viernes, julio 19, 2024

Roadtrip por pueblos medievales de la Costa Brava a tiro de piedra del hotel Mas Salvi

Redacción

La comarca del Baix Empordà acoge un puñado de villas con calles estrechas y empedradas, situadas muy cerca del hotel boutique del grupo Hotels CMC, que son auténticas joyas que parecen detenidas en el tiempo

Es fácil entender por qué la Costa Brava ha inspirado a escritores, poetas, músicos y artistas de todas las épocas; el paisaje te cautiva y la riqueza de su historia y su cultura atrapa. En la comarca del Baix Empordà, donde se encuentra el hotel Mas Salvi by Hotels CMC, hay varios pueblos que aún guardan vestigios medievales y que bien merecen una visita para dejarse atrapar por sus encantos.

Con calles estrellas y empedradas, muros y los porches imponentes o iglesias y ermitas románicas, estas villas son auténticas joyas donde el tiempo parece haberse detenido. Desde Pals, la más cercana al hotel y perfecta para darse un homenaje gastronómico, hasta Monells el pintoresco pueblo conocido por ser escenario de la película española ‘Ocho apellidos catalanes’. Todas están a tiro de piedra de Mas Salvi y son perfectas para recorrerlas en época primaveral y estival, cuando más actividad puede encontrarse en ellas.

Pals

El municipio de Pals está asociado a muchas palabras y sensaciones. Mar, con una playa kilométrica que invita a nadar con las islas Medes como compañeras de baño. Aves, que sobrevuelan y anidan en Les Basses d’en Coll, un espacio protegido entre humedales y dunas. Arroz, el que crece en los infinitos campos anegados y que es el principal protagonista de los platos de la zona. Y, por supuesto, Medieval, con su impresionante casco antiguo amurallado, protegido por la Torre de les Hores, y las estrechas calles empedradas que le otorgan un encanto especial. Una villa amurallada que bien merece una visita y que alberga al hotel Mas Salvi a tan solo dos kilómetros del centro del pueblo.

Peratallada

El conjunto medieval de Peratallada conserva una gran armonía en su arquitectura rural, lo que invita a perderse por sus estrechas calles, así como a cruzar bajo los numerosos arcos que abundan por ellas. El paseo es corto y agradable, con un encanto especial; en su recorrido, hay que detenerse a admirar la iglesia de San Esteban, su castillo-palacio o la Plaza de Les Voltes. Aparte de sus atractivos arquitectónicos e históricos, esta villa es reconocida por su oferta artesanal y gastronómica. Los callejones del centro cuentan con sugestivos restaurantes que ofrecen el complemento idóneo a una escapada de fin de semana al Mas Salvi by Hotels CMC.

Monells

Este rincón del Baix Empordà fue construido en torno a un antiguo Castillo del que sólo se conservan las murallas y es conocido por ser escenario de la película ‘Ocho apellidos catalanes’, Allí es preciso aparcar el coche y pasear por sus estrechas y pintorescas calles que confluyen a la plaza porticada de Jaume I, uno de los principales atractivos. El pueblo se construyó alrededor de un antiguo castillo del que solo quedan las murallas y sus torres; su encanto actual reside en su pasado medieval, de nobles y caballeros, mercados, castillos, baronesas y reyes.

La Bisbal del Empordà

A medio camino entre la ciudad de Girona —donde se encuentra el hotel Best Western Premier CMC Girona— y las poblaciones costeras de la Costa Brava se sitúa La Bisbal d’Empordà, la capital de la cerámica de Cataluña. Además, los visitantes están invitados a detener sus relojes y sumergirse en su pasado, paseando por las calles de su núcleo medieval y adentrándose en el Castell Palau, que forma parte de la Ruta de los orígenes de Cataluña. Un audiovisual explica los conflictos entre señores feudales y sus vasallos en la época medieval y desde la terraza superior las vistas del Empordà son magníficas.

Ullastret

Aunque Ullastret es conocido por el importante poblado íbero del Puig de Sant Andreu, este municipio del Baix Empordà tiene muchas otras propuestas interesantes. Una de ellas es su núcleo antiguo fortificado que invita a zigzaguear por sus estrechas callejuelas en las que se siente el espíritu medieval de la villa. Extramuros se encuentra la lonja, una plaza gótica cubierta donde podrás tomar el fresco; además, es preciso degustar en la zona el recuit de drap, un queso artesanal muy cremoso y uno de los postres más apreciados del Empordanet.

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