Por José Agustín Solís
Carmona, situada en el corazón de la montaña cántabra, es una joya oculta que desde 2019 ha sido reconocida como uno de los pueblos más bellos de España y declarada Bien de Interés Cultural. A diferencia de su homónimo en Sevilla, Carmona de Cantabria se enorgullece de su patrimonio ganadero y artesanal, un paraíso donde la armonía entre mar y montaña dibuja el paisaje infinito de Cantabria.
Ubicado en el municipio de Cabuérniga, Carmona se presenta como un pintoresco pueblo de montaña, donde el antiguo trazado de sus calles estrechas y las casas de piedra cántabra, evocan tiempos pasados. Para preservar la tranquilidad y el encanto del lugar, se recomienda dejar el coche en el aparcamiento a la entrada del pueblo y adentrarse a pie por sus callejuelas, descubriendo así la verdadera esencia montañesa, ganadera y artesana de Cantabria.
La arquitectura popular de Carmona, con sus mansiones-palacios de la época barroca y casas más modestas, convierte a este pueblo en un auténtico cuento. Aquí, cada rincón narra historias de antaño, invitando a los visitantes a sumergirse en una atmósfera de paz y belleza natural.
En el corazón de este idílico pueblo se encuentra el Arha Carmona, un hotel de cuatro estrellas que antes fungía como parador y se erige como el edificio más emblemático de la localidad. Conocido como La Casona de Carmona y el Palacio de los Mier, este edificio del siglo XVIII fusiona la arquitectura barroca de la época de los Austrias con el diseño característico de las casonas montañesas.
La fachada de La Casona, flanqueada por dos imponentes torres, es una muestra de la majestuosidad del estilo herreriano. Dentro de este acogedor hotel, que ofrece diez habitaciones con vistas impresionantes al pueblo, los visitantes pueden experimentar una regeneradora tranquilidad y la sensación de que el tiempo se detiene.
Carmona es un destino que invita a la exploración. Desde el hotel, los huéspedes pueden emprender paseos por los alrededores, disfrutando de la naturaleza y la historia que este pueblo tiene para ofrecer. El restaurante La Casona de Carmona ofrece platos tradicionales cántabros, destacando la carne de Tudanca y sus famosas croquetas, permitiendo a los comensales saborear la gastronomía local.
El encanto de Carmona trasciende sus límites, invitando a los visitantes a explorar los diversos barrios que componen el pueblo y la iglesia de San Roque, del siglo XVI. La presencia del ganado Tudanca, con su estatua a la entrada del pueblo, simboliza la identidad de Carmona y refleja la vida en semilibertad adaptada al clima montañés.
Para los amantes de la naturaleza, el mirador de Vueltuca ofrece vistas espectaculares de Carmona y las montañas circundantes. Además, la ruta de Los 10.000 del Soplao, brinda una oportunidad única para los deportistas de experimentar «El infierno cántabro» en sus diversas disciplinas.
Carmona se revela como un destino imperdible para quienes buscan experiencias auténticas en el norte de España. Su rica historia, su impresionante naturaleza y la hospitalidad de sus gentes hacen de este pueblo un lugar mágico. Ya sea disfrutando de la tranquilidad de La Casona de Carmona, explorando sus calles empedradas o aventurándose en los paisajes naturales circundantes, Carmona promete ser un refugio de paz y belleza en la Cantabria más montañesa.
