Redacción
La diputada de Servicios Sociales, Eva García, destacaba la importancia de esta formación novedosa de los profesionales que ha comenzado en la residencia de la Diputación para mejorar la calidad de vida de sus usuarios
La Diputación de Cuenca y la Asociación para la Lucha contra las Enfermedades del Riñón, ALCER Cuenca, han celebrado dos jornadas formativas y de trabajo en la residencia provincial Sagrado Corazón de Jesús con el objetivo de mejorar la atención que reciben los enfermos renales.
El primero de los talleres de trabajo se llevaba a cabo el pasado jueves, 2 de noviembre, y el segundo tiene lugar este lunes y ha contado con la presencia de la diputada de Servicios Sociales, Eva García, y el vicepresidente de ALCER Cuenca, Pablo Guijarro.
Un programa novedoso a nivel nacional de formación para trabajadores de centros residenciales de mayores, sus familiares y los propios enfermos que ha comenzado a impartirse en la residencia de la Diputación de Cuenca gracias a la subvención de las ayudas de Cuenca Integra y con la colaboración de la Junta de Comunidades y la Fundación Globalcaja.
Una formación que ALCER ofertará próximamente de forma online a través de su página web para ser más accesible a todos los profesionales y familiares que no han podido acudir físicamente por motivos de horario o circunstancias personales.
La diputada de Servicios Sociales incidió en la necesidad de seguir mejorando la formación de los profesionales que cuidan de estos enfermos con la certeza de que repercutirá directamente en la mejora de sus condiciones de vida.
En este sentido, agradeció la celebración de estas jornadas que contribuyen a reforzar los conocimientos sobre una dolencia que afecta a un número importante de personas mayores y dotarles de herramientas para abordar las dificultades a las que se pueden encontrar en el día a día relacionadas directamente con la dolencia o con las sensaciones que sienten los enfermos.
Durante las jornadas se han abordado cuestiones importantes relativas a la afectación psicológica del enfermo renal como un paciente crónico realizando recomendaciones a las profesionales responsables de sus cuidados para mejorar su vida general.
Así se hizo especial hincapié en el adecuado manejo de las emociones que pueden llegar a sentir como son la frustración, el miedo, el resentimiento, la rabia, la impotencia o la incertidumbre además de incidir en los aspectos comunicativos y la importancia de mantener una escucha activa con el paciente practicando la empatía para entender lo que sienten y poder actuar en consecuencia.
Otro de los temas en los que se formó a las profesionales fue en el manejo y la resolución de conflictos que pueden surgir en el día a día y cómo afrontarlas compaginando la firmeza con la flexibilidad.
La alimentación también tuvo un protagonismo especial en estas jornadas debido a las características propias de estos pacientes ofreciendo pautas alimenticias que ayuden a alcanzar los objetivos como son el retraso de la derivación de los enfermos a diálisis, evitar otras complicaciones propias de estas dolencias.
Por su parte, desde Alcer informaron de los servicios que pueden ofrecer tanto para los enfermos como para los centros residenciales que van desde la mediación y asesoramiento nutricional al servicio de traslados o el transporte sanitarios buscando soluciones a las incidencias que puedan surgir en los mismos.