Artemis: la luna como pista de pruebas para Marte

Redacción

El programa Artemis de la NASA no se trata solo de plantar una bota en la Luna de nuevo. Su verdadero valor científico radica en utilizar nuestro satélite natural como el campo de pruebas más riguroso para dominar las tecnologías y la biología necesarias antes de emprender el viaje a Marte.

La Luna, específicamente su Polo Sur, ofrece condiciones extremas que, paradójicamente, nos preparan para las condiciones marcianas, principalmente en tres áreas clave: geología, recursos y biología humana.

  1. Experimentos Geológicos: El Estudio de la Regolita

La regolita lunar (el polvo suelto que cubre la superficie) y las rocas del Polo Sur son mucho más que simples muestras para traer a la Tierra. Son laboratorios de química y física que nos enseñan a vivir y construir fuera de nuestro planeta.

Geoquímica del Regolito Lunar

La Luna carece de atmósfera y campo magnético significativo, lo que expone su superficie a la radiación cósmica y a partículas de alta energía del viento solar.

Objetivo Científico: Estudiar cómo la radiación ha alterado la química de la regolita a lo largo de miles de millones de años. Esto ayuda a los científicos a simular el deterioro de materiales de las futuras bases marcianas y a entender cómo la radiación puede degradar el equipo y los hábitats en la superficie de Marte.

Preparación para Marte: La regolita marciana también ha estado expuesta a la radiación cósmica, aunque en menor medida debido a la atmósfera residual de Marte. Las pruebas en la Luna informarán el diseño de los escudos de radiación para la tripulación y los equipos en un viaje de meses a Marte.

El Hielo de Agua Lunar: Recursos In Situ

El descubrimiento de hielo de agua en los cráteres permanentemente sombreados del Polo Sur es quizás el recurso más crítico.

Objetivo Científico: Desarrollar y probar la tecnología de Utilización de Recursos In Situ (ISRU). Esto incluye sistemas para extraer agua del regolito, purificarla y, crucialmente, dividirla mediante electrólisis en hidrógeno y oxígeno para producir combustible de cohete (propelente) y aire respirable.

Preparación para Marte: Marte tiene vastas reservas de hielo bajo su superficie. Si la humanidad puede dominar la extracción y conversión de recursos lunares, se prueba el concepto de que las misiones a Marte no necesitarán llevar todo su propelente o agua desde la Tierra, reduciendo drásticamente el costo y la complejidad de la colonización.

  1. Experimentos Biológicos: El Cuerpo Humano en el Espacio Profundo

El viaje a Marte, que duraría unos seis a nueve meses, expone a los astronautas a desafíos biológicos que la órbita terrestre baja (donde está la Estación Espacial Internacional) no puede replicar. La Luna, al estar mucho más allá del cinturón de radiación de Van Allen, es ideal para estos estudios.

El Impacto de la Radiación del Espacio Profundo

El riesgo biológico más grande del viaje a Marte es la exposición prolongada a la Radiación Galáctica Cósmica (GCR), que puede dañar el ADN y aumentar el riesgo de cáncer y problemas neurológicos.

Objetivo Científico: Monitorear con precisión el impacto de la GCR en los tejidos biológicos y en el cuerpo de los astronautas a nivel celular y molecular. Esto requiere que las misiones Artemis pasen tiempo fuera de la protección de la Tierra.

Preparación para Marte: Los datos recolectados permitirán a los ingenieros diseñar hábitats con materiales y diseños de trayectoria que minimicen la dosis de radiación acumulada. Además, los científicos podrán probar contramedidas médicas, como suplementos dietéticos o medicamentos que protejan el ADN durante el largo tránsito marciano.

El Desafío de la Gravedad Parcial

La Luna tiene una sexta parte de la gravedad de la Tierra (0.16g), mientras que Marte tiene aproximadamente un tercio (0.38g). Estudiar la fisiología en 0.16g es un paso intermedio esencial.

Objetivo Científico: Observar cómo la gravedad parcial afecta la densidad ósea, la masa muscular, la visión y el sistema cardiovascular a largo plazo (en las futuras bases lunares).

Preparación para Marte: Los astronautas que viajen a Marte requerirán regímenes de ejercicio y dietas específicos para combatir los efectos de la microgravedad del viaje y la gravedad parcial de Marte. Los datos lunares ayudarán a calibrar estos regímenes para asegurar que la tripulación esté sana y operativa al llegar.

El programa Artemis transforma la Luna de un mero destino a un laboratorio orbital crucial. Cada experimento geológico, cada muestra de regolito y cada día de monitoreo biológico es una inversión directa en la viabilidad de la futura misión tripulada a Marte.

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