viernes, abril 26, 2024

Fedra Lorente: “En la época de la Bombi, Miguel dejó de lado todo su trabajo para acompañarme y ayudarme, no podía viajar sola”

Texto: Sandra Cuenca/ Fotos: Antonio Cuenca y F.L.

Fedra empezó a trabajar con dieciséis años en el teatro, y a finales de este año cumplirá setenta. Toda una vida sin parar de trabajar, haciendo todo lo que podía para poder llevar algo de dinero a casa. Triunfó en Estudio 1, y fue una de las actrices que vivió la época del destape en el cine. Su personaje de la Bombi le ha dado muchas alegrías, tanto en el programa “Un, Dos, Tres” como fuera de él. A día de hoy sigue en activo,  y con  más ganas que nunca de trabajar

Que no veamos a Fedra en la televisión, no quiere decir que haya dejado su profesión, de hecho, sigue ahí con muchísimas ganas de volver. Casada con Miguel Morales desde 1975, y con una hija, Alejandra, sigue siendo uno de los referentes en el cine y la televisión española. Comenzó en el teatro con Juan José Alonso Millán, y empezó a tomar clases con Don Manuel Dicenta, abuelo de la actriz Natalia Dicenta, “él fue el que me enseñó a decir verso”, recuerda. Ya trabajaba con Ana Mariscal en el teatro, cuando empieza sus estudios de Arte Dramático. No es hasta los años 70 cuando la veríamos hacer cine.

Fedra con su hija Alejandra.

Comienzas en el cine coincidiendo con la época del destape, ¿cómo viviste aquel momento?

Yo venía del teatro, de hecho seguía haciéndolo cuando empecé la película con Ignacio F. Iquino. A las seis o siete de la mañana ya estaba rodando, el primer día de rodaje mi escena era en una bañera, sonaba el teléfono y salía en pelotas a cogerlo, ni me secaba, ni me ponía una toalla. Recuerdo que lloré mucho, eran situaciones terribles en las que lo pasaba mal, pero no solo yo, creo que lo pasamos mal todas las actrices que vivimos aquello. Pero era trabajo, y nos llevábamos dinero a casa, que por lo menos en la mía hacía falta. En esa época mi hermana y yo nos presentamos a Miss Madrid, a Guapa con Gafas, en todo lo que hubiera premio y metálico, allí estábamos. Hicimos muchos anuncios para televisión, de hecho, Miguel, cuando nos conocimos me entró hablando de uno de ellos en los que me había visto. En aquel momento me dije: “Uy, este niño tan mono con 18 años”- ríe- “y de Los Brincos”. Era una época en la que había trabajo para todos, y había que ayudar en casa.

Con su sobrina Shaila Dúrcal

Participaste en Estudio 1 también, ¿no?

Si, hice “La Serrana de la Vera” con María Luisa Merlo y Daniel Dicenta, todo en verso, fue impresionante. Hay un momento en el que tenía un monólogo, y recibí muy buenas críticas. No se cobraba demasiado, pero se trabajaba mucho. Hice zarzuela con Fernando García de La vega, imitando que cantaba, vamos, era playback. Él me ayudó mucho en televisión, y creo que he tocado todos los palos, gracias a Dios. Recuerdo que fue una etapa en la que pasé mucho sueño, hacía musicales por las noches, me acostaba a las cuatro de la mañana, y a las ocho me levantaba. Pero contaban conmigo para hacer papeles protagonistas y estoy muy orgullosa de haber trabajado con grandes figuras a mi lado.

Participaste en un capítulo de “Historias para no dormir”, y es allí donde conoces a Chicho Ibáñez Serrador, ¿qué ha significado Chicho en tu vida profesional?

A Chicho le conocí ahí, él era el que me asesinaba, durante el rodaje, claro. Conocí a una persona maravillosa y muy grande, era actor, y por eso sabía cómo hablarnos y cómo tratarnos. También me enamoré del padre, Don Narciso Ibáñez Menta, era impresionante. Chicho como director era maravilloso, una persona muy agradecida que confió siempre en mí como actriz. Ahí hice un papel de bailarina, y a los tres meses me dio a La Bombi. Este nuevo papel era parecido al anterior, pero creo que algo más ñoña. Mujeres guapas había en España, y las sigue habiendo, pero él quería una mujer dulce, que fuera muy tierna y medio boba. Estuve tres temporadas con Chicho, y ocho años de gira con la Bombi. Esa gira fue una paliza, me quedé en 47 kilos, cantaba y estuve en el circo, pero aproveché el momento.

Fedra y Miguel llevan casados 46 años.

La Bombi es uno de los personajes más recordados en la historia de la televisión en España, junto con el programa que la dio a conocer, “El Un, Dos, Tres…”, ¿qué significó La Bombi en tu vida?

Mucho, yo venía de hacer Café Teatro en el Valle Inclán, y de «Estudio 1«, donde ganaba cinco mil pesetas, y de repente apareció La Bombi, un trabajo normalito que en poco tiempo empezó a tener mucho éxito. Para lo primero que me llamaron fue para soplar una vela en un hotel donde se celebraba un cumpleaños, me pagaron un millón de pesetas, imagínate. Empezaron a llamarme de teatros y circos, y la verdad, es que aunque era algo diferente estoy muy agradecida, me sentía muy querida. Lo único malo de aquella etapa es que no podía salir mucho a la calle, era una persecución constante. Ahora mismo hay muchos canales, mucha gente guapa conocida, pero en aquella época solo estaba la 1.

¿Qué te decía la gente por la calle?

Había de todo, unos me elogiaban y a otros, al verme en persona, no les parecía para tanto. Los abuelos eran mis primeros amores, los segundos los niños. Todo eso sucedió durante los años 80, y en los 90 Chicho volvió a llamarme para hacer otra Mari Puri, con el mismo tono que la Bombi, pero no tuvo el mismo éxito. Él me decía que no había cambiado, que parecía la misma de hacía diez años. La verdad es que me dio más trabajo.

Fedra, tú cantas, de hecho con tu gira estuviste ocho años, ¿Por qué no te has dedicado a ello más en serio?

He hecho dos discos, lo que pasa es que tuvimos mala suerte con un socio musical. Miguel hacía las letras, la música, y me dirigía, La Bombi estaba en las portadas de los discos. Pero lo que no podía hacer, era estar en el circo durante cinco funciones, salir cinco veces y decir todo el rato: “Hola, buenas tardes, ¿Por qué será? “, no podía hacerlo, tenía que inventarme cosas. Si la función era para niños hacíamos juegos, pero luego metía mis canciones para los mayores. Hacía también una para los feriantes, era la última, a eso de las cuatro de la mañana y era un escándalo. Así que cantaba, jugaba y otro rato me metía de lleno en el papel de La Bombi. Miguel me hizo canciones nuevas, Marieta (Rocío Durcal), me dio todos sus playback originales sin voz, para que los utilizara y la pusiera yo, fue muy generosa conmigo y gracias a ello pude estar trabajando muchos años. Gracias a ella y a Miguel, que aparte de hacerme las canciones, ocuparse de la ropa y del sonido, conducía. Dejó de lado todo su trabajo para acompañarme y ayudarme, no podía viajar sola porque me comían.

¿Qué planes tiene Fedra ahora?

Aunque la gente crea que vivo alejada del mundo artístico, no es verdad. Durante la pandemia hemos estado sin trabajo, tanto Miguel como yo, pero él ha hecho su tercer disco en solitario. Yo, he estado haciendo casting online, mi hija me grababa mientras que mi marido me sujetaba la letra y me marcaba con el piano para los musicales, la verdad es que he hecho muchos desde casa. Estoy en activo, y con muchísimas ganas de volver a trabajar, en ello estoy.

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