Redacción
El compositor español y pianista, Arturo Cardelús, acaba de ganar el Hollywood Music in Media Award en la categoría de Mejor Banda Sonora para Serie de Televisión en Lengua Extranjera por su trabajo en Terra Alta, la serie que se estrenó el pasado 4 de diciembre en Movistar+. Este galardón, considerado un indicador de los Óscar y los Emmy, honra la música original en todas las artes visuales, convirtiéndose en un referente de la industria del entertainment. Cuando Hollywood premia a Arturo Cardelús por una serie de televisión en lengua extranjera, algo está cambiando en la industria audiovisual. El compositor acaba de demostrar que el talento nacional puede brillar en los escenarios más exigentes del mundo. Este triunfo llega en un momento de especial efervescencia para Cardelús, quien ya el año pasado estuvo nominado al Premio Goya 2025 a Mejor Música Original por la superproducción de animación Dragonkeeper (Guardiana de dragones).
Terra Alta representa un hito en su carrera: su primera banda sonora para una serie de televisión española, un territorio que el compositor ha abordado con la misma ambición y rigor que sus trabajos cinematográficos internacionales. La serie, basada en la novela homónima de Javier Cercas ganadora del Premio Planeta 2019, es un thriller policiaco de seis episodios protagonizado por Miguel Bernardeau que narra la investigación de un doble asesinato en la comarca catalana de Terra Alta. Impulsada por Secuoya Studios, dirigida por Eduard Cortés y creada por Eligio R. Montero, ha apostado por una banda sonora que no es un mero acompañamiento, sino un elemento narrativo esencial. Este galardón coloca a Cardelús entre los compositores españoles con mayor proyección internacional de su generación con un perfil distintivo: su capacidad para transitar entre el cine de autor, la animación y ahora la televisión.
Los HMMA son considerados un indicador de los Óscar y los Emmy. ¿Qué significa para ti este reconocimiento?
Para mí es un reconocimiento muy especial. Los HMMA son premios seguidos con muchísima atención dentro de la comunidad de bandas sonoras en Los Ángeles, así que recibir uno supone una enorme alegría y un impulso muy grande a mi trabajo.
«Terra Alta» es tu primera banda sonora para una serie de televisión española. ¿Cómo llegó a ti este proyecto?
Gracias a su productora ejecutiva, Ángela Agudo. Conozco a Ángela desde hace tiempo, pero nunca habíamos tenido la oportunidad de trabajar juntos. Ha sido un verdadero placer. A pesar de su juventud, Ángela es ya una veterana en este mundo. He aprendido mucho trabajando con ella.
¿Qué diferencias encontraste al componer para una serie frente a una película? ¿Cambia el proceso creativo?
He tratado cada episodio como si fuese una película, pero es cierto que hay diferencias. Los tiempos de entrega son más rápidos y la cantidad de música es mucho mayor. Algo que ayudó muchísimo fue que los creadores tenían muy claro el tono de la banda sonora desde el principio, lo que hizo que el proceso fuera muy fluido. Ha habido pocas reescrituras.
La serie está basada en la novela de Javier Cercas, un thriller literario denso. ¿Cómo abordaste la creación de una atmósfera musical que respetara el material original y funcionara como elemento narrativo propio?
El objetivo era reflejar musicalmente la dualidad del protagonista, Melchor Marín: un personaje marcado por la tragedia y la oscuridad, pero que a la vez ha sabido orientar su vida hacia la luz, la lectura, su familia… Toda la historia es, en el fondo, la lucha de Melchor por permanecer en la luz mientras las fuerzas de la oscuridad intentan arrastrarle al otro lado. El tema principal, interpretado por un cello, nace de esa oscuridad y acentúa el carácter trágico del personaje.
Terra Alta es una comarca marcada por la Guerra Civil y la Batalla del Ebro. ¿Cómo incorporaste esa memoria histórica sin que fuera obvia?
Nos centramos en emociones universales como la pérdida, la nostalgia y el recuerdo. En ningún momento la música hace referencia directa a la Guerra Civil ni a elementos concretos de ese periodo.
¿Qué instrumentos o elementos musicales son clave en la banda sonora? ¿Hay algún sonido distintivo?
El cello es el instrumento principal. También hay texturas electrónicas que acompañan en ciertos momentos, pero el ADN de la banda sonora es el cello. Es un instrumento muy expresivo y con una carga melancólica que funcionaba especialmente bien con el personaje principal.
En «Dragonkeeper» trabajaste con instrumentos chinos y una orquesta clásica. ¿Cómo incorporas elementos culturales específicos sin caer en el estereotipo?
En este caso no buscábamos elementos culturales propios de Terra Alta. Queríamos una banda sonora más universal, más cinematográfica y con un toque de thriller clásico en momentos concretos.
La música en las series españolas ha sido tradicionalmente un punto débil frente a las producciones anglosajonas. ¿Crees que eso está cambiando? ¿Qué hace falta para mejorar?
Hemos avanzado muchísimo, aunque todavía estamos lejos de gigantes como HBO. Creo que vamos por el buen camino, pero necesitamos más tiempo y más personal en los departamentos de desarrollo. Ahí es donde más ventaja nos sacan.
«Uno es tan bueno como el equipo que le acompaña». ¿Con quién trabajaste en «Terra Alta»?
He trabajado muy de cerca con Juan Cortés, con quien ya he colaborado en casi veinte proyectos. Tenemos una comunicación muy fluida y no podría haber hecho esto sin él. También Felipe Mejía y la orquesta de Budapest Scoring han sido piezas clave.
Este premio llega en plena irrupción de la IA en la creación musical. ¿Cómo ves el futuro de los compositores humanos?
Creo que la IA va a revalorizar lo humano y va a sustituir por completo lo mainstream o lo puramente comercial. Muchos sectores —música corporativa, anuncios, true crime, etc.— desaparecerán tal y como los conocemos, pero siempre habrá espacio para sensibilidades humanas en proyectos con una verdadera voluntad artística.
Después de “Buñuel”, “Dragonkeeper” y ahora “Terra Alta”, ¿cuál sería tu próximo reto?
Ahora mismo estoy trabajando en Wake, una comedia negra estadounidense con Cole Sprouse y Riki Lindhome. Es un género que nunca había hecho y me hace mucha ilusión.
UNA TRAYECTORIA MARCADA POR LA EXCELENCIA
Arturo Cardelús no es un desconocido en los circuitos de premios internacionales. Su curriculum incluye reconocimientos en festivales tan prestigiosos como Annecy (Mejor Música), el Festival de Málaga (Biznaga a Mejor Música) y múltiples nominaciones a los Hollywood Music in Media Awards, donde ya había competido por trabajos como «Buñuel en el laberinto de las tortugas» y «Dragonkeeper».
Educado en la Royal Academy of Music de Londres, la Academia Franz Liszt de Budapest y el Berklee College of Music de Boston (donde se graduó «Summa cum laude»), Cardelús ha desarrollado un estilo que fusiona la tradición clásica europea con las narrativas contemporáneas del audiovisual. Su versatilidad queda patente en proyectos tan diversos como el fenómeno viral «In a Heartbeat», la exposición inmersiva de Frida Kahlo, la película «Black Beach» o la miniserie de Netflix «Chiamatemi Francesco».

