Texto: S.C. Fotos: L.S.J
Lidia San José se convirtió en un rostro muy popular en el año 1998 por su papel en la mítica serie “A las once en casa”, donde daba vida a Lucía, una joven adolescente. Ese mismo año debutó participando en la película “El niño invisible” junto con Bom Bom Chip. Volvimos a verla en “Paquita Salas”, la serie creada por Javier Calvo y Javier Ambrosi, más conocidos como Los Javis. En 2016 decide irse a vivir a México, allí su primer trabajo fue en “Nada Personal”, después ha seguido haciendo series diarias, no ha parado de trabajar, y además colabora con dos amigas recogiendo perros en la calle para buscarles un hogar.
Son las cinco y media de la tarde en España cuando llamamos a Lidia a México, allí siete horas menos. Nos pide perdón, va a desayunar mientras habla con nosotros, sus mañanas son algo ajetreadas, pero es cuando tiene un ratito, medio tranquilo, para hacer la entrevista. Su voz suena alegre, se le nota que está feliz, lleva cinco años en México y está completamente adaptada al país. Teníamos muchas ganas de hablar con ella, saber cómo le van las cosas lejos de casa, aunque a veces no hace falta preguntar, sabemos que no ha parado de trabajar desde que llegó allí. Lidia recuerda sus comienzos, las ganas que tenía desde bien pequeña de hacer cosas en televisión, “Lo que quería era que mis padres me apuntaran a algún sitio para hacer tele, tardé años en conseguir que me hicieran caso, pero al final me salí con la mía-ríe– me apuntaron a una agencia, bueno, me apuntó mi madre sin que mi padre lo supiera. Hice mi primer casting para un anuncio de cereales y me cogieron”. La actriz reconoce que a su padre nunca le hizo gracia que quisiera dedicarse a esto, y no fue hasta que vio el primer contrato cuando cambió de actitud. Él trabajaba en telefónica y ocho años después se convirtió en su representante, su hermano también siguió sus pasos.
Antes de la serie “A las once en casa” hizo una película, “El niño invisible” con Bom Bom Chip, un grupo musical de los años noventa que tuvo mucho éxito entre los niños españoles. “Luego me enteré que esa película era la favorita de Javier Calvo cuando era pequeño”, nos cuenta.
¿Qué haces después de “A las once en casa”?
Hice “Ala…Dina” durante tres años, después me ofrecieron otros proyectos de televisión a los que dije que no. Llevaba diez años sin tener vida, así que lo que hice fue teatro. Solo participé en “Yo soy Bea” porque me lo pidió el director, ya había trabajado con él.
Llega “Paquita Salas”, ¿qué ha significado esa serie para ti?
“Paquita Salas” no era nada cuando a mí me lo ofrecieron, realmente era una serie web donde no cobrábamos y Los Javis no eran lo que son ahora. Lo que pasa es que yo había visto “La llamada” y sabía que eran unos genios, así que, sin leer el guion dije que sí, me moría de ganas de trabajar con ellos. Yo no he vivido mucho el boom de la serie, el día que terminé la primera temporada me vine a México.
Te fuiste a vivir a México en el 2016, ¿por qué decides dejar España?
Yo llevaba queriendo irme desde que tenía veinte años, empecé a estudiar historia en la universidad y me especialicé en antropología americana, me prometí que algún día viviría en México. No lo hice antes porque me parecía muy arriesgado venirme sin conocer a nadie, pero en 2016 me dije: “Ahora o nunca”, y me vine porque siempre quise vivir aquí.
¿Cómo es tu vida ahora?
Muy feliz, estoy encantada de haberme venido, es la mejor decisión que he tomado en mi vida. Ya tengo muchos amigos aquí, después de tantos años mi vida es tranquila. Si tengo grabación, grabo y si no pues llevo una vida muy organizada. Compro comida orgánica, no consumo nada de plástico y reciclo absolutamente todo. He hecho un gran cambio de vida. Creo que debemos cambiar el estilo de vida que llevamos, porque si no lo hacemos no dejaremos mundo para las futuras generaciones. También recojo perros callejeros…
¿Recoges perros de la calle y te los llevas a casa?
Si, desde que comenzó la cuarentena me los traigo a casa hasta que les encuentro un hogar, soy un lugar temporal y es caótico. El Estado de México está lleno de perros abandonados, la ciudad no, tengo una amiga que viaja mucho allí porque lleva las redes sociales de las mujeres transexuales de Ciudad de México y tiene la sede fuera. Se encontraba muchos perros en la calle y ella sola no los podía acoger en su casa, así que decidí ayudarla, empecé a traerlos a la mía, les buscamos hogar y lo compartimos en redes. Tengo otra amiga que hace lo mismo, y también la ayudo, ella tiene seis perros en casa, son enormes y no puede tener más. Hace un mes y medio recogió uno, le habían atropellado y le habían dejado tirado en la carretera con la cadera rota, al salir del veterinario no había donde llevarlo, y me lo traje a casa. Es un amor de perro, pero hace conmigo lo que quiere. Todo esto me da mucho trabajo, tengo que limpiar un montón ya que hacen sus necesidades por cualquier sitio y me rompen cosas, pero merece la pena.
¿Te has quedado con alguno?
Si, me quedé con la primera perra que rescaté. Me trajeron a su hermana y a ella, me hubiera quedado con las dos, la verdad, pero a las ocho horas ya tenía casa para una de ellas. Me quedé con la más traviesa, hay veces que si son más inquietos y revoltosos los devuelven. Solo pesa dos kilos y medio y ahora la tengo en España con mis padres. Siempre vuelo con ella y en mi último viaje de regreso a México, el día de antes se comió un peluche, vomito como una salvaje y así no dejan volar a los animales, así que se quedó súper feliz. Yo creo que le gusta mucho más España. En total he tenido once perros durante la cuarentena, luego me da mucha pena dejarles ir cuando les encuentro una casa, de hecho pensé que no iba a ser capaz, lloro bastante cuando se van, pero hay que seguir rescatando a otros.
¿Cómo es tu trabajo ahora en México?
Sigo trabajando como actriz, para varias productoras. La primera tele serie que hice aquí fue “Nada personal”, para Azteca. Hice casting y me cogieron para dos proyectos, “Luis Miguel: la serie” y “Control Zeta”, ambas para Netflix. En la de Luis Miguel solo estuve la primera temporada, debo decir que se portaron muy bien conmigo porque me coincidió con la tercera temporada de “Paquita Salas”, y el director de casting, uno de los mejores del mundo, me pasó varios personajes con las fechas de grabación y me preguntó cuál podía hacer. Mi papel era la novia del padre de Luis Miguel, Ana, la secretaria que se convierte en su novia y pareja hasta que fallece.
¿Quieres quedarte ahí o piensas en volver a España?
Me parece absurdo pensar en el futuro, hay que vivir y pensar en el presente. A un año vista (yo vine a México para quedarme un año y llevo cinco), voy a quedarme un año más. Esta pandemia nos ha demostrado que no se puede hacer planes, yo no los hago. He descubierto que salir de mi país ha sido muy productivo, me fascina conocer otras culturas. Abres la mente y te conoces mucho más a ti mismo. Todos deberíamos hacerlo en algún momento.
¿Qué proyectos tienes?
Lo único que puedo contar es el próximo estreno de “Control Z”, no puedo decir nada más. Tengo otro proyecto parado desde principios del año pasado por la pandemia, es de cine. También hay otra cosa para estrenar en otra plataforma, de la que no puedo hablar hasta que lo hagan ellos.