jueves, abril 25, 2024

Un verano para cuidarse a orillas del Duero

Redacción

Actividades en la naturaleza, gastronomía slow y programas wellness en Six Senses Douro Valley

Para aquellos viajeros que huyen de la masificación y buscan el contacto con la naturaleza, existe un “hotel-destino” insuperable. Six Senses Douro Valley, en la localidad portuguesa de Lamego, es la elección segura para unas vacaciones de desconexión, con el foco puesto en relajarse y cuidarse. 

A orillas del río Duero, esta magnífica quinta portuguesa entre viñedos, aplica una filosofía slow en cada detalle, siguiendo el espíritu de la marca Six Senses. La naturaleza es clave y por eso el propio edificio se integra a la perfección en el paisaje y deja que este se cuele en su interior a través de los inmensos ventanales de sus suites e incluso en las cabinas de tratamiento de Spa. 

Semanalmente, el hotel ofrece a sus huéspedes una selección de más de 20 actividades, muchas de ellas para realizar en el bosque que rodea el establecimiento y en cuya preservación se involucra directamente Six Senses Douro Valley. Entre estas actividades figuran yoga y meditación en la naturaleza, fitness de baja intensidad o rutas de senderismo para explorar la riqueza paisajística y natural en torno a este tramo del Duero. 

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Estas actividades abiertas a todos los huéspedes se complementan con diferentes programas wellness del Spa para recuperar la sensación de bienestar, como ‘Love your heart’ (una jornada para aprender a quererse y mimarse con tratamiento de chakras incluido) o ‘Cuidado antiedad holístico’ (varias jornadas de duración combinando cuidados de spa, alimentación, sueño, meditación y ejercicio).

Six Senses Douro Valley apuesta por inspirar a sus huéspedes la reconexión con la naturaleza a todos los niveles. En lo que toca a la gastronomía, el chef Marc Lorés ha desarrollado una propuesta healthy, con alimentos sabrosos y nutritivos, de temporada y kilómetro 0. Además de los proveedores locales, el hotel cuenta con su propio huerto ecológico que surte la cocina de ingredientes deliciosos y de hierbas aromáticas.

Combinando naturaleza y gastronomía, el hotel construye experiencias únicas como la de disfrutar de una excursión por las colinas que rodean la propiedad, seguida de una clase de cocina de recetas tradicionales portuguesas, con explicaciones de cómo conservar algunos alimentos a la antigua usanza. Esta actividad dura entre 6 y 7 horas y concluye con un sorprendente ritual de fuego, que pone un toque chamánico a la experiencia.

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