Por Alex Palmer
En el panteón de las historias de casas encantadas, pocas resuenan con tanta fuerza y controversia como el Incidente de Amityville. Lo que comenzó como la trágica escena de un asesinato masivo en 1974, se transformó en una pesadilla para la familia que se mudó un año después, catapultando la dirección «112 Ocean Avenue» en Amityville, Nueva York, a la fama mundial como el epicentro de fenómenos paranormales aterradores. Sin embargo, la historia de Amityville es tanto un relato de terror como un estudio de caso sobre la sugestión, la explotación mediática y la delgada línea entre la realidad y la ficción.
Vamos a repasar los eventos que supuestamente ocurrieron, la intervención de figuras clave y el persistente debate que rodea a la que es, quizás, la casa encantada más famosa y polémica de la historia moderna.
El Horrendo Precedente: La Masacre de la Familia DeFeo
La historia de Amityville no comienza con los fenómenos paranormales, sino con una tragedia humana devastadora. En la madrugada del 13 de noviembre de 1974, Ronald DeFeo Jr., de 23 años, asesinó a sus padres y a sus cuatro hermanos menores mientras dormían en su casa de Ocean Avenue. DeFeo afirmó haber actuado bajo la influencia de «voces» que le ordenaron cometer los crímenes, aunque fue condenado y encarcelado.
Esta masacre dejó la casa vacía y con una reputación sombría, pero no fue hasta que una nueva familia se mudó que el verdadero «horror» de Amityville comenzó a tomar forma.
La Llegada de los Lutz: El Inicio de la Pesadilla
En diciembre de 1975, poco más de un año después de la masacre, George y Kathy Lutz compraron la casa de Ocean Avenue por un precio sorprendentemente bajo. Se mudaron con los tres hijos de Kathy de un matrimonio anterior, con la esperanza de empezar una nueva vida. Sin embargo, su estancia duraría solo 28 días.
Según el relato de los Lutz, la casa estaba infestada por una presencia maligna que se manifestaba de formas cada vez más aterradoras:
Fenómenos Físicos: Olores nauseabundos (azufre, excrementos), cambios bruscos de temperatura, puertas y ventanas que se abrían y cerraban solas, objetos que se movían o eran lanzados (incluyendo una silla que se balanceaba sola).
Fenómenos Auditivos: Voces extrañas, golpes, ruidos de arrastre, sonidos de disparos y el eco de los gritos de las víctimas de la masacre.
Manifestaciones Visuales: Ojos rojos que aparecían en las ventanas, figuras sombrías, y una sustancia gelatinosa verde que supuestamente rezumaba de las paredes.
Impacto en los Lutz: George Lutz reportó despertarse a las 3:15 AM (la hora estimada de los asesinatos de DeFeo) cada noche. Kathy experimentó pesadillas aterradoras y fue supuestamente levitada. Los niños también sufrieron experiencias perturbadoras.
La Presencia Demoníaca: La familia llegó a creer que la casa estaba poseída por una entidad demoníaca, que los estaba atormentando y empujando a la locura.
La Intervención de los Warren y la Explosión Mediática
La historia de los Lutz atrajo rápidamente la atención de los medios de comunicación y de los famosos demonólogos Ed y Lorraine Warren. Los Warren visitaron la casa y afirmaron haber detectado una presencia demoníaca, realizando una «investigación» que reforzó la narrativa de la posesión.
El punto de inflexión llegó con la publicación del libro «The Amityville Horror: A True Story» (1977) de Jay Anson, basado en las experiencias de los Lutz. El libro se convirtió en un best-seller instantáneo, y la posterior adaptación cinematográfica de 1979 (y sus numerosas secuelas y remakes) consolidó la leyenda de Amityville en la cultura popular global.
Las Controversias y el Escrutinio Escéptico: ¿Realidad o Ficción?
A pesar de la popularidad de la historia, el Incidente de Amityville ha sido objeto de un intenso escrutinio y fuertes críticas por parte de escépticos, investigadores y periodistas, quienes han señalado numerosas inconsistencias y posibles fraudes.
Acusaciones de Fraude: La principal crítica es que la historia fue, en gran parte, una fabricación creada por los Lutz y su abogado, William Weber (quien defendió a Ronald DeFeo Jr.), con el objetivo de obtener beneficios económicos de un libro y una película. Weber admitió más tarde que él y los Lutz «inventaron» gran parte de la historia «durante muchas botellas de vino».
Inconsistencias en los Relatos: Las descripciones de los fenómenos cambiaron con el tiempo, y muchos de los detalles no pudieron ser corroborados por testigos externos o por la investigación posterior.
Explicaciones Racionales: Escépticos han propuesto explicaciones para los supuestos fenómenos:
Fugas de Gas o Problemas Estructurales: Que podrían haber causado olores extraños o ruidos.
Sugestión y Expectativa: La familia Lutz sabía de la masacre. La expectativa de que la casa estuviera «encantada» pudo haber llevado a interpretar fenómenos ambiguos como paranormales.
Alucinaciones o Trastornos Psicológicos: El estrés extremo pudo haber provocado experiencias subjetivas.
Fraude Deliberado: La posibilidad de que los Lutz, o al menos uno de ellos, estuvieran fabricando los eventos.
A pesar de las pruebas que apuntan al fraude, los Lutz siempre mantuvieron la veracidad de su experiencia, y la casa sigue atrayendo a curiosos y entusiastas de lo paranormal.
Un Legado de Miedo y Debate
El Incidente de Amityville es un caso paradigmático de cómo una tragedia real puede fusionarse con el folclore, la sugestión y la explotación mediática para crear una leyenda perdurable. Aunque la comunidad científica y muchos investigadores han desacreditado gran parte de los fenómenos reportados, la historia de la casa de Amityville sigue siendo un poderoso relato de terror que continúa fascinando y dividiendo opiniones.
Más allá de la verdad o la ficción, el caso de Amityville nos invita a reflexionar sobre la naturaleza del miedo, el poder de la narrativa y la persistente curiosidad humana por lo inexplicable. La casa de Ocean Avenue, aunque ya no sea la misma (ha sido remodelada y su dirección cambiada), sigue siendo un símbolo de un misterio que, para muchos, aún no ha sido completamente resuelto.