de “relevancia nacional”: un ejemplar completo de oveja del siglo XI

Redacción

La Diputación de Albacete ha impulsado y respaldado económicamente, a través de su Instituto de Estudios Albacetenses ‘Don Juan Manuel’, estos trabajos desde su origen

La Diputación de Albacete ha sido el escenario elegido para dar a conocer un nuevo hallazgo “de relevancia nacional” encontrado en la Alquería Andalusí de La Graja en Higueruela durante la pasada campaña de excavaciones. Se trata del ejemplar completo de una oveja que los análisis del Carbono 14 han fechado entre el año 1025 y el año 1050 d.C. (siglo XI), “un período histórico que se enmarca entre finales del califato y el inicio de los reinos de taifas; lo que la convierte en un ejemplar casi único”.

Así, lo han anunciado el vicepresidente de la institución provincial, Fran Valera, junto a la alcaldesa de la localidad, Isabel Martínez; al director del Instituto de Estudios Albacetenses ‘Don Juan Manuel’ (órgano dependiente de la Diputación de Albacete), Antonio Selva; a uno de los codirectores de la excavación y técnico superior de la Escuela de Estudios Árabes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Pedro Jiménez; y a la investigadora principal del Grupo de Investigación de Paleoeconomía y subsistencia de las sociedades preindustriales también del CSIC, Marta Moreno García.

Además, todos han coincidido en subrayar que el yacimiento arqueológico de La Graja es un referente nacional para el conocimiento de la vida en las tierras del secano de Al-Ándalus “y el origen del paisaje humano que ahora tenemos en La Mancha”. De hecho, Marta Moreno ha aclarado que este descubrimiento que se ha dado a conocer y sus características suponen algo “inusual en el panorama ibérico de las alquerías, abriendo la puerta a revolucionar el mundo de las alquerías que se conocían sólo a través de texto, porque aquí vamos a tener la evidencia directa”.

En este sentido, el vicepresidente de la Diputación, Fran Valera, ha apuntado que de la mano de esta Alquería Andalusí se está accediendo a información muy relevante en torno a cómo vivía “el Ál-Andalus pobre”, señalando que hasta la fecha se habían realizado más esfuerzos en torno a la parte más ostentosa de éste, al tiempo que ha recordado que lo que ahora ve la luz desde Higueruela es muy importante porque “la historia la escriben las clases más humildes”.

Valera reitera el apoyo de la Diputación a la conservación del patrimonio arqueológico “que, además, de ayudarnos a conocer nuestra historia y nuestra identidad, sirven para dinamizar económica y turísticamente nuestros pueblos”

Además, ha puesto de relieve que el éxito de esta excavación, que ha contado desde el inicio de sus trabajos en 2020 con el impulso de la Diputación de Albacete, a través del IEA, y en línea con el compromiso que la institución mantiene con la conservación, recuperación y puesta en valor del patrimonio histórico y arqueológico de la provincia, radica en la suma de “tres pilares”, aludiendo al conocimiento y al rigor científico realizado por grandes profesionales; al apoyo económico de las administraciones y a la parte humana, apuntando tanto estos profesionales, como a los voluntarios y voluntarias que han participado en las campañas y también a los vecinos y vecinas de Higueruela “que han acogido como propio este proyecto”.

Así, Valera ha señalado que junto al apoyo económico de la Diputación, que ha incrementado su colaboración en estos años y, en la actualidad, cuenta con un convenio, de la mano del IEA, por valor de 20.000€, este yacimiento también suma la colaboración de la JCCM, el Ayuntamiento de Higueruela y la Fundación Iberdrola, y ha avanzado que desde la institución provincial se seguirá apostando “por estos instrumentos que, además de ayudarnos a conocer nuestra historia y nuestra identidad, sirven para dinamizar económica y turísticamente nuestros pueblos”.

Por su parte, el codirector de las excavaciones, Pedro Jiménez, que ha apuntando cómo La Graja ha aportado luz en torno al Ál-Andalus de secano, “que existía y era desconocido y ahora estamos viendo cómo vivían”, ha incidido en la relevancia de este hallazgo, indicando que se tenía conocimiento de la importancia de la economía ganadera en estas excavaciones “porque existían evidencias, pero no teníamos restos y ahora los tenemos”.

“Las singularidades” del ejemplar de oveja hallado

De hecho, “la singularidad” de este ejemplar de oveja llevó a la dirección de las excavaciones a solicitar el estudio y análisis del ejemplar al CSIC. Siendo la experta en zooarqueología, Marta Moreno, la encargada de analizar los restos óseos localizados, determinando tanto su cronología como sus características físicas y sus patologías, las enfermedades que sufrió, así como la edad de la muerte de la oveja.

Precisamente, ha sido Moreno quien ha dado los detalles de los primeros estudios realizados sobre el ejemplar, en los que se revela que se trata de un tipo de oveja de menor alzada, mucho más pequeña que las actuales y que alcanzó la madurez, calculándose que vivió entre 6 y 8 años. Además, ha detallado que la dura y azarosa vida de estos rebaños, sometidos al riguroso clima albaceteño, a la trashumancia por la región y al acoso de depredadores, hicieron mella en esta oveja, mostrando en sus huesos patologías relacionadas con la alimentación, enfermedades y daños que podrían vincularse a la exigencia del pastoreo.

Junto a esto, los expertos han arrojado más información en torno a las formas de vida de la época, apuntando que este ejemplar de oveja de La Graja y los rebaños que configuraron, nutrieron a los famosos talleres textiles de ciudades medievales como Chinchilla, Iniesta o Cuenca, cuyos tapices, alfombras y tejidos tuvieron amplia fama en todo el Mediterráneo, llegando su prestigio hasta ciudades como El Cairo, tal y como lo citan los geógrafos árabes de Al-Ándalus.

Desde el CSIC se sigue trabajando para conocer más datos

Además, Marta Moreno ha explicado que, en estos momentos, se sigue trabajando para describir las condiciones de alimentación, el tipo de estabulación o el pastoreo al que fue sometida, y ha añadido alguna “curiosidad” como que el hecho de que el esqueleto estuviera completo y articulado indica que fue depositada intencionadamente en el lugar y que no consumieron su carne, indicando que el hallazgo de dos marcas en el cráneo revela que fue degollada siguiendo el ritual islámico.

Durante la rueda de prensa también se ha apuntando que este descubrimiento permite profundizar, con un mayor grado de detalle, en el conocimiento de las características de la cabaña ganadera que pastaba en las tierras albaceteñas por el año 1000, avanzando en determinar cuáles eran sus rasgos esenciales, “que quizá, de algún modo, trasmitieron a los rebaños que con el paso del tiempo terminaría por configurar, junto con otros ejemplares de oveja que habían traído los nuevos colonos cristianos, lo que con el tiempo se ha conocido como ‘oveja manchega’, ‘oveja segureña’ o quizá ‘oveja churra’. Y de las que ha surgido un producto tan característico como el ‘Queso Manchego’, procedente de una raza reconocida y única, perfectamente adaptada a las características y condiciones de las tierras manchegas”.

Un hallazgo que se suma a la primera mezquita rural de CLM encontrada también en La Graja

Además, el hallazgo de este ejemplar de oveja, tal y como recordado el director del IEA, Antonio Selva, se une a otros que se han producido anteriormente en este yacimiento arqueológico y entre los que destaca la primera mezquita rural de Castilla-La Mancha, que ha abierto un nuevo punto de investigación y conocimiento al plantear una nueva realidad torno al Al-Andalus de secano.

Por su parte la alcaldesa de la localidad, Isabel Martínez, que ha agradecido el apoyo de todas las instituciones, entidades y personas que han trabajado y trabajan en este yacimiento arqueológico, ha destacado la importancia que esta Alquería Andalusí tiene para Higueruela, afirmando que “hemos puesto patas arriba nuestra historia y el pueblo entero se ha volcado”, al tiempo que ha sumado los beneficios que esta excavación aporta en términos de identidad cultural, a nivel turístico o, sencillamente, en cuanto a la contribución que su municipio está realizando a la arqueología. Una tarea en la que el Ayuntamiento cuenta con la mano tendida de la Diputación de Albacete y de su IEA, como ha reiterado el vicepresidente provincial.

Un Instituto de Estudios que este 2023, también está contribuyendo (entre otras líneas de ayudas) a través de diferentes convenios de colaboración a continuar los trabajos que se vienen realizando en otros puntos muy significativos de la provincia y donde el IEA está trabajando desde hace algunos años, como es el caso del Parque Arqueológico de Libisosa en Lezuza o el Castillo de Peñas de San Pedro, a los que este 2023 la institución provincial ha sumado el apoyo a El Acequión en Albacete, como anunció hace algunos meses el propio presidente provincial, Santi Cabañero.

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