miércoles, abril 24, 2024

ELENA MARTÍN CALVO: «Siempre necesitamos sonreír todo lo que podamos»

Texto y fotos: Sandra Cuenca

Elena cuenta que con 16 años, en el verano de 1980, y con el dinero que tenía ahorrado, ganado en sus primeros trabajos, decidió realizar una formación. En aquel momento no tenía claro por cual decidirse y utilizó una guía de teléfono para hacerlo. Miró en la letra «B» y encontró «Baile«, dice que fue una revelación, que se le daba bien bailar y que además era algo que le gustaba. Así que empezó a estudiar y a los dos años ya estaba trabajando como bailarina y profesora de danza. Tras una lesión, dejó el baile y comenzó a estudiar Interpretación.

Conoció a Soledad Mallol durante la obra «La Orestiada«, donde ambas participaban, poco después formaron el dúo de humor «Las Virtudes«, en 1986, y se hicieron muy populares en España.

Paralelamente a su carrera de actriz y humorista empezó a estudiar Técnicas de Inteligencia y Coaching Educativo. Ha impartido cursos como «Alegróloga» y ahora da clases orientadas a aprender a hablar en público. Al mismo tiempo ha escrito dos libros, «Disfruta en escena y olvida tus miedos» y «¿Qué hay de bueno?».

Hablar con Elena siempre es un verdadero placer, además de sacarte unas cuantas sonrisas se aprenden cosas nuevas, y por eso le pedimos que colaborara con nosotros en Más Noticias y aceptó. Es una suerte que esté en el equipo.

Has sido bailarina, actriz, humorista, alegróloga y ahora comunicadora… ¿Cómo se hace eso?

Pues, ¡viviendo! En realidad, todo parte del mismo impulso. El impulso vital de salir hacia delante y de materializar aspectos importantes para mí. Valores que considero fundamentales y que, de alguna forma, forman parte de mi personalidad. La observación, el anhelo de compartir con los demás y de resultarles útil, la expresión de la emotividad, la búsqueda de la conexión con la alegría, el arrojo a la hora de tomar decisiones y de emprender proyectos, aunque el miedo y la inseguridad acecharan… 

¿Con cuál de todas te quedas?

Como te digo, creo que todas estas facetas forman parte de mi persona. En estos momentos estoy volcada en la formación, algo que he ido puliendo en 20 años de impartir clases. Ahora siento que he podido fusionar mis estudios, conocimientos y experiencia en el campo de los medios de comunicación y del bienestar. Eso me permite ayudar de una forma más eficaz a mis alumnos y clientes y me hace muy feliz. Y aunque sea algo más puntual, también sigo conectada a la interpretación y al mundo de la escena.

Necesito que me cuentes algo de tu faceta de Alegróloga.

¡Es total! Te comentaba en la pregunta anterior que llevo muchos años dando clases de bienestar emocional, de interpretación y de comunicación. Un amigo, hace muchos años, me dijo: – Tú, ni humorista, ni profesora, ni nada. Tú lo que eres es “alegróloga”-. Me gustó tanto que se lo conté a Sole, mi compañera de dúo y lo incluimos en uno de nuestros espectáculos. Creo que define muy bien mi interés en ayudar a las personas a conectar con su alegría interior. No con un estado de euforia pasajero, sino un encuentro con algo muy íntimo y cálido. En un lugar interior en el que no se rechace la tristeza ni se persiga de forma banal un estado forzado. Aunque esto de ser “alegróloga” da pie a alguna confusión que otra. Varias veces me han pedido medicamentos para la alergia…

Con esta pandemia, llevamos ya un año, ¿necesitamos sonreír más que nunca? 

Siempre necesitamos sonreír, todo lo que podamos. A los demás, a nosotros mismos, al contemplar algo que nos guste… (madre mía, ¿estoy un poco cursi?) Porque transmitimos alegría, fuerza y seguridad. Porque al sonreír, generamos endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad (ocurre por un proceso de asociación mental), porque al sonreír, conseguimos que las personas se relajen, quiten importancia a los problemas y sonrían a su vez. Porque al sonreír, el color de nuestra voz cambia y mejora, brilla. Pero ahondando en lo que decía anteriormente, no se trata de sonreír a toda costa, de disfrazar lo que sentimos realmente. Hoy en día hay una moda del positivismo a ultranza que nos dice que un día sin reír o sonreír es un día perdido. Yo no estoy de acuerdo con este tipo de tendencias, creo que hay que asumir, aceptar y vivir las emociones que sintamos en cada momento y transitar por ellas con sinceridad. Y si hay que estar seria, se está y si se puede sonreír, ¡adelante!

Ahora das clases de formación para hablar en público ¿Cómo está siendo la experiencia? 

Llevo mucho tiempo impartiendo estas clases, lo que ha cambiado es que ahora también las realizo on-line y he puesto en marcha una academia virtual. Y parte de la formación y de las sesiones privadas también las hago a través de plataformas virtuales. Es algo que me apasiona porque ayudo a las personas, primero de todo a adquirir seguridad en sí mismas, y eso inmediatamente se traslada a la comunicación. Y trabajo con ellos muchos aspectos que vienen del mundo de la interpretación, de la inteligencia emocional, del coaching educativo… Y también de mi propia cosecha. He desarrollado una metodología propia porque sé de primera mano qué es lo que se necesita para enfrentarse a un público. Es gratificante al máximo saber que, con algo que te apasiona, puedes contribuir a mejorar algo tan importante para una persona como es su comunicación.

¿Cuánta importancia tenemos que darle al lenguaje no verbal cuando interactuamos con otra persona? 

Uy, ¡mucha! Fíjate, cuando estamos frente a una persona, solo se fía en un 7% de lo que decimos. Del resto, nos fijamos en un 39% del lenguaje paraverbal de la otra persona, o sea, en cómo dice lo que dice. Las pausas, la entonación, la velocidad y volumen, etc. Y hacemos caso en el 54% restante al lenguaje no verbal, así que imagínate si es importante. Es un proceso muchas veces inconsciente, y ocurre porque el ser humano ha aprendido que las palabras pueden decir algo que no es del todo cierto, pero el cuerpo siempre expresa la verdad. Lo maravilloso de esto es que podemos utilizar el lenguaje no verbal para modificar y mejorar lo que sentimos. No para cazar o pillar a otros, que esa es la utilidad que a veces se muestra.

Has escrito 2 libros ¿para cuándo el tercero? 

Pues no lo sé. Ahora mismo ando con varios proyectos entre manos y, afortunadamente, bastante trabajo. Espero que, como mucho, en un par de años pueda publicar el tercero. Tengo ya una idea de qué es lo que quiero contar, pero necesito documentarme y trabajar sobre ello más. El tercer libro es un proyecto a medio plazo.  Aunque nunca se sabe. Me sorprendo diariamente con las cosas de la vida.

En esta etapa, alejada de los teatros y la televisión, ¿Cómo te sientes con tu nueva vida? 

Como ya he comentado, no estoy del todo alejada. Siguen contando conmigo para proyectos y hay uno que me apetece mucho hacer, pero se ha retrasado por la situación actual.  También trabajo con el dúo Virtudes de vez en cuando. Pero efectivamente, no tiene mucho que ver mi vida de ahora a la de hace años. Me siento feliz. Cada etapa es diferente. Aprecié y disfruté muchísimo esos momentos y ahora me siento más plena como persona y por supuesto, también como profesional. Estoy en el lugar en el que he decidido estar y eso es muy importante.

¿Algún proyecto en mente? 

¡Sí! Siempre estoy creando e ideando nuevos proyectos. Muchos llegan a ver la luz, así que todo es cuestión de tiempo y de dedicar a cada uno el espacio que necesita. Después de crear mi primer curso on-line, empiezo en breve a desarrollar el segundo. Y te enumeraría algún proyecto más, alguno de ellos muy loco, pero me apetece mucho que podamos retomar esta conversación en otro momento y así os pueda ir poniendo al día, ¿te parece bien?

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