Redacción
Desde hace 16 años trabaja con jóvenes procedentes de las zonas más pobres del país
El presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, ha recibido hoy en el Palacio Provincial al sacerdote Pedro Jaramillo, quien realiza una importante labor pastoral y formativa en Guatemala desde hace 16 años.
El que fuera vicario de la diócesis, no venía a España desde 2016 y entonces también fue recibido por Caballero, quien mostró y ha mostrado esta mañana su disposición a colaborar con los proyectos que desarrolla en América Central.
Caballero se ha interesado por la marcha de las inicitivas que desarrolla en la capital, donde acceden a formación reglada, a través de la comunidad de los salesianos, jóvenes procedentes de las zonas más pobres del país y alejadas de la capital. Jaramillo ha comentado, a este respecto, que con algunos de ellos tienen dificultades para comunicarse porque no hablan el castellano y sólo se desenvuelven en su lengua autóctona.
Ha indicado, asimismo, que ya cuentan con generaciones de jóvenes que se ganan la vida trabajando en los oficios que han sido formados, tanto de los internos que viven en la casa como de los que reciben la formación en régimen de externos.
Ha añadido que trabajan también con mujeres y jóvenes. Dada la proliferación de cuidados de estética y belleza, todas ellas se inclinan por asistir a talleres que tienen que ver con el adiestramiento en tipo de servicios que se comienzan a prestar incluso en lugares donde la pobreza marca la vida de un gran porcentaje de la población.
Por otra parte, el sacerdote oriundo de Torre de Juan Abad ha destacado la importancia que tiene el hecho de que instituciones como la Diputación destinen parte de sus recursos públicos a la cooperación con el Tercer Mundo. Ha agradecido las iniciativas de apoyo que parten de la institución provincial diciendo que las ayudas económicas que reciben redundan de manera directa en beneficio de comunidades que no tienen cubiertas sus necesidades básicas.
Jaramillo se ordenó sacerdote en marzo de 1964. Siempre se ha caracterizado por su inclinación al contacto con la gente. En Ciudad Real era conocido en 1970 por su acercamiento a quienes residían en la Barriada de Padre Ayala, en la actualidad desaparecida. La labor docente que desarrolló en el seminario de Ciudad Real desde hace diecisiete años la aborda en Guatemala formando a jóvenes sin recursos con la esperanza de que contribuyan a levantar el país y que tengan, si es posible, un futuro mejor.