Por E. Mirón
Se acaban las vacaciones de verano y la vuelta al colegio se acerca. Para los padres es algo necesario recuperando la rutina diaria y para algunos niños y niñas puede convertirse en un momento duro.
Comienza septiembre y con él los preparativos para la vuelta al cole, hay que preparar uniformes, mochilas, libros y diferentes materiales escolares, pero, además, debemos preparar a nuestros hijos para comenzar el curso y la rutina que conlleva hacerlo. Este momento puede ser algo complicado para los más pequeños, se van a separar de sus padres, tendrán que levantarse pronto y ya no dispondrán de tanto tiempo libre para jugar.
Volver al cole implica recuperar esa rutina que nuestros hijos e hijas ya han olvidado, dejara atrás la playa, la piscina y el campo para empezar las clases. Estos cambios pueden producir en nuestros hijos nerviosismo, malestar y desmotivación, por lo que van a necesitar apoyo en casa por nuestra parte y en el colegio. No podemos olvidar que seguimos en verano, que sigue haciendo calor y que aún anochece tarde, por lo que deberemos adaptarnos a una rutina diferente a la del otoño o invierno.
Los días previos al comienzo de las clases, deberíamos comenzar con los buenos hábitos en los peques: acostarse más temprano, preparar la ropa para el día siguiente y levantarse más pronto por la mañana. Con esto conseguiremos que el cambio sea menos brusco.
Tener una actitud positiva será el mejor remedio para volver al cole, y si los padres también la tienen lograran contagiársela a sus hijos. Estar estresado o de mal humor, no prestarles atención o estar desmotivados, hará que nuestros hijos estén negativos, por lo que afrontarán la vuelta a la rutina de una manera muy complicada.
Los niños y niñas se llenan de dudas y miedos con la vuelta al cole, temores que pueden provocar malestar y que les hará sentirse vulnerables. No sabrán quien será su profesor o profesora o con que niños irán a clase, por lo que debemos ayudarles todo lo que podamos y animarles.
Debemos escucharles y apoyarles más que nunca, eso les dará seguridad. Hablar con ellos de lo que les asusta o preocupa y normalizar la vuelta a clase, conseguirá que los comienzos sean más llevaderos.
Cuando veas a tu hijo o hija triste por volver al cole, recuerda con él los momentos divertidos vividos el curso anterior. Tenemos que conseguir que relacionen el colegio con cosas buenas.
Siéntate con él a preparar mochila, libros, cuadernos, estuches… con todas esas cosas nuevas se sentirá ilusionado.
La vuelta al cole será un buen momento para transmitir a nuestros hijos el sentido de la responsabilidad, sobre todo cuando son algo más mayores. Que sepan que ir al colegio es una obligación, igual que nosotros nos vamos a trabajar.
Debemos convertir la vuelta al cole en un momento clave para la educación de nuestros hijos, será el momento donde aprendan a ser «un poquito más mayores», siempre caminando de nuestra mano.
