Redacción
En Seychelles, la Navidad no es solo una fecha: es un momento de unidad, sabor y celebración al aire libre, envuelto por un entorno natural privilegiado. Seychelles Authentic Hotels Collection (SAHC) invita a los viajeros a descubrir unas Navidades únicas en un destino donde la tradición se funde con la calidez del océano Índico, ofreciendo una experiencia verdaderamente memorable.
Una Navidad tropical con alma créole
La tradición navideña está muy arraigada entre la población seychellense, mayoritariamente cristiana. Cada año, la pequeña capital, Victoria, se engalana para crear un ambiente festivo, las iglesias se llenan para la misa de Nochebuena y las familias se reúnen en celebraciones llenas de música, baile y gastronomía local. Los ritmos sega y moutya aportan un toque vibrante a las reuniones, mientras que las casas y jardines se adornan con luces y flores tropicales como hibiscos y frangipani.
Lejos del bullicio
Celebrar la Navidad en Seychelles significa reconectar con la naturaleza en su estado más puro. Durante diciembre, las islas ofrecen temperaturas cálidas, aguas tranquilas y cielos despejados, el escenario perfecto para explorar playas casi vírgenes, realizar excursiones a parques marinos o caminar entre montañas cubiertas, en vez de nieve, de vegetación tropical. En Mahé, los viajeros pueden recorrer senderos emblemáticos como el Morne Blanc o descubrir calas escondidas a lo largo de su costa granítica. En Praslin, el mítico Vallée de Mai invita a pasear entre palmeras de coco de mer y fauna endémica, mientras que sus playas, como Anse Lazio, ofrecen un marco idílico para un picnic navideño junto al mar. Denis Island, por su parte, brinda una experiencia más íntima y salvaje: snorkel en arrecifes prístinos, observación de aves y caminatas por una isla privada donde la desconexión es total.
Celebraciones con gastronomía local
Durante estas fechas, las mesas se llenan de sabores del océano y de fruta tropical. La Navidad seychellense se convierte en un auténtico viaje culinario en el que las influencias chinas, francesas, indias y africanas se mezclan con la cocina criolla. El ingrediente principal es el marisco fresco, presente en entrantes como el curry de pescado a la parrilla y el curry de tiburón. Otros platos comunes incluyen la rougaille (una salsa de tomate picante), curry de pollo y, de postre, plátano maduro cocido en leche de coco, azúcar y nuez moscada. Los picnics y barbacoas en la playa también forman parte de una tradición muy esperada, especialmente entre las familias.
Los hoteles de Seychelles Authentic Hotels Collection ofrecen a sus huéspedes la posibilidad de vivir estas celebraciones de cerca. Uno de los highlights de la temporada se encuentra en el lodge gastronómico La Belle Tortue, en Silhouette.
Su menú de Navidad celebra la elegancia festiva con una propuesta que fusiona tradición, producto local y guiños creativos. La experiencia comienza con una serie de entrantes que despiertan los sentidos: una galleta de calabaza con albahaca cremosa y perla de yuzu; un sorprendente trampantojo de mousse de foie gras con plátano asado; y una tártara “Ramasse-tout” elaborada con pescado Bourgeois y hierbas frescas.
Como entrantes, el lodge presenta una refinada paleta de marlín ahumado con caviar y vinagreta de coco, junto a un dúo cálido de foie gras a la sartén y pulpo a la parrilla bañados en jugo de Sauternes. Los platos principales, por su parte, combinan delicadeza y carácter: pescado Bourgeois al estilo japonés con berenjena Amok y espuma de apio, seguido de pichón francés en dos preparaciones —muslo confitado y filete envuelto en tocino Denis con jugo de trufa—. El broche final lo pone un tradicional tronco de Navidad de autor que entrelaza café, coco y vainilla.
Los viajeros despedirán el año con un menú festivo que rinde homenaje a los sabores locales y a la creatividad culinaria de su cocina. La velada comienza con una selección de entremeses que combinan técnica y exotismo: canelones de boniato con bresaola y avellanas tostadas; una delicada tartaleta de papaya asada; y un taco de verduras. Como entrantes, el chef propone un carpaccio de mahi-mahi y rábano daikon con granizado de caviar y vodka, además de unas ostras gratinadas con sabayón de champán Veuve Clicquot.
Los platos principales profundizan en la identidad marina del archipiélago: calamares rellenos, un risotto de mar y tierra y una intensa bisqué de cangrejo Ziraf dan paso a una suprema de pollo en costra vienesa con salsa de vino amarillo, shiitake y muselina de hierbas. Para cerrar la noche, el lodge presenta un postre emblemático, el entremés “Coco de Mer”, un homenaje dulce y elegante al fruto más icónico de Seychelles y un final perfecto para una celebración inolvidable frente al Índico.

