Texto: Celia Albizu
El siglo XXI ha sido escenario del auge de los tratamientos y cirugías estéticas. Entre las operaciones que más triunfan encontramos la liposucción, la blefaroplastia, la rinoplastia o el aumento de pecho, y cómo no, las técnicas de aumento de labios. Estas han existido durante mucho tiempo, pero es en estos últimos años cuando el tratamiento está teniendo mayor éxito al haberse convertido en tendencia los labios bonitos.
Este retoque se puede realizar de distintas formas para adaptarlos a las preferencias del paciente. Los procedimientos para llevar a cabo este aumento labial han cambiado evolucionando hacia unos métodos mucho menos invasivos y con resultados más duraderos. Actualmente se huye de los “labios de pato” tratando de obtener un resultado discreto y natural.
Gracias al mayor conocimiento de la anatomía humana y el desarrollo de nuevas técnicas, cada paciente puede elegir un efecto u otro para sus labios. Por un lado, parece ser que la Generación Millenial busca con este tratamiento mayor volumen en sus labios; aunque siempre con un acabado natural. Los que son algo más jóvenes suelen querer dar mayor simetría compensando los desequilibrios entre el labio inferior y superior.
Por otro lado, el continuo movimiento de la zona labial hace que pronto aparezcan signos de la edad y es por eso por lo que muchas mujeres de la Generación X pretenden rejuvenecer sus labios y evitar la flacidez con este procedimiento. Si que parecen evitar dar demasiado volumen.
Sea la generación que sea, los expertos se han dado cuenta de que hay que analizar todo el rostro de la persona para buscar la forma de labio perfecta de cada uno. Es por esto por lo que muchos hablan de hacer un estudio previo a la operación o inyección para remodelar la zona, en el que se incluye el análisis de la distancia entre la nariz y el arco de cupido, el ancho de la nariz, las comisuras, la posición de los dientes o estudiar la sonrisa del paciente. Todo cuenta, cada cara es distinta y cada labio necesita unas modificaciones para conseguir los resultados deseados.
Además, este relleno de labios puede ser temporal o permanente. El relleno temporal se basa en usar ácido hialourónico que proporciona hidratación, volumen y reafirma los tejidos labiales rápidamente (20-30 minutos) por medio de microinyecciones. Este tratamiento dura entre seis meses y un año, todo depende de la piel que tengamos y de cómo lo cuidemos. El relleno definitivo o Permalip se basa en una intervención quirúrgica de una hora en la que se introducen implantes de silicona.
“Ponerse labios” de forma temporal se puede hacer de diversas maneras. Una que consigue los resultados deseados son el Blanching, que borra las arrugas más finas sin afectar a la capacidad de expresión del rostro. También tenemos otras técnicas que se centran en realzar los labios como el Paris Lip. La mayoría de estas técnicas se basan en el ácido hialourónico. Esta es una sustancia biocompatible que deja de ser producida por nuestro organismo de forma progresiva cuando se alcanzan los 25 años. Se está innovando mucho con él para alcanzar la mayor calidad y seguridad buscando un producto sostenible, natural y biodegradable. Aún así se sigue trabajando en nuevas técnicas, como la propuesta de Silk Medical Aesthetics Inc. y su proteína de seda líquida que es completamente natural y no contiene conservantes químicos.
Algunos profesionales prefieren realizar un tratamiento solo en el labio superior para levantar este y rejuvenecerlo, el llamado Lip Lift. Otros incluso se decantan por trasladarse a la zona de los pómulos para darles más volumen con lo que se consigue que se levante la parte inferior del rostro evitando las arrugas y dando una forma más definida al labio.
La estética de los labios es todo un juego de efectos visuales que los profesionales estudian día a día y consigue cumplir el deseo de muchas mujeres de conseguir sus labios de ensueño: con la forma perfecta adaptada a su rostro, pero siempre naturales. Sea cual sea la técnica por la que nos decantemos, debemos asegurarnos de ponernos en las manos de los mejores especialistas y dejar que estos nos aconsejen sobre la técnica adecuada para conseguir los mejores resultados.
