Texto: Enrique Suero/Fotos: Antonio Cuenca
Veinte años se han cumplido de la boda del doctor Julio IglesiasPuga, ‘Papuchi’, con la modelo Ronna Keitt, una boda que, por inesperada, sorprendió a cuantos seguían de cerca el largo idilio de una pareja tan dispar en edad, ella mucho más joven.
Cuando se conocieron a últimos de los ochenta, en una terraza del Paseo de la Habana, de Madrid, Ronna Keitt, nacida el 14 de enero de 1963 en Florida, Estados Unidos, estaba en los 25 años y Julio Iglesias Puga, nacido el 26 de julio de 1915, había alcanzado los 73. Ella, soltera. El doctor, divorciado de María del Rosario de la Cueva “Charo”, padre de dos hijos, Carlos y el popularísimo cantante Julio Iglesias, era uno de los personajes más carismáticos del por entonces recién estrenado siglo XXI. Conocido en los programas del corazón como ‘Papuchi’, pasó a la historia, además de por ser el padre del archifamoso cantante madrileño, por haber logrado la paternidad a los noventa años y ganarse el corazón de los periodistas más jóvenes, entre quienes, prácticamente recién llegado a la profesión (en la actualidad llevo treinta y cinco años, primero en TVE con Andrés Aberasturi y, posteriormente, en las revistas “Lecturas” y “¡Hola!” como redactor jefe) me encontraba y que “siempre me trató con un enorme cariño”.
Con fama de prestigioso ginecólogo, pero también de mujeriego y seductor, el doctor Iglesias me confesó que cuando vio a Ronna se dijo para sí: “Esa morenita será mi mujer, la quiero para mí y, de inmediato, comencé el cortejo”. El idilio de la modelo y el doctor Iglesias Puga a quien los medios convirtieron en un entrañable ‘Papuchi’, cuajó enseguida y la pareja se consolidó con el beneplácito de toda la larga familia Iglesias, pero nadie podía imaginar que, al cabo de trece años, aquel amor les llevaría al matrimonio. Anteriormente, el doctor había roto con otra mujer que le pedía casarse. A Ronna, sin embargo, le concedió, encantado y muy feliz, lo que había negado a Begoña, formar una familia. Era el sueño de la modelo cuando ésta le planteó su sueño, formar una familia tradicional con marido e hijos. Y el sueño se cumplió: Boda civil y dos hijos muy queridos. Primer, Jaime Nathaniel , nacido el 18 de mayo de 2004, de quien, encantado, me dijo: “Ha llegado con más que un pan debajo del brazo: con todo un camión de cosas para el cuidado del bebé como puede ser un cambiador, una bañera, una sillita, una hamaquita… que le ha regalado Enrique Iglesias”. Tuvo gracia que el propio doctor se hiciese un lío cuando le pregunte por el parentesco de su hijo con su nieto y me respondió: «Es su sobrino, bueno no, su tío, digo su… ». Posteriormente, llegó Ruth, que vino al mundo el 26 de julio de 2006, a los siete meses de la muerte de su padre que se produjo el 19 de diciembre de 2005 en Madrid. Le ilusionó el varón. “Este niño es un acto de generosidad hacia Ronna, que lo quería tener. Le dejo descendencia para que se acuerde siempre de mí. Le dejo parte de mi sangre, de mi vida”, me contó en la presentación del pequeño. Y añadía: “Sólo le pido a la vida que me dé más tiempo para estar al lado de mi niño. Lo demás no me interesa”. También le habría emocionado especialmente la niña, aunque él, como ginecólogo, siempre anteponía en los embarazos “la salud”, “que el bebé venga bien”.
La historia de ‘Papuchi’ a partir de aquí ya la conoce todo el mundo. Formó parte en 1955 de la Diputación Provincial de Madrid y se convirtió en uno de los ginecólogos más famosos de la España franquista tras convertirse en el gran impulsor de las técnicas del parto sin dolor, además de crear la Clínica de la Maternidad de Madrid donde fue jefe de varios departamentos. Como todo el mundo ya sabrá, en los ochenta fue secuestrado por la banda terrorista ETA y el propio Julio Iglesias Puga calificó su cautiverio en un zulo aragonés como “mucho peor” que su encarcelamiento durante la Guerra Civil.