martes, abril 30, 2024

Amparo Mendo: «Esta novela invita a reflexionar sobre lo que realmente importa y lo que no»

Texto: Carmen Aniorte

Nuestra protagonista se considera periodista de profesión y por genética. ‘El alma del violín‘ (Editorial Con M de Mujer) es su primera novela, aunque con anterioridad -al margen de sus trabajos en el medio televisivo- siempre ha encontrado un hueco para escribir con el alma y llegar al corazón de los lectores con pequeños y emocionantes relatos. El próximo 31 de este mes de marzo, a las 18:30 horas en el Claustro del Ayuntamiento de Villarrobledo se va a presentar el libro con la presencia de su autora.

¿Se considera una escritora solidaria?

¿Se puede parcelar la solidaridad? Quiero decir que las personas somos o no solidarias, no en función de nuestra profesión, sino de nuestra experiencia, nuestras circunstancias, nuestro carácter y nuestro momento vital. Sí es cierto que cuando publiqué “Nadie tan feliz” (Temas de hoy, 2005), había una intención última de ayudar a otros progenitores de niños con discapacidad intelectual. Y que, en las redes sociales, hablo mucho de mi hijo y de otros colectivos que necesitan de altavoz porque sus derechos se vulneran sistemáticamente. Pero “El alma del violín” es ficción.


¿Cómo se escribe mejor con el teclado del ordenador o con aquello que te va dictando el corazón?

Si hubiera vivido en otros tiempos, hubiera utilizado la máquina de escribir (soy tan antigua que comencé el oficio con una) o la pluma. El lenguaje es mi herramienta de trabajo. Lo que resulta es el fruto de muchísimas lecturas, del trabajo de documentación y, por supuesto, de ese dictado del corazón que muchos han llamado intuición.

¿Qué se siente más periodista o escritora?

Periodista, sin dudarlo. Soy una “plumilla” (otra muestra de antigüedad) que ha escrito ya dos libros y ha participado en tres antologías de relatos. La verdad es que, hasta “El alma del violín”, nunca me sentí capaz de imaginar una trama… ¡de 371 páginas! Siempre creí que lo mío era contar historias reales con protagonistas auténticos. Puede que esa percepción de mí misma haya comenzado a cambiar.

¿Vivimos las mujeres momentos complicados o es una muesca más en este mundo que nos ha tocado vivir?

Desde la pandemia, son momentos complicados para cualquier ser humano. Lo que sucede es que solemos olvidarnos de que nos ha tocado vivir en la cara buena del mundo. Solo hay que mirar un poco a nuestro alrededor. También creo que ‒en los momentos de crisis‒ hay que vigilar con especial atención el recorte de derechos, porque el miedo es un arma muy potente para el retroceso de las conquistas, que utilizan tanto la extrema izquierda como la extrema derecha. Las mujeres, a las que aún nos queda por conquistar igualdad, somos presa fácil.

¿Femenina o feminista?

No me parecen términos antagónicos. Creo que lo importante es el significado que le atribuyas a esas dos palabras. Para mí, femenino es “perteneciente o relativo a la mujer”, según definición de la RAE. Feminista soy por convicción, porque pertenezco a esa mitad de la humanidad relegada durante siglos a un segundo plano.

¿Qué es lo que más le gusta a la hora de escribir un libro (el proceso, la documentación, mirar cara a cara a la pantalla del ordenador…

Desde hace veintisiete años, mi hijo Javier me enseña (mucho mejor que Eckhart Tolle) lo importante que es el aquí y el ahora. Por esa razón he disfrutado de todas las etapas: la de conectar los puntos para dar forma a una historia, la de la documentación, el primer proceso de escritura, el de pulir el texto… Ahora espero impaciente la opinión y el contacto con los lectores, que es una de las etapas más enriquecedoras en este oficio de escribir.

Portada El alma de violín

Según dice la letra «gorda», ‘El alma del violín» es una novela que rinde homenaje a las mujeres que lucharon por ser y lo perdieron todo…. ¿estamos ante una novela que nos invita a luchar?

Creo que la novela invita a reflexionar sobre lo que realmente importa y lo que no, sobre si estamos satisfechos con el rumbo de nuestras vidas, sobre si eso es algo que podemos cambiar y cómo las circunstancias que nos rodean nos lo ponen más o menos difícil, a veces imposible. Mirarnos en el espejo de nuestras abuelas o nuestras madres, que sobrevivieron a una guerra y a una dictadura, nos puede ayudar a calibrar mejor cómo nos afectan las cosas o de qué forma reorientar la brújula. Julia, una joven de los años treinta con un arranque de vida maravilloso, y Daniela, una mujer actual en plena madurez y desilusionada por muchas razones, son las dos protagonistas de la novela que ejemplifican trayectorias y respuestas vitales distintas. Y, sin embargo, hay un hilo invisible que las une.

¿Porqué hay que leer la novela? ¿Qué destacaría de ella por encima de todo?

No me atrevo a responder a ninguno de esos dos interrogantes porque me sentiría como en un zoco, explicando a voz en grito las bondades de mi “alfombra”. Son los lectores a quienes atraiga “El alma del violín” los que mejor podrán explicar los motivos por los que les ha gustado, si es que lo ha hecho. Lo que me fascina de esta parte del proceso es cómo cada uno hace suya la novela por una razón especial y distinta cada vez, como si en cada persona tocase una tecla diferente que ya nada tiene que ver con las intenciones conscientes de esta autora. Una de las descripciones más hermosas que he escuchado hasta ahora es la que hizo mi amiga y escritora Inés Plana, madrina del libro en la presentación en Madrid: “un viaje de dolor y de belleza”.

El alma del violín

Amparo Mendo nunca se creyó capaz de escribir textos tan largos como para alumbrar un libro… hasta que llegó Javier. Nadie tan feliz narra los primeros diez años de vida de su segundo hijo, diagnosticado con TEA, una historia por la que apostó la editorial Temas de Hoy, sello de Planeta, en 2005. A finales de ese mismo año apareció ‘Cuentos con corazón‘, editado por Ediciones B para la fundación Menudos Corazones y en el que colaboraron varios autores. Escribe un cuento titulado ‘Toda la magia del mundo‘. En 2014 llegó ‘Palabras de mujer‘, de Fundación ONCE, para sensibilizar a la sociedad sobre la situación real de las mujeres con discapacidad. Junto a escritoras como Lucía Etxebarría, Espido Freire, Rosa Montero o Soledad Puértolas, se incluye su relato 1298. Con motivo del 8M de este mismo año, se publica su relato ‘El experimento‘ en la antología Ellas, de la editorial con M de Mujer. ‘El alma del violín‘ -su por ahora primera novela- habla sobre la renuncia a los sueños que la realidad nos impone por la fuerza… o a la que nos acomodamos sin más. Y que se convierte en un homenaje a las mujeres que, no hace mucho, nos enseñaron a luchar por nuestros sueños. 



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