Redacción
En otoño, el vino de Viena marca el comienzo del año gastronómico que prepara la Oficina de Turismo de la ciudad para 2026. El Heuriger y el vino vienés son pilares esenciales de la identidad culinaria vienesa y ofrecen una experiencia única que conecta tradición y cultura.
En 2026, las actividades promocionales de la Oficina de Turismo de Viena tendrán el lema «Vienna Bites. Cocina, cultura, carácter». El tema de la comida y la bebida se abordará con distintos puntos de vista: desde la gastronomía y la agricultura hasta la cultura de la mesa y el arte. El foco estará en la gastronomía vienesa, la única del mundo que lleva el nombre de una ciudad. Viena destaca por su identidad culinaria y sus locales auténticos, como los Beisl y los Heuriger. Viena es también conocida por la viticultura dentro de los límites urbanos, que cubre nada menos que 600 hectáreas de la ciudad. Esto caracteriza la imagen y la cultura del buen comer de Viena, algo que la gente de fuera puede vivir con sus propios ojos sobre todo en otoño.
Viena, enamorada del vino blanco
Viena es la ciudad del vino blanco. En el 85 por ciento de los viñedos se cultivan variedades de vino blanco, principalmente Grüner Veltliner, Riesling, Pinot Blanc, Chardonnay y, ante todo, el Wiener Gemischter Satz, una especialidad local con una larga tradición. El Wiener Gemischter Satz es una historia de éxito: para que un vino pueda llamarse «Wiener Gemischter Satz», al menos tres variedades diferentes de uva deben plantarse juntas en un viñedo de Viena y vinificarse conjuntamente. Tras haber casi en el olvido, actualmente el Wiener Gemischter Satz representa alrededor del 40 por ciento de toda la superficie vitivinícola. El Wiener Gemischter Satz también se considera una esperanza en tiempos de cambio climático, y es que, en caso de condiciones meteorológicas extremas, las diferentes fases de maduración de las variedades de uva contribuyen a que no se pierda toda la cosecha. Desde 2013, el Wiener Gemischter Satz cuenta además con la denominación DAC. Y casi la mitad de toda la superficie vitivinícola de Viena ya se cultiva de forma ecológica.
El vino vienés se disfruta en los numerosos locales de la ciudad o en los Heuriger de las afueras. Los Heuriger son toda una institución en Viena. Su éxito se debe al vino de producción propia, a la cocina tradicional, al ambiente acogedor y al bonito jardín que los caracteriza. Los Heuriger también se encuentran en interpretaciones modernas. En Viena, la cultura del Heuriger es considerada Patrimonio Inmaterial Cultural de la Unesco, al igual que la cultura del café y de los puestos de salchichas.
Senderismo entre viñedos
Una excelente oportunidad para descubrir los Heuriger vieneses la ofrecen los numerosos senderos urbanos, que a menudo atraviesan los viñedos y conducen hasta estos establecimientos. Una recomendación especial es el Día anual del Senderismo entre Viñedos de Viena, que permite recorrer el paisaje vitivinícola por un total de cuatro rutas entre el 27 y el 28 de septiembre de 2025. En numerosos puntos, los viticultores vieneses ofrecen durante la jornada degustaciones de vino y comida.
En otoño también se sirve con gusto el Sturm. «Sturm» es el nombre de un zumo de uva que ha empezado a fermentar, es decir, que está en proceso de convertirse en vino. Si paseas en otoño por los viñedos de Viena, no tardarás en darte cuenta de que casi todos los establecimientos lo sirven. Pequeña etiqueta del Sturm con un guiño: se recomienda beberlo con la mano izquierda (la mano derecha queda libre para el vino que viene después); además, se brinda diciendo «¡Buen provecho!» (en lugar de “Salud”) sin chocar las copas.
Cada vez más bodegas apuestan también por los vinos espumosos, elaborados siguiendo todas las reglas artesanales. Muchos de ellos se inspiran en el estilo gustativo del Wiener Gemischter Satz, aunque los vinos espumosos, debido a la rigurosa normativa DAC, no pueden llevar oficialmente esta denominación. Estos espumosos son frescos, elegantes y precisos y, al igual que en Francia, se elaboran según la Méthode Traditionelle, la tradicional fermentación en botella, el método más elaborado y noble para dotar al vino de burbujas.
Next Generation
También hay jóvenes viticultores que aportan nuevas ideas e insuflan aire fresco al mundo vinícola de Viena. Los tres hijos del reconocido viticultor Fritz Wieninger, Sophie, Kathi y Max, regentan este año bajo el nombre Wieninger.Next un Heuriger pop-up en el pueblo vinícola vienés de Stammersdorf, donde también sirven sus propios vinos. Con este proyecto, los hermanos ofrecen una nueva perspectiva sobre el tradicional Heuriger.
Stefan Fuchs-Steinklammer es miembro de la organización «Junge wilde Winzer» (“jóvenes enólogos salvajes”) y pronto tomará las riendas de la bodega familiar junto a su hermano Alexander; de hecho, ya han implementado el cultivo ecológico.
En la bodega Kroiss, situada en Viena y en Illmitz, Burgenland, la hija de la familia, de 27 años, es quien dirige la sede vienesa, donde su toque personal se hace cada vez más notable. El resultado es un estilo vienés fresco y refinado, que se refleja a la perfección en los vinos que llevan su nombre, «Julia».
En el último episodio de la serie de YouTube «Hungry for More Vienna» de la Oficina de Turismo de Viena, el galardonado chef Lukas Mraz (Restaurante Mraz & Sohn, con 2 estrellas Michelin) y su invitada Jessica Tan (cofundadora de Stoke Berlin y enamorada del vino) siguen las huellas del vino vienés. Visitan la granja ecológica N°5, donde no solo hay vino, sino también encantadores cerdos mangalica; visitan a la viticultora Jutta Ambrositsch y hacen una parada en el Buschenschank Hans & Fritz, un proyecto del viticultor Fritz Wieninger y del galardonado chef Juan Amador. La última copa la disfrutan en la vinoteca «Zu den Seligen Affen», un local con mobiliario original de los años 50.