viernes, diciembre 13, 2024

ARTHURSEN. Días de descanso, reflexión y nuevas intenciones

Texto: Luis Aragoneses

Digitalización: una gran oportunidad inmediata

Mi buen amigo Javier, el editor de esa publicación, me pidió que le escribiera un artículo para estas vacaciones. Siguiendo la línea de artículos que desde Arthursen estamos publicando en “Diario Más Noticias” de estrategia y gestión empresarial, me gustaría únicamente sembrar una idea fresca, pues por las fechas, muchos de nosotros queremos descansar y recuperar fuerzas.

Digitalización, digitalización y más digitalización Y ¿quién quiere leer nada de la empresa después del follón de todo el año? Lo que quiero es descansar y olvidarme de todo, me decía.  Pero no es cierto. Me hice la misma pregunta y simplemente me limité a contestar lo que mi cabeza rumiaba por estas fechas. ¿En qué piensas Luis? Amén del plan familiar, de una salidita o de una buena cena con amigos, mi cabeza de vez en cuando sigue con cierta inercia en el mundo empresarial, sin agobios y con la distancia que te permiten unos días festivos, como un padre que no puede dejar de ser padre, aunque su hijo se haya ido de vacaciones con los amigos. Sin presiones, con la tranquilidad que da no tener mañana que resolver una urgencia, de tener una videoconferencia o de tener que presentar un informe, no abandono las ideas sobre las cuáles crecer, sobre las cuáles ayudar a mis clientes; ideas transformadoras del mundo que nos rodea y cómo será ese futuro próximo, intentado anticipar el mismo; ideas que van a cambiar las empresas, el cómo nos relacionamos con las personas, y la forma de hacer negocios. La respuesta surgió por si sola: impulsar la digitalización de la empresa.

Bien sea un directivo o propietario de empresa bien sea un autónomo o profesional asalariado de la misma raro es el perfil que no se vea afectado por este tsunami de la digitalización. Ni artistas, ni agricultores, ni muchas otras profesiones o empresas que pudiéramos creer que no se van a ver afectados, pueden mantenerse al margen de esta transformación. ¡Qué haría un artista hoy sin unas buenas redes sociales! ¡Cuántos restaurantes no se han reinventado en el COVID y han podido vender por internet! Desde los más pequeños a los más grandes: ¡Cuántas eléctricas han abandonado la idea de que su negocio es del de proporcionar una determinada energía (i.e.: gas) a ser los gestores digitales de las necesidades eléctricas de los distintos segmentos de cliente! ¡Cuántos bancos sólo contemplan el mundo digital como ecosistema de vida!

Personas, personas, y más personas

Pero, qué tiene esto de “fresco”, si llevo varios años con el “run run” de la digitalización a cuestas. Palabras como industria 4.0, marketing digital, digitalización de procesos y modelos de negocio, etc. y todo ello sin citar las múltiples tecnologías que lo soportan y que me impactan de manera diaria (Inteligencia Artificial, Internet de las cosas, procesamiento en la nube, integración de sistemas, la simulación, la ciberseguridad, el tratamiento masivo de datos -big data-, la realidad aumentada, la fabricación aditiva y el 3D, etc.) Bueno, la bondad de la idea que os quiero transmitir viene de la mano de una reflexión resultado de la experiencia después de todos estos años digitalizando y transformando negocios: El factor necesario es la tecnología, pero el factor de éxito son las personas. 

La tecnología, cada vez más asombrosa y apasionante, puede darnos miedo fruto del desconocimiento de su verdadero potencial o inclusive su capacidad de implantación real y rendimiento. El común de los mortales ve con cierto cariño al primitivo hombre de las cavernas entusiasmado con su capacidad de hacer fuego, … pero si ahora mismo ¡no somos más que trogloditas digitales! Nuestra curiosidad y conocimiento, como niños pequeños, se ve progresivamente colmada pero no sin cierta sensación de descontrol al comprobar, cada vez que profundizo en algún ámbito tanto tecnológico como de gestión, las múltiples oportunidades, aplicaciones prácticas y posibilidades abriéndose ante mis ojos a medida que adquiero más conocimientos. Yo, cuanto más domino ciertos temas, más “alumno” y estudioso me convierto de los mismos.

Competir gracias a la digitalización … con personas

Cada empresa parte de un determinado nivel de digitalización y es posible que miremos con recelo a la competencia por sus innovaciones y capacidades (muchas veces daríamos un ojo por saber cómo lo han hecho, cuánto se han gastado, qué problemas han tenido y qué resultados les está dando). Saber dónde estamos es relevante y mucho más saber cómo queremos competir. Me gustaría decir que esto es una apuesta a largo plazo, … pero no lo es. O me subo al tren o esas empresas de la competencia me dejarán únicamente las migajas que ellos no quieren porque no les resulte económico. Esta no es una afirmación alarmista; es la constatación de lo que ha sucedido en numerosos mercados e industrias a medida que han sido impactadas por las nuevas tecnologías. Aquí, la estrategia del avestruz es jugar a la ruleta rusa de manera recurrente pues el tiempo que tengo de reacción es inferior a las experiencias que tenemos de impactos tecnológicos pasados debido a la rapidez de propagación y transformación de las actuales tecnologías. En este contexto, quizás tenga un directivo que impulse la digitalización en su organización, o un consultor que me ayude a visualizar ese futuro inminente, integrarlo en la estrategia de la empresa y como buen “táctico” ayudar al “timonel del barco” a realizar las maniobras. Buen punto de partida y condición necesaria, pero lo dicho, es un comienzo y no una garantía de éxito. Inclusive la disponibilidad de todo un equipo

dedicado acelerará el proceso pero al final es toda la organización involucrada la que hará posible esa transformación competitiva de mi empresa: desde el camionero o mozo de almacén incorporando información usando dispositivos electrónicos y proporcionando información valiosa pasando por los administrativos que soportan las operaciones, los analistas que ponen en valor la información y los directivos que toman decisiones adecuando el modelo de negocio, adaptando los procesos y realizando propuestas de valor a los clientes

Oportunidad inmediata

Después del colegio, la universidad y una década y media en Arthur Andersen, mi cabeza no piensa en años naturales sino en años escolares. No voy a cambiar ahora, es un “surco mental” muy marcado que nos pasa a muchísimas personas: fijamos expectativas y objetivos después de vacaciones y arrancamos septiembre con unas directrices y metas que nos dan seguridad y confianza. Le invito desde esta tribuna a asumir inmediatamente el impulso de la digitalización en su organización, e integrar dentro de esta estrategia a las personas en el centro de dicha transformación. La decisión de digitalización con o sin ayudas públicas, no es renunciable, pero adicionalmente es inexcusable con la ayuda de los fondos de “Next Generation” procedentes de Europa. Con 72.000 millones de presupuesto para España, cantidad nunca vista antes para transformar la economía, la digitalización constituye uno de los 4 ejes transversales sobre los que se vertebra esta ayuda europea. Poco a poco vamos sabiendo cómo van a canalizarse dichos fondos y, con bastante probabilidad, aquellas organizaciones que afronten la transformación digital podrán optar a solicitar dichas ayudas.

Luis Aragoneses. Socio director en Arthursen: experto en transformación e innovación empresarial.

 www.arthursen.com   laragoneses@arthursen.com

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