viernes, marzo 29, 2024

Pandemia, cole y los más pequeños

Texto: Sandra Cuenca

En este curso, la vuelta a las aulas para los niños no ha sido fácil, tampoco para los maestros y maestras. Después de la pandemia y el confinamiento el regreso al colegio no ha sido el mismo que en años anteriores. Hoy vamos a hablar de los más pequeños, de los que tienen tres o cuatro años y que han empezado primero de educación infantil. Hemos hablado con la profesora de un colegio concertado de la zona norte de Madrid, su nombre es Carolina y tiene 45 años.

Carolina este curso tiene 18 niños en clase y nos asegura que las cosas este año no son como en anteriores, pero que están haciendo todo lo posible por normalizar las clases. «En primero de educación infantil lo que se trabaja con ellos son rutinas, hábitos, normas de convivencia y valores. Pero sobre todo, el que ellos sean capaces de valerse por si mismos sin necesidad del adulto, y teniendo siempre en cuenta la edad y las necesidades de cada uno. Lo que se intenta es que sean autónomos, ya que son capaces de hacer muchas más cosas de las que creemos«. Carolina se refiere a tener autonomía a la hora de vestirse, de comer o en la higiene, «trabajamos todo tipo de rutinas y adquisición de contenidos, que les van a preparar de cara a los cursos siguientes. Empezamos a trabajar con números, letras, grafomotricidad , etc.«, nos cuenta. Este primer curso supone un gran cambio para los niños, algunos vienen de la guardería y otros directamente de estar en casa, este año no hay niños de guardería, debido al confinamiento del año pasado.

¿Qué cambios has notado en los pequeños?

Los cambios este año han sido muchos, y no solo para los niños, sino también para los docentes. Vienen dependiendo mucho del adulto, por ejemplo; les cuesta mucho más realizar cualquier tipo de actividad, que en cursos anteriores no hubiera costado tanto. No han estado escolarizados el año pasado, han estado en casa viviendo una situación en la que los padres, teletrabajando, no han podido atenderles como a ellos les hubiera gustado. Vienen con muchas menos rutinas, con mucha menos autonomía, con falta de limites y normas. Los niños han hecho, por las circunstancias, lo que han querido y se les nota más inmaduros y con menos armas para manejarse ellos solos. Ha habido trabajos de mesa que este curso que no hemos podido hacer con ellos, no han cogido una pintura, ni una tijera, y mucho menos los cubiertos para comer. Cada vez tengo más niños que duermen con sus padres, niños a los que aún no les hemos podido quitar el pañal y otros que siguen con el biberón.

¿Están concienciados con lo que está pasando y el virus?

Super concienciados, te hablan del covid con total normalidad, han normalizado las mascarillas, el gel y la higiene. Una frase que me dicen mucho es: «Te voy a invitar a mi casa cuando se vaya el Bichocovid«

A nivel anímico, ¿ha habido cambios?

Yo no he notado nada, la verdad. Podría decirte que se muestran menos cariñosos, eso si es verdad, se ve un poco la falta de abrazos, están algo más distantes. Pero yo, sigo besándoles y abrazando cada mañana, con la mascarilla, pero lo hago.

¿Cómo fue el comienzo de curso?

Duro, muy duro. Había que mantener la distancia de seguridad, higiene, limpiar todo cada poco tiempo… A nosotras nos ha cambiado mucho la forma de trabajar, ahora prioriza la higiene. Trabajamos en grupos burbuja, no nos mezclamos con otros nunca, comemos en clase, duermen en clase y la hora del patio es solo para ellos. Ahora ya está todo mas normalizado y debo decir que se adaptaron desde el minuto uno. Tengo claro que cuando todo esto pase se comportarán igual, tienen una gran capacidad de adaptación, mayor que la de los adultos.

¿Qué consejos les das a los padres?

Insisto más que nunca en que les pongan limites, en que les eduquen en el esfuerzo y que aprendan a decirles «NO» cuando sea necesario. Los niños de tres y cuatro años tienen que aprender lo que son los limites y las normas, eso será bien para ellos. No se puede dejar que los niños sean los reyes de la casa, estamos creando adultos y es en este momento cuando hay que fijar limites. Al igual que es muy importante dejarles hacer las cosas por si solos, que empiecen a hacerse mayores poco a poco, son muy capaces de ello. Hay que trabajar y hacerles comprender lo que es el esfuerzo y lo más importante, enseñarles que los actos que realizan tienen consecuencias. Si hacen algo mal o que no deben, tiene que haber consecuencias, si no las hay, seguirán haciéndolo. Con tres años trabajamos mucho la obediencia, son muy desobedientes a esa edad, y el saber decirles «no» nos evitará problemas más adelante.

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