jueves, abril 25, 2024

Desmintiendo grandes mitos del deporte

Redacción

Los mitos del deporte son muchos y cada vez más, la información es tanta que uno ya no sabe identificar qué es verdad, por lo que en muchas ocasiones acabamos poniendo estos mitos en práctica.

El primer mito, estirar antes del entrenamiento evita lesiones

Mucha gente acostumbra a hacer estiramientos de tendones, ligamentos y articulaciones antes de hacer ejercicio sin saber que la ciencia ha demostrado que esto no es necesario y en realidad incrementa el riesgo de lesiones. Según los investigadores, hacer estiramientos estáticos no beneficia a los tejidos y ligamentos, sino que más bien puede propiciar una lesión. Esto se debe a que el estiramiento hace que los ligamentos se alarguen y el músculo se afloje, lo que deriva en músculos más sueltos y menos estables para resistir el ejercicio y los movimientos. Además, el estiramiento tiene también la desventaja de que no puedes producir tanta fuerza debido a que los tejidos se han estirado. Lo que si se debe hacer es un calentamiento de unos cinco a diez minutos que le permita a los músculos recibir el riego sanguíneo necesario para enfrentar la actividad física. Es mejor dejar los estiramientos para el final del entrenamiento cuando ya uno se dispone a darle a su cuerpo un merecido descanso.

“Hombre chubasquero”

Este es el hombre o mujer que se pone un chubasquero o muchas capas de ropa encima para hacer spinning o el que en pleno mes de julio sale a correr con el puesto con la intención de sudar más. Este es un error bastante grave, incluso bastante peligroso. Cuando nos ponemos un chubasquero lo que estamos haciendo es que la piel no transpire por lo que nos estamos deshidratando, estamos perdiendo agua en exceso, en ningún caso estaríamos perdiendo grasa. La grasa nunca se pierde sudando o haciendo ejercicio, la grasa siempre se pierde en forma de energía, cuando estamos adelgazando y estamos perdiendo grasa la estamos perdiendo con movimientos, con un ritmo cardíaco y una respiración constante, nunca con mucha ropa encima. El chubasquero lo único que hace es protegernos de la temperatura y si hay en exceso como puede ser en el mes de julio, estamos deshidratando, lo cual puede hacer que nos desmayemos.

La grasa se puede convertir en músculo y el músculo en grasa

Nada más lejos de la realidad. El tejido adiposo es un tejido totalmente diferente al tejido muscular y cumplen funciones diferentes, mientras que los músculos se van desarrollando para ayudarnos a tener una mayor resistencia, la grasa es simplemente una reserva de energía. Algunas rutinas de ejercicio pueden ayudarnos tanto a quemar grasa como desarrollar más musculatura, pero esto no quiere decir que la grasa se esté transformando en músculo, sino que al ser quemada va disminuyendo el tejido adiposo que se acumulaba alrededor del tejido muscular y va permitiendo ver la nueva forma que está tomando tu musculatura.

El ejercicio cardiovascular es mejor para la pérdida de peso

Para perder peso es necesario mantener un déficit calórico y a la vez complementarlo con la rutina de ejercicios que te ayuden a quemar calorías y hacer grasas, pero no es el de la teoría que sea únicamente una actividad cardiovascular. Los ejercicios de cardio ayudan principalmente a quemar calorías, pero sí no se mantiene al mismo tiempo, una dieta con un déficit calórico de nada servirá hacer ejercicios cardiovasculares. Por otra parte, los ejercicios de resistencia como las pesas también ayudan a quemar calorías y grasas, por lo que el cardio no es la única opción. Otro hecho importante es que la intensidad de la actividad cardiovascular también influye, ya que la actividad cardiovascular de moderado impacto puede ser más beneficiosa que una de alto impacto o gran intensidad.

El mejor momento para entrenar es por la mañana y en ayunas

Esto no es del todo cierto, el mejor momento para entrenar depende de la condición física de nuestro estilo de vida. Cuando tenemos un ritmo de vida muy ocupada podemos optar por iniciar el día entrenando o cerrarlo entrenando. La única diferencia sustancial es que si haces el ejercicio temprano en ayunas tu cuerpo no tendrá una fuente de glucosa de donde obtener la energía, por lo que se verá obligado a tomar otras fuentes de energía como la reservas de grasas, mientras que cuando entrenas luego de comer en el transcurso del día tu cuerpo ya contará con nuevas reservas de glucógeno para hacer su actividad. Lo que se debe procurar es no encontrarnos muy agotados cuando reservemos una hora para entrenar que no sea matutina, ya que nuestro cuerpo no podrá tener el mismo rendimiento, ni los mismos resultados si ya se encuentra agotado.

Artículos relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

logo-diario-mas-noticias
Recibe las  últimas noticias

Suscríbete a nuestra newsletter semanal