jueves, abril 18, 2024

DESTINOS TURÍSTICOS CON ARTE

Redacción

Ciudades, y rincones que se han convertido en centros turísticos gracias a su relación con visitantes ilustres. Grandes genios del arte que supieron elegir sus refugios, en la Provenza francesa o en España.

Paisajes capaces de enamorar a las mentes sensibles. Encuentros con la historia reposada y la naturaleza apacible. Genios en busca de inspiración que tropiezan con musas inesperadas. Una combinación encantadora capaz de espolear la imaginación y la creatividad. Lugares que se han hecho célebres por sus vínculos con aquellos artistas que los eligieron. 

Provenza francesa de aire, lavanda y agua. 

Vincent Van Gogh encontró toda la belleza que buscaba en la Provenza francesa. Decía que era tan extraordinaria que no podía captar toda su hermosura. La luz, los colores, el viento con su aroma a lavanda, y el río Ródano le aportaron creatividad. Entre 1888 y 1889, el pintor holandés se instala en Arlés. Los atractivos de la Provenza francesa le cautivan y vive su época más productiva. En quince meses pintó más de trescientas obras y entre ellas se encuentran las más conocidas. 

Arlés le enseñó las pinceladas ondulantes, como en un juego con el viento, los amarillos, los verdes y los azules intensos característicos de su obra. En la Provenza francesa nacieron Los Girasoles, La Casa Amarilla, La habitación del pintor, el Puente de Langlois y muchos lienzos más. 

El genio holandés atravesó el Puente de Trinquetaille y recorrió el antiguo Foro Romano ubicado en el corazón del casco antiguo. En el centro histórico de la villa se encuentra el llamado Café Van Gogh, restaurado para recrear el ambiente del Café du Soir que el artista “maldito” recreó en su obra. 

Arles

El genio malagueño enamorado de Horta.

Alguien dijo que Horta de San Juan, en Tarragona, es un lugar picassiano. Desde luego, fue uno de los pueblos favoritos de Pablo Picasso. Está situado sobre una colina y posee una abundante historia. Su iglesia gótica sus palacios renacentistas y sus calles estrechas y sinuosas le aportan ese encanto especial. 

El artista malagueño lo descubrió en la primavera de 1898. Llegó enfermo pero el contacto con la naturaleza y la paz de la localidad mejoraron su salud. Decidió inmortalizar su plaza, sus calles y sus casas en dibujos y pinturas de trazo tradicional. Su estancia se prolongó hasta el invierno y diez años después decidió repetir. 

En su segunda visita ya había iniciado su aventura cubista. De esta etapa, y de este nuevo encuentro, surgieron lienzos como La balsa de Horta o La fábrica de Horta de Ebro. También la plaza porticada, del siglo XVI, sirvió de modelo al genio para una de sus primeras obras cubistas. El municipio de la “Terra Alta” cuenta con un Centro Picasso que exhibe reproducciones de las pinturas de Horta, realizadas por el artista.

Cadaqués, de fama mundial. 

Mar, acantilados y casitas blancas. La pasión por Cadaqués del genial Salvador Dalí otorgó fama internacional al pequeño pueblo de la costa gerundense. Ahora, protege el recuerdo del artista en su casa de Portlligat. Lo que fue un grupo de viviendas de pescadores paso a convertirse en el mayor centro de producción pictórica del genio del surrealismo. Su residencia más habitual, durante cuarenta años, sigue repleta de objetos extraños y fuera de lugar. Es la obra más íntima de un extravagante genio planetario. 

Sus primeras obras reflejaban los paisajes del pueblo en el que pasó sus veranos de infancia y juventud. Después, llegarían el surrealismo, su gran personalidad creadora y un carácter histriónico que le otorgarían fama mundial. Compartió su refugio de Cadaqués con algunos amigos y grandes artistas como Joan Miró, Pablo Picasso o Marcel Duchamp

Los dominios de Dalí se han convertido en centro turístico. En Portlligat se ofrecen, incluso, paseos marítimos en la barca de Dalí y Gala

Cadaqués

La ciudad del pintor griego.

Toledo se hizo inmortal con El Greco. La magia de la capital manchega enamoró al pintor de origen griego. Doménikos Theotokópoulos llegó a Toledo en 1577 y permaneció en la ciudad hasta su muerte. Casi 40 años de vida y trabajo en la urbe imperial.

Toledo

La residencia del artista desapareció. Sin embargo, el Museo de El Greco recrea una casa toledana de la época y en ella se aloja, entre otras obras, una prueba de su pasión por la ciudad, su óleo “Vista y plano de Toledo”. El cuadro muestra la planta más antigua conocida de la población, en la que aparecen el Alcázar, la Puerta de la Bisagra y el Hospital de Tavera.

Su obra maestra, El entierro del Conde de Orgaz, se encuentra en la iglesia de Santo Tomé, la misma parroquia que le encargó el gran lienzo. La obra de El Greco está presente en toda la urbe, desde la Catedral hasta Santo Domingo El Antiguo.

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