Alilian, la joya gastronómica de Boadilla del Monte

Texto y Fotos: Ana S. Diéguez

Un pequeño gran descubrimiento a precios razonables

Hoy en día, nada nos alegra más la existencia, que descubrir restaurantes con encanto, donde comer bien a buen precio, sea una realidad. En la localidad madrileña de Boadilla del Monte, se encuentra un agradable local donde nos sorprenden en cada visita, con una formidable propuesta gastronómica que conquista a todo aquel que la prueba. Una oferta culinaria de alta cocina para el gran público.

En Alilian, un término chino que hace alusión a la primera luz del día, la carta en sí, es su verdadero espectáculo, que nos transmite una propuesta original, seductora y llamativa que nunca defrauda.

Sus artífices, dos jóvenes emprendedores de origen chino, Andrés y Jovi, han logrado perfilar una acertada fórmula, que no cesa de cosechar adeptos. El resultado, queda reflejado en que conseguir mesa en Alilian no sea tarea fácil, por ello siempre es conveniente reservar. Al frente de los fogones, el joven chef Jesús Arroyo, no deja de innovar para que cada visita sea diferente. Elaboraciones muy cuidadas con llamativas presentaciones, que son auténticas joyas gastronómicas. Calidad, creatividad y honestidad. Tres premisas que definen este coqueto restaurante, que cuenta además con un apetecible menú del día que cada día cuenta con más adeptos incondicionales.

En esta ocasión, comenzamos saboreando unas divertidas croquetas desestructuradas, que nos enamoraron nada más probarlas. Una original versión de las tradicionales croquetas, que se come a cucharadas y que invitan a rebañar a conciencia. Continuamos con un exótico tartar de salmón con marinada japonesa. Un plato ligero, seductor y saludable, que dio paso a unas riquísimas gyozas caseras, que sirven escondidas dentro de un precioso cofre y que nos parecieron tan ricas que nos supieron a poco.

El rulo de oreja Siglo XXI que pedimos a continuación es uno de los platos estrella de Alilian que, sin duda, merece la pena probar. Crujiente, sabroso y delicioso, nos condujo al llamativo risotto del bosque, con un color verde intenso y un fabuloso sabor. Una delicia en toda regla. Para terminar, nos decantamos por el rabo de toro con salsa demi glace. Un rotundo acierto que nos dejó sin palabras.

De postre, nada mejor que su carpaccio de piña para limpiar el paladar y facilitar la digestión. Fresco, exótico y ligero, nos dejó con un maravilloso sabor de boca, tentándonos a volver pronto para seguir aventurándonos en su apetecible carta.

Alilian, una magnífica propuesta gastronómica para el gran público. Elaboraciones que conquistan los sentidos sin necesidad de que nos tiemble el bolsillo. Algo que se agradece y se valora en los tiempos que corren, y que hace que repitamos… MUY PRONTO.