Redacción
Con tapones sin ‘sabor a corcho’ y control preciso del oxígeno, la firma francesa consolida su presencia en más de 85 mercados
Diam Bouchage, división del grupo francés Oeneo, se ha consolidado como líder mundial del tapón tecnológico de corcho. Con sede en Céret y tres plantas de producción en Francia, Portugal y España, la compañía produce cada año 2.000 millones de tapones, de los cuales el 78 % se exporta a más de 85 países. Reconocida por su capacidad de innovación, Diam ha logrado eliminar el indeseado “sabor a corcho” de los vinos. Con su capacidad de producción, su apuesta por la sostenibilidad y su liderazgo tecnológico, se confirma como socio estratégico de los grandes vinos.
¿Qué es un tapón tecnológico?
Hace 20 años, Diam Bouchage revolucionó el mercado con el procedimiento Diamant®, una innovación patentada que emplea CO2 supercrítico a presión diferenciada para limpiar el corcho de manera exhaustiva. Este proceso elimina los compuestos volátiles que pueden afectar la calidad sensorial del vino, en particular el tricloroanisol (TCA), garantizando un tapón libre de “sabor a corcho”. El resultado es un cierre con neutralidad organoléptica total y permeabilidad al oxígeno controlada, que asegura la conservación óptima de vinos tranquilos y espumosos de guarda.
Una historia de éxito internacional
Perteneciente al grupo Oeneo, cotizado en Euronext París, Diam Bouchage se ha convertido en un referente internacional. Bajo la dirección de Éric Feunteun, nombrado en 2024, la compañía alcanzó en el último ejercicio una facturación de 222,5 millones de euros, con un crecimiento del 5,2 %, impulsado principalmente por su gama alta, que ofrece garantías de conservación de más de 10 años y opciones de materiales de origen biológico (gama Origine). Los grandes vinos tranquilos y espumosos confían desde hace años en los tapones Diam para asegurar la longevidad de sus botellas.
“Diam Bouchage se basa en una historia sólida, impulsada por el talento, la energía colectiva y el deseo de ofrecer a los viñadores un producto altamente tecnológico”, explica Éric Feunteun. “En un sector convulso como el vitivinícola, los grandes vinos son los que mejor resisten, y los productores de estos vinos excepcionales confían en nuestros tapones para realizar el último gesto enológico: el taponado”.
La estrategia de Diam Bouchage combina optimización, estructuración e innovación. La empresa busca mejorar continuamente la gestión del corcho y ha lanzado un reto colaborativo a sus 653 empleados en Francia, Portugal y España para recoger ideas sobre eficiencia en su uso. En 2024 se creó el puesto de director de gestión forestal, ocupado por Joaquín Herreros, con la misión de anticipar los retos vinculados al cambio climático, la fluctuación de precios y la escasez de recursos.
La compañía refuerza también su innovación. Su división de I+D ha incorporado un director de innovación disruptiva, Moaad Bakali, y nuevos ingenieros de investigación. “Nuestra función consiste en asistir a nuestros clientes para que su vino se deguste tal y como se ha concebido, ofreciendo una permeabilidad al oxígeno a medida”, indica Éric Feunteun.
Innovación y compromiso
Desde Céret, Diam Bouchage ha transformado la industria del tapón enológico, combinando tradición corchera y tecnología punta. Hoy es el mayor comprador de corcho francés y mantiene un firme compromiso con la economía local, al tiempo que ofrece soluciones de cierre fiables, sostenibles y de altas prestaciones a nivel global.
“En un sector vitivinícola exigente y en transformación, nuestro objetivo es acompañar a los productores en el último gesto enológico: el taponado. Queremos que cada consumidor deguste el vino tal y como lo ha concebido el enólogo, con la máxima fidelidad sensorial”, destaca Éric Feunteun.
