Texto y Fotos: S. Cuenca
Marta Galatas es licenciada en Historia del Arte y es escritora desde que se separó, hace 14 años. Le gusta la historia y le gusta investigar a fondo antes de sentarse a escribir, pero, además, como ella misma dice, «escribo novela histórica de ficción«.
Ha publicado dos libros, «La Princesa que cambió la historia» y «Dejé mi corazón en Manila«, y aunque ha seguido escribiendo, en algún momento pensó que no iba a volver a publicar, no estaba muy convencida con lo que ofrecen las editoriales. Ahora, una de sus últimas novelas se va a convertir en serie de televisión, novela que no ha publicado pero que ha fascinado al director de cine Norberto López Amado, cuya última serie que ha dirigido es «La Chica invisible«.
¿Por qué mezclar historia con ficción?
Porque me gusta investigar y porque soy historiadora del arte. Pero por otro lado me gusta añadir ficción en lo que escribo.
Es decir, cuentas la historia documentada de un personaje histórico y le añades ficción…
Si estoy contando una historia del Renacimiento italiano, la cuento tal y como fue, pero los personajes que aparecen y que están investigados históricamente, sus personalidades dan muchas opciones a poder interpretarlas. Soy una mujer muy intuitiva y según voy viendo los perfiles los voy interpretando, sobre cómo pudo ser su vida con lo que ya he estudiado. Esa parte de ficción encaja para poder vender una novela, pero es verdad que no es histórica al cien por cien.
Solo tienes dos libros publicados, pero has escrito cinco…
Sí, publiqué «La princesa que cambió la historia» y «Dejé mi corazón en Manila«, después de esos dos supongo que hice un descanso, no me convencía mucho lo que ofrecen algunas editoriales.
Hablemos de «La Princesa que cambió la Historia», un fascinante relato de intriga
Tengo que decir que todo lo que escribo tiene que ver conmigo, con cosas que me han pasado anteriormente y que después ficciono. La princesa que cambió la historia surge cuando me separé, conocí a un señor en uno de los cócteles a los que suelo acudir y me contó que tenía un castillo en El Bierzo, al principio pensé que me estaba mintiendo. Me invitó a pasar el fin de semana en el castillo con una amiga, dos semanas después me fui para El Bierzo. El propietario del castillo era un descendiente del Marques de Villafranca y, cuando entré en aquel castillo rehabilitado del siglo XIV, aquel señor no me decía nada… Empecé a investigar por mi cuenta y descubrí que tenía una colección de cuadros, uno de ellos era de Leonor de Toledo, esposa de Cosme I de Medici y el retrato era obra del manierista Bronzino, autor que yo había estudiado durante la carrera. Es un pintor importantísimo y muy especial. Entonces pregunté por ese cuadro y aquel señor me dijo que ese castillo había sido la residencia de Leonor de Toledo. Por eso empecé a investigar y comenzó a surgir una novela histórica. Después comencé una relación con él que duró más o menos un año y decidí crear dos historias que se entrecruzaban, yo, como anticuaria y mi relación con él, todo en ficción, porque son gente como muy especial. Él es hijo de Cristóbal Halffter, un compositor clásico muy importante y director de orquesta español, que destacó en lo que se llamó la Generación del 51, y su madre, Marita Caro era pianista y descendiente de los marqueses de Villafranca del Bierzo. Aquel hombre tenía una parte de músico loco, era bodeguero y piloto… muy atractivo, por lo que me enamoré de esa personalidad que yo sabía no era para mucho más. Cuando termina nuestra historia yo ya tenía escrita la mitad de la novela histórica, él pensó que era una broma y, al cabo de un año y medio, le entregué el borrador de la novela y le dije que iba a publicarla. No le pareció mal, al revés, le gustó la idea aun diciéndole que estaba dando nombres y apellidos. Al final, decidí cambiar algún nombre. Cuando sus padres fallecen él me invitó a presentar el libro allí en el Bierzo, me apoyó muchísimo. Pero yo ya estaba escribiendo «Dejé mi corazón en Manila«.
Cuéntanos sobre «Dejé mi corazón en Manila», la segunda novela que publicas
Es la historia de mi familia, basada en mis abuelos, que vivieron la Segunda Guerra Mundial en Filipinas. Fueron testigos de la invasión japonesa, una parte importante de la historia mundial y de la de España, ya que todos los que vivían en Filipinas, en época de mis abuelos, eran gente con muchísimo dinero que ayudaban al régimen franquista en aquel momento. Cuando volvieron a España se afincaron en distintos lugares, por ejemplo, crearon Sotogrande. Me fui a la Biblioteca Nacional e investigué toda la documentación oficial de estas personas y otra parte de lo que fue la guerra en sí, me lo contó mi tío, el hermano mayor de mi madre, que en aquella época tenía 12 años. Entre todo eso escribí la novela, que ha sido un éxito en Filipinas y, sin embargo, aquí en España no ha llamado tanto la atención. Tuve desacuerdos con la editorial y después de publicar ese libro pasé por un periodo de transición, en el cual me pensé mucho qué hacer. Seguí escribiendo, pero no volví a atreverme a publicar.
Tiempo después contactas con la agente de superventas Antonia Kerrigan
Sí, hablé con ella y como si fuera un milagro me cogió -ríe- yo acababa de empezar a escribir, llevaba poco tiempo y por algo la convencí. Le mandé lo último que acababa de escribir, una historia que habla de los muertos y los vivos, del presente, pasado y futuro. Me contestó a los dos meses para decirme que sí y lleva un año y medio mandándola a todas las editoriales y ninguna la quiere. Yo no soy conocida y eso complica la cosa. Antonia me dijo que era muy difícil, que ella había cogido la novela porque le había gustado y porque creía que tenía posibilidades, que la había convencido como escritora. Pero después de tanto tiempo y ella, sin querer desanimarme, me dijo que hiciera lo que quisiera con la novela.
Hablas de tu última novela, donde la protagonista es una Medium ¿no?
Sí, esa… Entonces me encontré con un director de cine, yo no sabía quién era y me lo presentó un amigo actor. Empezamos a hablar y a los 10 minutos me preguntó a que me dedicaba… y le dije que escribía. Él estaba buscando contenido y me preguntó que escribía, le contesté que una historia de ficción. Me pidió que le dijera un título y le dije el de mi último libro. Se quedó como que no sabía que decir y entonces dijo: «Me interesa muchísimo«. Yo creía que se estaba quedando conmigo, pero no era así y me pidió que le mandara la novela. En un par de semanas la leyó y me dijo que le interesaba. Acaban de terminar el guion. El tema que se trata en la novela le llamaba la atención, ya que había estado investigándolo. Después de leer la novela me entrevisté con él, estuvimos casi tres horas hablando y me preguntó cómo había llegado a aquellas conclusiones. Le conté mi experiencia personal, algo complicada. Yo empecé a tener contactos raros de repente, murió una persona que salía conmigo, le dio un infarto con una edad que tenía porque morir, yo recién separada con 45 años y el con 60, y de repente empecé a sentir en mi casa cosas raras de electricidad, su presencia, su olor… una amiga mía que entendía de esto me dijo que no se lo contara a nadie y que me iba a llevar a Barcelona donde ayudaban en duelos, y que me iban a explicar lo que estaba pasando, que si me lo quería creer bien, y que sino nada. La persona a la que vi me dijo que él se estaba intentando comunicar conmigo porque había algo que no había resuelto. Cuando me empezaron a pasar estas cosas decidí cambiar mi trayectoria, necesitaba entender lo que era, pero mi labor de investigación ya no es saber el porque me pasa. Las personas no se mueren, en realidad tu te mueres de forma física, pero la energía sigue ahí, el alma asciende, pero en algunos casos no sucede. Yo explico en la novela sobre esas presencias que se quedan en un plano intermedio y que las que están en la luz son las que te ayudan.
La novela no la vas a publicar de momento…
No, será serie directamente.
AGRADECIMIENTOS: Restaurante FIJO de Madrid (C/ de la Infanta Mercedes 113)
