Texto: Javier Cuenca
La trayectoria de Ben Affleck como director ha sido realmente satisfactoria en cuanto a la calidad de sus trabajos: no cabe duda de que ha elegido muy bien sus proyectos y entre los cinco largometrajes que ha dirigido hay al menos dos o tres que podrían figurar entre lo más interesante de lo visto en lo que llevamos de siglo. Échenle, si no, un vistazo a su formidable debut, “Adiós pequeña, adiós” (2007) o a la magnífica “Argo” (2012. Ahora regresa a la dirección con “Air”, donde partiendo de una premisa sencilla logra un muy apreciable filme.
“Air”
Dirección: Ben Affleck
Intérpretes: Matt Damon, Ben Affleck, Viola Davis, Jason Bateman, Chris Messina.
Género: Drama.
Duración: 112 minutos.
Affleck ha viajado en esta ocasión a los años ochenta para narrar los complicados prolegómenos de la alianza entre el jugador de baloncesto Michael Jordan y la sección de este deporte de Nike, al objeto de crear unas zapatillas con el nombre del deportista, las famosas Air Jordan.
Y lo hace este actor y director de una manera clásica, sobria, sin incurrir en estridencias ni fuegos de artificio. Resulta, pues, creíble ese tipo interpretado por Matt Damon, aficionado a las apuestas deportivas, que necesita desesperadamente encontrar una estrella del deporte para lograr que la sección de baloncesto de Nike no sea eliminada. Como son igualmente interesantes las conversaciones que mantiene con la madre de Jordan, una siempre convincente Viola Davis, para conseguir que su reacio e impasible hijo acepte calzarse las zapatillas de la famosa marca.
Lo más destacable de esta película es cómo, partiendo de una premisa aparentemente sencilla, Affleck logra tejer una película interesante, muy entretenida, que hace que en ningún momento me desentienda de lo que ocurre. También es muy meritoria la ambientación de la cinta, con esa música ochentera que va sonando a lo largo del metraje, con canciones de aquella época (atención a la reflexión de uno de los personajes sobre “Born in the USA”, de Bruce Springsteen), que funcionan a manera de puentes entre las distintas secuencias.
Quizá “Air” no sea una gran película, de acuerdo, ni la mejor de Affleck, pero se trata de cine hecho con inteligencia, con talento, siendo capaz este actor y realizador de extraer interés, repito, de una historia que a priori no resultaría especialmente deslumbrante. Y lo consigue, además, eludiendo la monotonía o la redundancia. Congratulémonos.
