viernes, marzo 29, 2024

ARROPE MANCHEGO, EL POSTRE QUE NO DEFRAUDA

Texto: M.O.

Hasta ahora hemos estado recordando recetas más de la tierra, basadas en productos de la extensa y rica despensa manchega. Sin embargo, hay recetas también que provienen de sus bodegas. Este es el caso del Arrope Manchego, un dulce típico de La Mancha, que se elabora en muchas casas cuando llega la época de la vendimia, en vísperas de una nueva estación otoñal. Del mosto de la uva se elabora el vino de La Mancha, de todos es sabido, pero es que además el mosto se usa para hacer recetas tan ricas como el Arrope Manchego, un postre no tan conocido.

Como tantas otras recetas de nuestra gastronomía manchega, el Arrope Manchego procede también de raíces árabes, de hecho es un término, “arrope”, que procede de “Ar-ubb”, una palabra árabe que expresa la idea de jugo de fruta cocido. Y es que el Arrope no deja de ser un aderezo culinario, de orígenes milenarios, resultado de la cocción a fuego muy lento de frutas bien maduras hasta lograr que espesen en un sutil y delicado puré, más bien, textura de mermelada. Hay quien dice que es el primer sabor dulce obtenido por el hombre de forma natural, al que no se le agrega azúcar y que fue muy usado ya por romanos y árabes. Es más, según parece allá por el siglo XI, españoles y árabes preparaban Arrope de forma asidua en un proceso de largas cocciones hasta conseguir esta salsa dulcísima de uvas negras y otras frutas. En definitiva, el Arrope Manchego es una conserva, como la mermelada, por ejemplo, pero sin azúcar y siendo el mosto su elemento catalizador. Para tener la consistencia de jarabe espeso, se le añaden los trozos de frutas, pero, sobre todo en La Mancha, se le añade calabaza a la cocción.

El Arrope Manchego también es conocido como “Arrope de Uva”, en Argentina, o “Mostillo”; en algunas zonas de Extremadura se le puede llamar “Aguamiel”, el proceso de elaboración es similar, pero sustituye el mosto por la miel obtenida de lavar la cera después de la recolección o la cata. En Sudamérica, norte de Chile y de Argentina como San Juan, San Luis, Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba, Catamarca, Salta, Jujuy o La Rioja, el arrope se obtiene del fruto del algarrobo, del chañar, del higo o de la tuna.

¿Es un postre, una salsa o una conserva?

Pues aunque es uno de los postres más típicos manchegos, debemos reconocer que encuadrar en una categoría gastronómica al Arrope no es tan sencillo para algunos. Por un lado y debido a su toque dulce, obviamente lo identificamos como un postre. Por otro, si atendemos al aguante en el tiempo, de su caducidad prologada, podríamos estar hablando de una salsa o aderezo que se conserva. Su capacidad de conserva es tal que lo convertía en el perfecto sustituto de la miel, en aquellos años la miel era un producto que no estaba al alcance de todos. Queramos verlo de una manera u otra, la realidad es que el Arrope Manchego es uno de los manjares que cumple con todos los requisitos de los más golosos.

¿Cómo se elabora?

Para empezar hay que tener a mano calabaza, mosto filtrado y cuatro bolsitas de manzanilla (esto último al gusto de cada uno). Partimos en trozos pequeños la calabaza y los echamos en agua de cal durante unas horas. El agua de cal se hace diluyendo dos cazos de cal en 4 de litros de agua, por ejemplo. La calabaza debe estar sumergida en este líquido al menos dos horas, lo importante es darle el punto justo para que no se deshaga después al cocerla.

En una olla grande ponemos a cocer el mosto, 10 litros por ejemplo, y las cuatro bolsitas de manzanilla atadas, se trata de que suelten su sabor. Sabremos que está en el punto idóneo de cocción cuando el líquido se haya quedado reducido a la mitad.

Una vez que tenemos el mosto concentrado, echamos los trozos de calabaza, que hemos sacado del agua de cal, lavados y secados previamente. De nuevo se vuelve a poner a cocer todo hasta que, una vez más, quede reducido a la mitad. Es un proceso de horas como podéis comprobar, pero una vez acabado podemos embotarlos en frascos de cristal y disponer del Arrope Manchego cuando queramos. Un truco para saber si está o no listo el Arrope es echar una gota en un plato y dejar que se enfríe, si al cortarla con un cuchillo la masa no se vuelve a juntar es que lo hemos hecho bien.

La forma tradicional de comerlo es untarlo en pan, es una merienda estupenda para los críos, aunque también podemos echarle más imaginación al Arrope Manchego. Os recomiendo poner un poco encima de una loncha de queso manchego, o que lo pongamos de acompañamiento para carnes, o echarle un poquito encima del paté… Cualquiera de sus formas y variantes es buena para degustar este postre manchego: El Arrope.

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