Redacción
El legado vikingo tiene una gran presencia en Noruega, que aún conserva un montón de artefactos fascinantes y cuenta con museos, circuitos y pueblos por todo el país en los que aún viven vikingos.
¿Quiénes eran los vikingos?
Los vikingos eran comerciantes, agricultores o guerreros marinos originarios de los países nórdicos que vivieron durante la Edad Vikinga, que duró aproximadamente desde el año 800 d. C. al 1050 d. C. Una población intrépida que se embarcó en expediciones a otras partes de Europa e incluso más lejos con el objeto principal de comerciar y establecer nuevos asentamientos, pero también para saquear los territorios que conquistaban.
¿Cuál habría sido el equivalente de la tecnología punta del momento hace mil años? ¿Los veloces barcos vikingos, quizás? Estas avanzadas embarcaciones ayudaron a crear coherencia cultural en Europa y fueron cruciales para unificar las tribus nórdicas en un estado.
Los vikingos dejaron su huella en el norte de Europa para siempre y los numerosos vestigios de su cultura pueden transformar tus vacaciones en toda una aventura.
Historia y cultura vikinga
La Edad Vikinga comenzó en el año 793 con el ataque al monasterio de Lindisfarne en Inglaterra, que constituye la primera incursión vikinga conocida. Dos siglos más tarde, en 1066, el asesinato del rey Harald Hardrada en la batalla de Stamford Bridge supuso el final de sus días de gloria.
Las incursiones, los saqueos, la colonización y el comercio llevaron a los vikingos a muchos destinos del mundo conocido y más allá. Al principio solo unos pocos sobrevivieron a las duras travesías, pero con el tiempo las flotas crecieron y pronto llegaron a tener cientos de barcos, conocidos como drakkar. Navegaron por el mar Báltico y por los ríos rusos hasta el mar Negro y el mar Caspio, llegando a Bizancio y al califato de Bagdad. Los vikingos fueron también los primeros europeos en llegar a Groenlandia y a Norteamérica. De hecho, el explorador vikingo Leif Erikson llegó hacia el año 1000 a las costas de Norteamérica, 500 años antes que Cristóbal Colón.
Colonización vikinga
Los vikingos fundaron muchas ciudades y colonias, como Dublín en Irlanda y la región francesa de Normandía. Además, Dublín fue un asentamiento importante durante más de tres siglos. Entre los años 879 y 920, los vikingos colonizaron Islandia, que a su vez se convirtió en el trampolín para la colonización de Groenlandia. Los restos de un asentamiento vikingo en L’Anse aux Meadows (Terranova) se han datado con carbono-14 en torno al año 1000.
Principales reyes vikingos de Noruega
Harald Cabellera Hermosa (850-932)
Harald Fairhair fue el primer monarca que reinó sobre una parte considerable de Noruega. Según la leyenda, se negó a cortarse el pelo hasta que se convirtiera en único rey de Noruega.
Erik el Sanguinario (885-954)
Eirik Bloodaxe fue rey de Noruega entre 933 y 935. Se dice que recibió el apelativo de el Sanguinario (literalmente, Hacha Sangrienta) por su temprana participación en ataques vikingos.
Håkon el Bueno (918–961)
Rey de Noruega desde la década de 930 hasta el año 960. Su educación en Inglaterra le sirvió para lograr unir el país más que su hermano, Erik el Sanguinario.
Olav Tryggvason (963–1000)
Rey de Noruega del 995 al año 1000. Su principal contribución como monarca fue la de convertir al catolicismo grandes partes del territorio bajo su mando.
Olaf El Santo (993-1030)
Rey de Noruega entre los años 1015 y 1028. Olaf II fue un líder guerrero en Francia e Inglaterra antes de regresar a Noruega. Olaf se puso como meta el unir a Noruega como un solo reino cristiano. Se convirtió en el santo patrón de Noruega tras su muerte en la batalla de Stiklestad el 29 de julio del año 1030.
Magnus El Bueno (1024–1047)
Rey de Noruega de 1035 a 1047. Su reinado se vio favorecido por el descenso de la brutalidad y por el deseo del pueblo vikingo de restablecer la monarquía.
Harald Hardrada (1015–1066)
Rey de Noruega de 1045 a 1066. En su primer año de mandato, reinó junto con Magnus el Bueno. Murió durante el ataque a Inglaterra en la batalla de Stamford Bridge, que marca el final de la era vikinga.
¿Cómo pudo un pueblo tan pequeño y disperso conquistar tanto territorio? Los vikingos noruegos se caracterizan por su actitud valiente y fatalista, lo que los convertía en amantes naturales del riesgo. Las tropas invasoras parecen haber tenido una fantástica capacidad para sobreponerse a las pérdidas, ya fuera en batallas en tierra firme o en peligrosas expediciones en el mar. El número de muertes causadas por la guerra era a veces sorprendentemente alto en relación con la población vikinga total, pero esto no satisfizo sus ansias de conquista y exploración durante unos 250 años.
Comerciantes pacíficos y bebedores de hidromiel
Los vikingos son conocidos sobre todo por su saqueo despiadado, y con razón. No obstante, muchos de ellos también vivían pacíficamente como comerciantes y agricultores, y muchas expediciones se basaban en acuerdos de trueque. Los que se quedaban en casa mantenían a sus familias con humildes actividades agrícolas y, aunque tuvieron una vida dura y exigente, nunca les faltó la alegría. La bebida vikinga más conocida es la hidromiel —mjød en noruego—, una bebida alcohólica parecida a la cerveza y endulzada con miel.
El fin de la época vikinga
Los exploradores trajeron su identidad cultural a la Europa continental, a la vez que importaban cultura, lenguas y conocimientos extranjeros. Hacia el año 1100, los vikingos estaban en declive debido a una combinación de disputas internas y resistencia de otros países europeos, que habían aprendido la dolorosa lección de que necesitaban defenderse de los ataques construyendo fortificaciones.