Redacción
Estos jardines de tipo clasicista fueron creados en la década de 1930 en el lugar que ocupaban las caballerizas construidas por Sabatini para el Palacio Real, de donde viene su nombre. Situados frente a la fachada norte del Palacio Real y promovidos durante la Segunda República, los jardines se terminaron de construir tras la Guerra Civil. Abiertos todos los días.
Su carácter arquitectónico y ornamental como extensión del Palacio Real aumentó al disponerse en ellos varias de las esculturas que estaban destinadas a decorar la cornisa del Palacio. De diseño geométrico, su privilegiada situación los convierte en uno de los jardines más bellos del Madrid de los Austrias.
Si bien es un jardín digno de admiración a cualquier hora del día, es al caer la noche cuando alcanza su grado máximo de espectacularidad, pues desde él se puede presenciar uno de los atardeceres más impresionantes de Madrid. Desde el gran estanque rectangular del centro del jardín, rodeado por fuentes, árboles y esculturas de mármol blanco, el visitante podrá contemplar cómo los tonos amarillos y rojizos cambian las tonalidades de las piedras grisáceas del Palacio y verá finalmente el sol esconderse tras la perspectiva de la Casa de Campo.