Por Duaa Naciri Chraih
Salir de casa, subir al coche, sintonizar la radio y ver cómo la pantalla gigante cobra vida mientras cae la noche. El autocine tiene algo de ritual y algo de nostalgia, un aire que devuelve al público la calma de ver una película como antes: sin prisas y sin sobresaltos de notificaciones. Este verano, Autocine Madrid vuelve a apostar por ese encanto con una de las historias familiares más queridas de Disney: “Lilo & Stitch”, ahora en versión acción real, que se podrá ver hasta el 31 de julio, último día programado para esta proyección.
El cine al aire libre recupera la esencia de la película que marcó a toda una generación cuando se estrenó por primera vez hace más de dos décadas. Esta nueva adaptación vuelve a recordarnos que ohana, la palabra hawaiana que da forma a toda la trama, significa familia. Y familia, como dice Lilo, significa que nadie se queda atrás. Una idea sencilla pero poderosa, que resuena aún más cuando se disfruta en un entorno donde las familias se reúnen en su propio coche, compartiendo palomitas y mantas bajo la luna.
La programación no se limita a un solo fin de semana. Según la cartelera oficial de Autocine Madrid, “Lilo & Stitch” podrá verse durante varias sesiones especiales repartidas entre el 14 y 31 de julio, siempre en horario nocturno para aprovechar la magia del cielo abierto. Entre las fechas confirmadas destacan los días 14, 15, 21, 22, 28, 29 y 31 de julio, lo que da margen para organizar un plan distinto cualquier fin de semana o incluso entre semana, antes de que la cinta diga adiós a la cartelera de verano. Las puertas del recinto abren cada jornada a partir de las 20:10, permitiendo que los visitantes lleguen con tiempo para aparcar, cenar algo en la zona de restauración o disfrutar del ambiente retro que envuelve el espacio. La proyección empieza a las 22:10, justo cuando cae la noche y la pantalla se convierte en la única luz encendida en mitad del asfalto. La película tiene una duración de 1 hora y 48 minutos y está recomendada para todos los públicos, lo que convierte cada pase en una opción perfecta para familias con niños o para quienes quieren revivir la historia que marcó su infancia. Los precios oscilan entre 7,50 y 9 euros por entrada, con opciones de combo que incluyen palomitas, refrescos y hasta propuestas de cena americana, manteniendo el estilo de los autocines clásicos de Estados Unidos. Además, el recinto es pet-friendly, lo que significa que las mascotas también tienen su hueco en esta noche de cine. Para los más pequeños, el autocine cuenta con zona de juegos y otros rincones pensados para convertir la espera en parte de la experiencia.
Ver “Lilo & Stitch” en un autocine es, de alguna forma, volver a la esencia de esa palabra que la película convirtió en universal: ohana. Bajo las estrellas, la familia se convierte en un coche compartido, en un bol de palomitas que va de asiento en asiento, en un silencio que se rompe solo con risas y diálogos conocidos de memoria. Y es también un recordatorio de que el cine puede ser mucho más que una pantalla: puede ser un momento para parar el mundo y recordar lo importante.
Este verano, quienes quieran revivir la historia de Lilo, Stitch y su caótica pero entrañable familia tendrán hasta el 31 de julio para dejar el móvil a un lado, bajar la ventanilla y dejarse llevar por la nostalgia. Porque a veces, las mejores historias se disfrutan mejor bajo el cielo abierto, con la certeza de que, por unas horas, nadie se queda atrás.
