Redacción
Ayer 8 de abril, celebramos el Día Mundial de la Empanada, un producto cada vez más presente en la calle con cientos de empresas que las elaboran siguiendo conceptos distintos: tradicionales y artesanales, gourmet, veganas, etc… las de Tita de Buenos Aires (nombre que homenajea a la mítica actriz y cantante Tita Merello) son ya todo un referente en la capital de España, con apenas un año de existencia pero muchas ganas de crecer y expandirse poco a poco: “Estamos realmente asombrados y muy agradecidos por la acogida que hemos tenido en Madrid con nuestras empanadas y el resto de productos argentinos, sentir el feedback de la gente nos ayuda a seguir adelante, a expandirnos por toda España e incluso por Europa, siempre siguiendo unos estándares de calidad y una misma esencia tradicional” – nos explica Marcelo Settimo, empresario rosarino copropietario de Tita de Buenos Aires.
¿Cómo y dónde nació la empanada argentina?
La empanada llegó a Argentina desde España, pero fue en aquel país donde adquirió el peso que hoy tiene en su gastronomía: “Pronto se hizo muy representativa de la clase obrera, porque se trataba de un relleno dentro de una masa que era fácil de transportar para llevar al trabajo. A principios del siglo XIX era un producto de venta ambulante, y en la gesta del 25 de mayo de 1810 (Revolución de Mayo) ya estaban en la calle siendo repartidas entre quiénes estaban congregados en el Cabildo de Buenos Aires. Con el tiempo, se incorporaría a la gastronomía criolla argentina y junto a la mazamorra (postre típico de raíz indígena) y el locro (guiso prehispánico similar al cocido), formarían un tridente de lo más representativo del país. En la actualidad, las empanadas suelen ser el entrante del asado previo a las achuras, es decir, el chorizo, morcilla, las mollejas, chinchulines, etc… “ – nos cuenta Marcelo, que además nos recuerda la importancia que las empanadas tenían y tienen en el núcleo familiar: “Luego pasaría a las familias, donde las abuelas agasajaban a todo el clan con empanadas caseras hechas en casa. Allí las comemos fritas o al horno, siendo las de carne las más reconocidas y típicas en sus distintas modalidades. Luego se regionalizó y hoy en día existen la riojana, la salteña, la tucumana… cada una con su particularidad aunque no en todas las provincias. Nunca faltan en el menú semanal de las familias y ya cuando se internacionalizan, surgen las diferentes versiones que se conocen hoy en día”.
¿Cuál es el secreto de una buena empanada?
En Tita de Buenos Aires les gusta definir sus empanadas como “perfectamente imperfectas” ya que no hay dos iguales, dejando a las claras que se trata de un producto 100% artesanal elaborado en su obrador de la calle Zurbano: “Su secreto está en lo bien amalgamada que está la masa con el relleno. No es una masa que quede muy húmeda ni muy seca, tiene la consistencia justa. Nosotros seguimos mucho la receta y producción tradicional. Su autenticidad es su principal valor, con mucho gusto a lo argentino, si bien luego se adapta al lugar donde está. Se come caliente y no debe calentarse en microondas para que la masa no se modifique y quede muy gomosa, y su masa no se debe quemar por fuera para que no se reseque”.
De carne de La Pampa, de maíz y calabaza, de espinacas…
Entre las empanadas que puedes encontrar en cualquiera de sus cinco locales, destacan la de carne picante con carne mechada picante, cebolla, pimiento rojo y zanahoria, la humita de choclo/maíz, calabaza, cebolla, queso y bechamel, la calabresa de mozzarella, chorizo de cantimpalo y aceitunas negras o su típica empanada argentina de carne dulce, con carne picada, cebolla caramelizada, pimiento y pasas. A destacar, que la carne utilizada es importada de La Pampa y que la elaboración es artesanal. Todas sus empanadas se pueden comprar en tienda pero también a domicilio, online o take away.
