viernes, septiembre 26, 2025

El sol dorado en una taza: El fascinante origen de la Manzanilla

Redacción

La manzanilla, con su delicado aroma dulce y sus pequeñas flores que recuerdan a margaritas en miniatura, es una de las infusiones más populares y reconfortantes del mundo. Pero, ¿Cuál es la historia detrás de esta planta humilde y sus apreciadas propiedades?

Cunas de la calma: orígenes geográficos

La manzanilla, tal como la conocemos comúnmente para infusiones, proviene principalmente de dos especies: la manzanilla alemana o común (Matricaria recutita) y la manzanilla romana o inglesa (Chamaemelum nobile). Ambas pertenecen a la familia de las Asteráceas (Compuestas).

Manzanilla Alemana (Matricaria recutita): Se cree que su centro de origen se encuentra en Europa, específicamente en la zona de los Balcanes, aunque se extendió rápidamente por toda Europa, el norte de África y Asia occidental. Hoy en día, se cultiva en numerosas regiones templadas del mundo, incluyendo España, Hungría, Argentina y América del Norte.

Manzanilla Romana (Chamaemelum nobile): También originaria de Europa, su cultivo se popularizó en Inglaterra durante el siglo XVI. Su nombre latino «nobile» (noble o famosa) refleja la creencia en sus superiores propiedades terapéuticas en comparación con la manzanilla alemana en la antigüedad.

Un Legado a Través del Tiempo: Historia y Usos Ancestrales

La historia de la manzanilla se remonta a miles de años, con evidencias de su uso en diversas civilizaciones:

Antiguo Egipto: Los egipcios valoraban la manzanilla por sus propiedades curativas, especialmente para las fiebres. Se encontraron restos de polen de manzanilla en la tumba de Ramsés II, lo que sugiere su importancia ritual y su posible uso para otorgar fortaleza en la otra vida.

Antigua Grecia y Roma: Los griegos y romanos también conocían las propiedades medicinales de la manzanilla, utilizándola para aliviar dolores de cabeza, trastornos digestivos y problemas del sueño. Los romanos apreciaban su aroma y la utilizaban incluso para elaborar inciensos y condimentar bebidas.

Edad Media: Los herbolarios medievales en Europa incluyeron la manzanilla entre las hierbas más importantes, describiendo sus diversas propiedades y usos.

Expansión Global: Durante el siglo XVI, los colonos europeos introdujeron la manzanilla en América, donde rápidamente se adaptó y se convirtió en una planta medicinal popular.

El Nombre y su Aroma

El nombre «manzanilla» proviene del olor característico de sus flores, que recuerda al de las manzanas. El nombre botánico Chamomilla deriva del griego «chamaimelon», que significa «manzana de tierra», haciendo alusión a su aroma dulce y terroso. Matricaria, por otro lado, proviene del latín «matrix» (matriz o útero), haciendo referencia a sus usos tradicionales en problemas ginecológicos.

De Remedio Ancestral a Infusión Global

A lo largo de la historia, la manzanilla ha mantenido su reputación como una planta con múltiples beneficios para la salud.

Tradicionalmente, se ha utilizado para:

Calmar el sistema digestivo: Aliviar la indigestión, los gases, los cólicos y las náuseas.
Promover la relajación y el sueño: Reducir la ansiedad y el insomnio.
Aliviar la inflamación: Tanto interna como externamente.
Cuidado de la piel: Por sus propiedades antiinflamatorias y calmantes.

Hoy en día, la manzanilla sigue siendo una de las hierbas medicinales más consumidas a nivel mundial, principalmente en forma de infusión. Su sabor suave y sus propiedades relajantes la convierten en una bebida reconfortante para cualquier momento del día, manteniendo vivo un legado que se remonta a las civilizaciones más antiguas.

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