viernes, mayo 3, 2024

La actriz Rita González protagonista de la serie «La Academia»

Redacción

La joven actriz Rita González protagoniza La Academia, un drama juvenil que transcurre en la escuela de entrenamiento del Apolo F.C.,
uno de los mejores equipos de fútbol del mundo. Allí, un grupo de adolescentes sueña con formar parte del club para ser las próximas
estrellas del deporte rey. Hablamos con su protagonista, la nueva promesa de la televisión, fichada por Amazon y TV3 para encarnar a
Lara, una joven promesa del futbol femenino.

Su primer papel protagonista que bate récords de audiencia. Hablamos de que protagoniza la serie La Academia de Amazon Prime y TV3. ¿Cómo lo ha conseguido?

Solo sabía que tenía que presentarme a un casting para una serie de fútbol. Tenía muy poco tiempo para prepararme la prueba. De hecho, casi se me pasa la fecha y el último día se me ocurrió pedirle a mi hermano una camiseta de fútbol. Pasé esta primera prueba y ya en la segunda, fui vestida de futbolista. Allí estaban Fernando Trullols y Laura Jou, junto a Aida de Sàrrega, la que iba a ser coach en el rodaje. Pasé también esta segunda prueba. Una semana después me llamaron para hacer una tercera prueba. Para prepararla, fui al campo del Europa FC, a ver un entrenamiento de chicas para estudiar cómo se movían, cómo hablaban, cómo se relacionaban entre ellas. Al día siguiente volví para hacer la que sería la última prueba. Unos días después, mientras estaba en clase de interpretación, mi representante me envió un mensaje: “Te han cogido”. A partir de ahí empezó un trabajo intenso y maravilloso desde los ensayos, los entrenos y coreografías, la búsqueda del personaje hasta el rodaje, donde todo se hace realidad.

¿Cree que la serie que protagoniza es un reflejo de un cambio real social?

La serie trata temas muy relevantes para la sociedad de hoy en día, y esto me encanta. Es importante poner encima de la mesa todo lo que pasa, y en La Academia lo hemos tratado con mucha delicadeza y respeto. Me parece necesario que haya series donde se cuenten historias sobre jóvenes con ansiedad, que sufren desigualdad por su género u orientación sexual, que tienen dificultades en la relación con sus padres, sintiéndose poco entendidos o escuchados, que sufren una presión social que les ahoga…Y con ello poder ser referente para niños y niñas que se sientan identificados. He recibido muchos mensajes tras el estreno llenos de agradecimiento, con comentarios
como que gracias a mi personaje sienten que pueden seguir adelante. Es un orgullo poder contribuir a eso y es una de las razones por las que hago mi trabajo.

Háblenos de Lara, a quien encarna en La Academia. ¿Cómo ha conseguido hacerse con ella?

En los ensayos con las coach empezamos a definir a los personajes, a dibujar sus arcos, descubrir sus heridas, sus motivaciones… Reflexioné sobre qué similitudes tenía con Lara y esto me ayudó a aproximarme aún más a ella. Y sobre todo entendí por qué hacía todo lo que hacía, qué motor utilizaba en cada momento, si actuaba desde el miedo, desde la soledad, desde el amor, etc. Nunca la juzgué, como si fuera una buena amiga, y llegó el momento, que hasta la empecé amar.

¿Le gusta el fútbol? ¿Ha tenido que empaparse de este juego para protagonizar la serie?

A partir de la serie me ha empezado a interesar mucho porque he visto que no es sólo un juego, si no que detrás hay muchos valores muy importantes, como la pasión, hacer equipo, el espíritu de superación, etc. Durante 5 semanas tuve que entrenar para ser capaz de interpretar a jugadoras de élite. Albert Ruiz fue el entrenador que nos ayudó a preparar todas las coreografías con el balón y a llegar fuertes al rodaje. Además, el resto de las chicas que forman la plantilla del Apolo, más allá de las que somos actrices, son todas jugadoras profesionales de distintos equipos, y convivir con ellas nos ayudó a entrar en su código y que todo pareciera mucho más real.

¿Siente una gran responsabilidad al llevar el peso de toda una serie?

Al principio me imponía un poco, pero la ayuda de las coach Aida de Sàrrega y Marta Fuentes me impulsó a centrarme en cada
momento e ir escena a escena. Eran ocho capítulos y pude dejar de pensar en el global y confiar. Ha sido vital tener un gran equipo
humano a mi lado para poder mostrarme vulnerable y afrontar los retos. Es una serie coral y nos hemos podido ayudar unos a otros.
Hemos tenido un espacio muy seguro para probar y así es donde salen las cosas más bonitas. Estoy muy agradecida de haber podido vivir esto y ver cómo todo un equipo remaba a favor para hacer una serie tan especial.

¿Qué tanto tiene Lara de usted y qué le aporta usted a Lara?

Creo que Lara y yo nos parecemos en que ambas somos muy trabajadoras y tenemos una vocación muy clara. Además, el mundo del fútbol tiene similitudes con lo que vivimos los actores, ya que teniendo en cuenta que un porcentaje muy bajo llega a lo más alto, hay que ser muy constante. A ella le pude aportar la vulnerabilidad que, leyendo los guiones, podía parecer que no tenía. Pero desde el principio pensé que todas las acciones que hace están motivadas por la herida de no ser valorada como se merece.

¿Y tras La Academia? ¿Qué le gustaría probar?

Me apetecería participar en una película donde pueda tener un personaje tan bonito como en el de la serie. Descubrir otros mundos, incluso hacer una película de terror. También me gustaría mucho volver a hacer teatro, o regresar con Lara si hay una segunda temporada.

Cuéntenos alguna anécdota que le haya hecho salir del rodaje con una gran sonrisa.

Me acuerdo mucho del último día de rodaje, en el que rodábamos justo el final de la serie. Estábamos todos juntos sentados en los sofás de la Academia y el director nos hizo cerrar a todos los ojos, empezó a decir que conectáramos con este viaje precioso que habíamos hecho y nos dio las gracias por la entrega. Entonces puso varias canciones mientras la cámara nos iba rodando. Estábamos todos muy emocionados y así se ve en la pantalla. También me gustó mucho rodar la escena final del capítulo 6, en la que el equipo femenino hace una sentada de protesta y se niega a jugar un partido. Estábamos en el campo, todas con la piel de gallina, con toda la figuración gritando y era tan real cómo nos íbamos sentando… El corazón me iba a mil por hora.

¿Qué valores cree que son los más recurrentes en esta serie?

La pasión por un objetivo común, la necesidad de comunicarse bien, la importancia de tratarse bien a uno mismo, el cuidado de la salud
mental, el manejar bien la frustración y saber pedir ayuda, el compañerismo, el saber poner límites a situaciones abusivas, la amistad, el amor de todo tipo, valores propios del deporte como la superación, la competitividad, el no olvidar que es un juego de equipo y el compromiso.

¿Pensó alguna vez que un rodaje sería así? ¿Qué es lo que más le impactó?

Fue un rodaje muy complejo, con varias semanas en las que dos unidades convivían. Íbamos muy rápido debido al poco tiempo que teníamos, aprendí a ser resolutiva y confiar en los directores y las coach. Tenía que aferrarme muy bien al trabajo previo porque rodábamos de forma muy discontinua. Tener claro el arco del personaje era imprescindible. Pasábamos de rodar escenas corales en los campos de fútbol a escenas mucho más íntimas sin posibilidad de pensar entre ellas. Me impactó mucho ver a un equipo tan numeroso haciendo posible lo que no lo parecía, teníamos todos mucha exigencia y ganas de hacer una buena serie.

¿Qué es lo que más has aprendido de La Academia?

He aprendido que es peor cuanto más piensas. Me llevo lecciones de seguridad en mí misma, he llegado a lugares y retos que antes no
sabía que podía afrontar. Ahora me toca seguir trabajando, tener paciencia para esperar las nuevas oportunidades que puedan surgir,
porque esto es una carrera de fondo con sus inestabilidades.

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