Por Laura Fernández Rodríguez
El río Tajo ha sido durante siglos el corazón de Talavera de la Reina, una fuente de vida que ha alimentado a generaciones y ha proporcionado agua, recursos y una conexión vital con la naturaleza para las generaciones que han vivido a las orillas del río. Sin embargo, el paso del tiempo, la contaminación, las presas, la sobreexplotación del agua y la expansión urbana ha dejado una huella difícil de borrar y el ecosistema se ha visto gravemente afectado.
Diversos proyectos de recuperación y restauración ecológica se han puesto en marcha para mostrar un rayo de esperanza al río. La intención es deshacer parte de los daños sufridos y hacer que vuelva la vitalidad del Río Tajo. Las iniciativas además de locales han sido regionales, y se está trabajando sobre todo en la recuperación del agua, la restauración del ecosistema y la sostenibilidad entre las personas y el río. porque, al fin y al cabo, la salud del Tajo es también la salud de Talavera.
El Tajo está cogiendo un respiro, a pesar de tener un largo camino por delante. Con un recorrido de más de 1.000 kilómetros desde su nacimiento hasta su llegada al mar, ha sido el alma de la ciudad. Durante muchos años, ha abastecido de agua y ha marcado el ritmo de la vida de la ciudad, ya que alrededor de sus aguas, se ha construido gran parte de la historia y la identidad de Talavera.
La construcción de grandes presas a lo largo de su curso ha afectado de manera considerable su caudal, sobre todo en las zonas más bajas, como es Talavera. Además, se han vertido residuos industriales y se ha sobreexplotado su agua para la agricultura, y a pesar de ser un símbolo de vida, comenzó a agotar sus recursos con aguas sucias y una fauna cada vez más escasa.
Talavera se ha puesto manos a la obra tras el preocupante estado del Tajo y de forma local ha llevado a cabo varias acciones para intentar devolverle la vida. El tratamiento de las aguas residuales con las estaciones depuradoras para reducir los vertidos contaminantes que antes llegaban al río ha sido una de sus grandes apuestas y ha funcionado de forma rápida y eficaz mejorando bastante la calidad del agua, que será clave para que el ecosistema se recupere. Los proyectos para restaurar las orillas del Tajo se están llevando a cabo de forma simultánea y se ha decidido plantar vegetación autóctona y recuperar las zonas verdes que están cerca del río, permitiendo además de una mejora del paisaje un hogar a muchas especies animales y vegetales. Además, estas plantaciones también sirven para proporcionar sombra y un refugio de lo más natural para las diversas especies que habitan en este entorno.
Uno de los proyectos más destacados en Talavera es el Proyecto de Restauración de Humedales del Tajo, con el objetivo de regenerar los humedales en las orillas del río, vitales para muchas especies de aves migratorias y que además, ayudan a una mejor filtración del agua.
A nivel regional, el gobierno de Castilla-La Mancha también ha tomado cartas en el asunto y entre sus se encuentra una de las más ambiciosas, el Plan de Gestión del Tajo, que busca asegurar que el río tenga un caudal suficiente y a s su vez el agua sea tratada de forma adecuada para tener un río sano y saludable.
Por otro lado, el gobierno nacional también ha apoyado algunas de estas iniciativas. A través del Ministerio para la Transición Ecológica, se han creado acuerdos con Portugal, por dodne también pasa el Río Tajo, y con la colaboración de ambos se pretende mejorar la calidad del agua y gestionar mejor su uso. Además, la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea ha dado un empujón a varias de estas políticas.
Finalmente, no podemos dejar en el tintero uno de los programas de limpieza más destacados, como el proyecto «El Tajo Limpio», en el que tanto vecinos como voluntarios hacen quedadas para recoger basura y residuos del río y su entorno. Aunque el trabajo es enorme, estos esfuerzos están marcando una diferencia notable en la apariencia y la salud del Tajo.
