Redacción
El Vivero Taxus se ha convertido en un aliado para la vegetación toledana
El equipamiento ambiental del Vivero Educativo Taxus, perteneciente a la Diputación de Toledo y gestionado por el Servicio de Agricultura, Medio Ambiente y Mundo Rural, ha registrado más de 100.000 escolares desde que abriese sus puertas, allá por el año 1997, que han conocido, gracias a este equipamiento, la diversidad vegetal del bosque mediterráneo y la importancia de su conservación.
El Vivero Educativo Taxus lleva desarrollando su labor educativa todo ese tiempo transmitiendo conocimientos sobre la flora de nuestro entorno, buscando emocionar y conectar a los visitantes con la importancia y la belleza de las plantas.
El Vivero Taxus se ha convertido en un aliado para la vegetación toledana porque fomenta el uso de especies autóctonas en la reforestación y ajardinamiento, favorece proyectos colectivos de municipios, centros educativos y asociaciones y cierra el ciclo entre producción, formación, sensibilización y reintroducción de planta.
La labor educativa está dirigida especialmente a los centros educativos, aunque está abierta a asociaciones y grupos organizados, pues las actividades que se llevan a cabo en el Vivero Taxus se dirigen principalmente a escolares de Primaria. En este curso también se han comenzado a ofertar propuestas para público familiar y adulto, teniendo ambas muy buena acogida.
Además, dado el interés y la demanda mostrada por muchos institutos de la provincia, ya se está trabajando en ampliar el programa educativo para el alumnado de Educación Secundaria Obligatoria.
En el curso 2024-2025 se han llevado a cabo varias actuaciones novedosas que están despertando gran aceptación por la ciudadanía, como los talleres participativos para realizar adornos navideños con materiales vegetales del entorno, cursos de bonsáis, dibujo botánico o jardinería familiar, pasando por plantaciones colectivas de especies leñosas autóctonas.
Ya sean escolares o adultos, los temas tratados en el Vivero siempre hacen hincapié en un acercamiento al medio natural. Para ello, se conocen árboles y arbustos autóctonos como la encina, el alcornoque, la coscoja, el almez o el tejo, que da nombre al Vivero en su nombre científico.