Redacción corazón/Fotos: Antonio Cuenca
Antonio Cuenca tiene 77 años y, aunque ya jubilado, sigue siendo uno de los fotógrafos más importantes de la prensa del corazón española. Nos cuenta que comenzó como ayudante de laboratorio en la agencia Europa Press y que después, ya como fotógrafo, trabajó en El Alcázar. En el año 69 pasó a formar parte de la plantilla de la revista Diez Minutos donde permaneció hasta su jubilación. Vivió el cambio del blanco y negro al color, de lo analógico a lo digital y ahora se maneja de maravilla con el ordenador y el Photoshop.
Por su objetivo han pasado un sinfín de celebridades tanto españolas como extranjeras. Ha cubierto todos los actos de Casa Real, el Festival de Cine de San Sebastián durante más de 30 años, y ahora, a sus 77 años, sigue cámara en mano digitalizando su gran archivo.
A lo largo de su carrera, ha hecho amistad con varios personajes famosos con los que a día de hoy sigue manteniendo relación, pero si por alguien tiene un cariño especial es por Rocío Jurado, su comadre, de la que aún guarda un gran recuerdo.
Conoció a la Jurado en el año 71 en Chipiona. Allí le hizo su primer reportaje en blanco y negro disfrazada de india. Cuando le preguntamos cómo era Rocío en las distancias cortas, nos dice que “tenía mucho carácter, pero que era una mujer maravillosa, detallista y amiga de sus amigos”. Resalta de ella “lo buena persona que era” y sobre todo, lo bien que los trataba a él y al resto de la prensa. “Muy de su Virgen del Rocío”, nos explica. Antonio recuerda que viajar a Chipiona en aquella época para hacer un reportaje a la Jurado era saber el día que te ibas, pero nunca el que volvías: “Una vez bajé a Chipiona. Iba a pasar el fin de semana y me quedé con ella quince días… le hicimos las fotos vestida de Cleopatra, le gustaba posar y disfrutaba haciéndolo. En aquel viaje conocí a su madre, me dejó pasar a verla a su habitación, estaba ya muy malita, la pobre”. (Rosario, la madre de Rocío, falleció en 1978 a causa de un cáncer de páncreas). “Me iba con ella al mercado por las mañanas y era increíble ver cómo todo su pueblo la quería y admiraba”. También recuerda un concierto al que fue con su mujer y su compañero Agustín Trialasos. Cuando Rocío acabó de cantar, se acercaron al camerino para saludarla: “Había una enorme fila de gente para verla, así que decidimos irnos sin saludarla. Cuando volvimos a coincidir con ella en otro reportaje Trialasos y yo, nada más verme, me pegó una patada en la espinilla”. Antonio sonríe recordándolo: “Estaba muy enfadada por habernos ido de aquel concierto sin haber pasado a verla. Ella era así”.
La amistad entre ellos llegó a ser tal, que hasta se convirtió en la madrina de bautizo de su hija pequeña: “Fue ella la que eligió el nombre: Rocío Macarena. Tuvimos que esperar a que volviera de gira, así que a la niña la bautizamos ya con cuatro meses”.
Recuerda con mucho cariño a Pedro Carrasco, el primer marido de Rocío y padre de su hija: “Pedro fue su gran amor, le quería con locura, a él y a su familia. De hecho, el padre de Pedro vivió con ellos hasta que falleció, era como un padre para ella. Yo diría que Rocío y Pedro se quisieron toda la vida”. Rocío se volvió a casar con José Ortega Cano: “Los primeros posados que les hicimos juntos eran muy divertidos, parecían dos adolescentes, siempre muy cariñosos y muy pendientes el uno del otro”.
Rocío Jurado falleció el 1 de junio de 2006 a causa de un cáncer de páncreas. “Se fue una gran cantante y una gran amiga a la que siempre echaré de menos”.
2 comentarios en “ROCIO JURADO vista por ANTONIO CUENCA”
el mejor fotógrafo que ha tenido la prensa española tenía una naturalidad y hacia que la tuviéramos nosotros impresionante, todavía podemos disfrutar de un beso Cuenca te sigo queriendo.
Una gran persona Antonio y excelente vecino.
Le pedí un favor para mi hijo y ahí le tuve.
Majísimos él y su mujer!!