Texto: Antonio Nicolás Ochaíta. Autor del libro “Vida y obra de fray José de Sigüenza»
El año 1544 nace en Sigüenza José de Espinosa, su hijo más universal. A los 21 años, terminados sus estudios en la Universidad de Sigüenza, marcha al monasterio jerónimo de El Parral (Segovia), toma el hábito en 1566 y adopta el nombre que iba a llevar durante el resto de su vida: fray José de Sigüenza.
Celebra su primera misa a los 28 años de edad y, tras su paso por la Abadía de Párraces (Segovia), se traslada al colegio de San Lorenzo de El Escorial por expreso deseo de Felipe II. El Escorial será su hogar hasta la muerte, aunque realizó salidas a otros monasterios y colegios. En el Colegio San Antonio de Portaceli (Sigüenza) enseñó desde 1580 a 1583, en 1582 fallece su padre, sochantre de la Catedral, a quien acompañó en sus horas finales. Destacó por sus excelentes dotes de orador, su obra literaria es extensa y variada, poesía, teatro, historia, arte, exégesis bíblica, ha recibido los elogios de Unamuno, Menéndez Pelayo, Lea, Pfandl, Menéndez Pidal, Bataillon, Sainz de Robles, Rekers, Alborg, Giovanni M. Bertini, Marañón y tantos otros. Sus obras más destacadas y reconocidas son: “Historia Primitiva y Exacta del Monasterio de El Escorial”, extraída de la “Historia de la Orden de San Jerónimo”, dos tomos, y la “Vida de San Jerónimo”, con edición en lengua inglesa. En los últimos años se han ido publicando las obras que dejó escritas al morir, una obra literaria que le sitúa entre los autores más grandes del Siglo de Oro español, calificado por Menéndez Pelayo como “estilista incomparable, quizás el más perfecto de los prosistas españoles, después de Juan de Valdés y de Cervantes”.
Bibliotecario, archivero, reliquiero, rector, procurador, visitador general, prior en San Lorenzo de El Escorial, destacó para sus hermanos y vecinos como una persona humilde, caritativa y generosa para los pobres y necesitados, muy limosnero, todo ello en secreto, remedió muchas necesidades de padres de religiosos y de monjes jerónimos. Un seguntino, patrimonio universal, cuyo lema “Encomienda tu camino al Señor, confía en él, y él actuará”, “et ipse faciet”, figura en los libros que publicó en vida.