jueves, abril 18, 2024

Montse Alcoverro: “Úrsula es una circunstancia maravillosa ocurrida profesionalmente en mi vida”

Texto: Sandra Cuenca/ Fotos: M.A.

Montse Alcoverro es actriz, con una larga carrera profesional en teatro, cine y televisión. Ha trabajado en producciones internacionales y habla cinco idiomas. La hemos visto en la serie “Acacias 38”, metida de lleno en la piel de Úrsula Dicenta, un trabajo que ha construido a base de estar muchas horas frente al espejo. Su gran papel en la serie le ha servido para que toda España la conozca, pero no solo aquí, en Italia ha recibido el “Premio Napoli Cultural Classic 2018” por su trabajo en “Acacias 38”, y el “XIX Gran Prix Corallo Citta di Alghero” el primero en Nápoles y el segundo en Cerdeña, donde además la nombraron “Madrina de Honor” en el 2019.

Montse Alcoverro recibiendo el Premio Napoli Cultural-2018

Para la actriz “Úrsula es una circunstancia maravillosa ocurrida profesionalmente en mi vida, de la cual estoy muy contenta. Ha sido todo un lujo y un placer”. Pero yo quiero saber quién es Montse Alcoverro, “Me remito a lo que dicen mis amigos, la gente que me quiere y me conoce de toda la vida, dicen que soy una mujer comprometida con su profesión, una mujer inquieta, curiosa y con muchas ganas de disfrutar la vida, muy amiga de mis amigos”. Dice estar enamorada de la vida y del amor, y que a pesar de todo destaca por su empatía para con el mundo.

Premio Gran Prix Corallo-Alguero-Cerdeña-2018

¿Siempre quisiste ser actriz?

Siempre he sido una niña muy motivada, desde pequeñita mis padres me subían encima de la mesa a recitar en las fiestas familiares y cumpleaños, me llevaban a la radio a cantar. Yo vengo de una familia humilde y trabajadora, en mi casa había pocos libros, pero a mi madre le gustaba mucho la poesía y tenía un libro que veneraba, “Los veinticinco mil mejores versos en castellano”, recuerdo perfectamente a mi madre leyéndonos poesía a mis hermanos y a mí. Durante la pandemia aproveché, como todos, a hacer miles de cosas, y entre ellas me propuse darle una vuelta a la biblioteca, ordenar libros y, fíjate por donde me llevé un hartón a llorar. Me emocioné mucho al encontrar un recordatorio del entierro de mi madre entre las páginas de “El lagarto está llorando, la lagarta está llorando, el lagarto y la lagarta con delantalito blanco”, de Lorca, ese era uno de los que recuerdo nos recitaba mi madre. ¿Dónde iba a estar el recordatorio de mi madre?, con Lorca.

En el colegio lo que hice fue danza clásica, estudié en un colegio público y una de las asignaturas era danza clásica, aquellos años los recuerdo con mucho cariño. A los catorce años empecé a trabajar, pasé a estudiar por las noches, en casa no sobraba el dinero y yo era la última de mis hermanos. Al cabo de dos años me entró el gusanillo de volver a hacer, básicamente, danza contemporánea, yo solo podía por las noches, así que en aquella época había una escuela en Barcelona, “Másmedia”, de artes escénicas y evidentemente de danza. Cuando me fui a informar me dijeron que no había plazas para danza, pero para arte dramático sí, y que una vez dentro de la escuela sería más fácil que quedaran plazas libres y pudiera cambiarme. Me apunté a Arte Dramático, pero no con la intención de ser actriz, pero cuando me encontré subida sobre el escenario ya no me quise bajar.

“ByAnaMilan” tu última serie, ¿Cómo fue la experiencia?

Hice el casting en Barcelona para ser la madre de Ana Milán, yo soy más mayor que Ana pero no tanto como para ser su madre, así que como soy tan camaleónica me preparé un maquillaje sobrio y me vestí de manera más clásica. Les gustó mucho la prueba y me dieron el papel. Me hizo mucha ilusión participar, porque aparte del placer de conocer a Ana en persona, trabajar con ella y con el equipo fue estupendo. Estuvimos rodando en Madrid, era la primera vez que volvía después de haber estado grabando “Acacias 38”.

Obra de teatro «La esclusa» de Michel Azama.

Tú llevas mucho tiempo trabajando, ¿es la televisión el trampolín hacia la popularidad?

Si, lo es. La popularidad que te puede dar la televisión no te la da el teatro ni el cine, por el número de espectadores. Son medios muy diferentes. Yo soy de Barcelona, y aparte de las giras he hecho teatro en catalán, que te reduce mucho más. El público de teatro ama mucho a sus actores, es muy generoso, y tienes algo que es impagable, la cercanía con el público. El cine tiene una dimensión diferente. Con “Acacias 38”, aparte de en Italia que es una locura, recibo mails y mensajes por redes, da igual de donde vengan, es la globalidad de la comunicación. Es la primera vez que me pasa algo así. Por eso es muy difícil entender que RTVE haya cancelado la producción de “Acacias 38”, cuando es una serie que está por encima de la media de la parrilla de TVE. Es una televisión pública que tiene una producción que lleva seis años en antena, que tiene unos espectadores fieles y que nos han cambiado veinte veces de franja horaria. Tienes la sensación de que no ha sido cuidada ni mimada. En Italia es abrumadora la acogida que ha tenido la serie, ha habido un goteo de reconocimiento durante estos años, hemos recibido premios y es de agradecer. Por eso no entiendo que de golpe, algo que funciona (porque si no funcionara lo entendería), retiren la serie, me parece absurdo. Por otro lado, es incomprensible que no hayan sustituido “Acacias” por otra producción propia. Hay más de doscientas personas y familias que vivíamos de esa serie, se la cargan de un plumazo sin dar una alternativa de trabajo a todo ese equipo de profesionales de la cultura, porque estamos hablando de cultura. No se apuesta por la cultura desde ningún sitio, estamos maltratados y abandonados, no hay derecho. Yo soy una trabajadora del ámbito de la cultura, en este caso como actriz, pero también he sido productora, he tenido tres compañías de teatro y una productora de cine, me he arruinado y he salido adelante, así es la vida. Sin cultura no somos nada. Hay tres pilares que sustentan el mundo, la educación, la sanidad y la cultura. Nos estamos muriendo de hambre, esa es la realidad.

Una escena de «MedeaMaterialMedea» de Heiner Müller.

¿Qué ha significado para Montse Alcoverro “Acacias 38”?

Ha significado mucho. Yo venía de estrenar, con mi última compañía de teatro, un montaje maravilloso “MedeaMaterialMedea” de Heiner Müller, un autor alemán. Estrenamos, nos dieron un premio y ni un bolo, ni una gira, ni un poder moverlo por ningún sitio. La última función fue en abril del 2015 y yo me quedaba sin trabajo y endeudada, horroroso. Entonces llega el casting de “Acacias 38”, lo hago en Barcelona y al cabo de unos días llaman para decirnos que les había gustado mucho y que querían verme. El planteamiento que ellos tenían era un papel de reparto, durante tres meses, eso significaba un sueldo muy ajustado y tener que viajar a Madrid corriendo yo con los gastos, así que pensé que me iba a quedar lo comido por servido, pero no tenía nada más de trabajo y lo cogí. Grababa  uno o dos días a la semana, yo iba y venía a Barcelona. Quince días después hablan conmigo y me dicen que les gusta mucho mi trabajo, es cuando me ofrecen un secundario fijo. Al cabo de seis meses era protagonista. La relación con todo el equipo era muy buena, desde dirección hasta la gente de figuración.

¿Qué pasó cuando Úrsula ingresa en el manicomio?

Los guionistas empezaron a meter muchas tramas en mi personaje, un pasado ruso e hijas y, me meten en un manicomio. Para mí fue un momento álgido, desaparecí un mes, el tiempo que Úrsula estuvo ingresada. Yo aproveché para estudiar lo que eran esos centros en aquella época, lo que les hacían, ya que mi personaje volvía muy cambiada.

El personaje de Úrsula ha tenido muchos registros, ha sido una de las grandes malas de la televisión, ¿Qué te decía la gente por la calle?

Era muy divertido, y lo sigue siendo porque la gente me sigue parando. Me sorprendía que la gente me reconociera por la calle, porque con el vestuario de Úrsula que estaba muy anclada en una época victoriana, me parecía difícil. La gente me preguntaba: ¿Eres Úrsula? Y yo asentía con la cabeza, después me decían que yo era mucho más joven, mentira, de hecho yo soy más mayor que Úrsula. También me comentaban que yo era más simpática  y más guapa. Yo me he visto todos los capítulos, me gusta ver lo que hago porque es la manera de hacer autocrítica y mejorar, es una manera de poder evolucionar. Hacer de Úrsula ha sido un trabajo de precisión, cómo anda, cómo respira, todo era absolutamente construido. No ha sido un personaje que saliera de mí, es un personaje construido frente al espejo durante muchas horas, es muy complejo crear un perfil psicológico tan retorcido.

La actriz en su papel de DOÑA ÚRSULA

“Acacias 38” ha terminado, ¿Qué proyectos tienes en mente?

Es un momento muy difícil. Acabé de rodar “Acacias” el 30 de octubre del 2019, agotada, y te preguntas cómo has podido aguantar ese ritmo, así que noviembre y diciembre me lo tomé como un descanso para ver a mis amigos tranquilamente, estar con mi pareja y la familia. En enero del año pasado empecé con mi representante a estructurar los nuevos proyectos que venían, y empieza la pandemia. Se cae todo, y cuando digo todo es todo. Entre medias, en otoño, hice lo de Ana Milán, he hecho lecturas dramáticas  y colaboraciones a nivel de poesía. Pero ha sido un año terrible, el paro se acaba, todo está parado y no te puedes hacer ilusiones con nada en concreto. Tengo la esperanza de que antes del verano podamos, otra vez, contar cosas concretas.

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