Redacción
Desde el Instituto Distrital de Turismo de Bogotá expresamos nuestra profunda preocupación ante las recientes revelaciones sobre el estado actual del Aeropuerto Internacional El Dorado, publicadas por el medio Semana, y confirmadas por diversas organizaciones técnicas y gremiales vinculadas al sector aéreo, incluyendo la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles (ACDAC), la Asociación Colombiana de Controladores de Tránsito Aéreo (ACDECTA), el Sindicato de Trabajadores del Transporte Aéreo Colombiano (SINTRATAC) y organismos internacionales como IATA.
El Dorado no solo es la terminal aérea más importante de Colombia: es también la puerta de entrada principal del turismo internacional y de los negocios al país. En 2024, más del 70 % de los viajeros internacionales ingresaron por Bogotá, consolidando su papel como nodo fundamental de conectividad y competitividad regional.
Un impacto directo en el turismo y la economía
El funcionamiento eficiente, seguro y moderno del aeropuerto es un elemento estructural para el desarrollo del turismo, uno de los sectores priorizados por el Gobierno Nacional como motor de la economía. Cualquier afectación sostenida en la operación aérea —ya sea por fallas técnicas, decisiones administrativas sin sustento técnico o sobreexplotación de recursos humanos— tiene consecuencias inmediatas: desde retrasos y cancelaciones, hasta pérdida de competitividad frente a otras terminales aéreas de la región como Lima, Panamá o Ciudad de México.
“El turismo no se puede ver de manera aislada. Cada vuelo que llega o se cancela, cada conexión perdida, cada pasajero insatisfecho, representa una oportunidad menos para la ciudad y para el país. Necesitamos que el sistema aéreo funcione con estándares globales, y eso implica decisiones técnicas, inversión oportuna y gestión transparente”, señaló Andrés Santamaría Garrido, Director de Turismo de Bogotá.
Preocupaciones técnicas y operativas
Hemos recibido información coincidente con lo publicado por la prensa sobre diversos elementos críticos en la operación de El Dorado:
• La ampliación de la capacidad operativa sin respaldo técnico de IATA, lo cual genera incertidumbre en la planificación de vuelos.
• La insuficiencia de personal de control aéreo, lo que genera turnos extendidos y posibles riesgos para la seguridad operacional.
• El estado inadecuado de sistemas tecnológicos fundamentales, como los ILS (instrument landing system), que reducen la capacidad de operación segura en condiciones meteorológicas adversas.
• La reciente transferencia de funciones meteorológicas del IDEAM a la Aeronáutica Civil, sin evidencia de preparación suficiente, lo cual incrementa la incertidumbre operativa.Llamado al Gobierno Nacional
El Instituto Distrital de Turismo, en su papel técnico y articulador del ecosistema turístico de la ciudad, hace un llamado respetuoso pero firme al Gobierno Nacional, autoridad directa sobre la administración del aeropuerto y de la Aeronáutica Civil.
Es indispensable que se evalúen y atiendan de manera urgente estas preocupaciones con criterios técnicos, participación de los actores del sector, y transparencia en la toma de decisiones. La conectividad aérea del país, y en particular de Bogotá, no puede estar sujeta a improvisaciones ni a dilaciones.
Un compromiso desde el turismo
Desde Bogotá seguiremos haciendo nuestra parte: promoviendo el destino, facilitando la experiencia de los viajeros, invirtiendo en promoción internacional, y articulando el ecosistema turístico. Pero para que ese esfuerzo tenga efecto, se requiere una infraestructura aérea robusta, confiable y acorde con el papel estratégico que Colombia quiere jugar en la región.
La conectividad aérea es la columna vertebral del turismo internacional. Bogotá, como capital y principal destino turístico del país, necesita que El Dorado funcione al más alto nivel.
